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Rusia, ¿más cerca o más lejos que nunca en sus relaciones con Venezuela?

Luego de que la petrolera rusa Rosneft anunciara su cierre de operaciones en el país, surgen dudas sobre si esto es una medida para tomar distancia o simplemente un cambio de manos que reafirma la presencia petrolera rusa en el país.

Andreína Itriago  | 03.04.2020 - Actualızacıón : 04.04.2020
Rusia, ¿más cerca o más lejos que nunca en sus relaciones con Venezuela? El presidente ruso Vladimir Putin (der.) y el presidente venezolano, Nicolás Maduro (izq.). (Oficina de Prensa del Kremlin)

Venezuela

Por: Andreína Itriago

En menos de una semana, y en plena pandemia del COVID-19, la actividad tanto de Rusia como de Estados Unidos con respecto a Venezuela ha sido intensa, y aunque algunos análisis apuntan a un distanciamiento del Kremlin hacia el país suramericano, hay quienes piensan que los recientes movimientos rusos responden a un acercamiento más profundo entre ambas naciones, que tienen más de 260 acuerdos suscritos.

“La alianza y la solidaridad entre Rusia y Venezuela son indestructibles”, ratificó este lunes el presidente venezolano, Nicolás Maduro, acusado de narcoterrorismo por parte de la Justicia estadounidense, junto a otros funcionarios y exfuncionarios del régimen, y a cuya cabeza se le ha puesto un precio de 15 millones de dólares.

Sus declaraciones se produjeron desde Miraflores, palacio de gobierno de Caracas, donde recibió las cartas credenciales del nuevo embajador de Rusia en Venezuela, Sergey Melik-Bagdasarov.

Pero, ¿qué hay detrás de esa relación que tanto pregona Maduro? El internacionalista y doctor en ciencias sociales, Luis Daniel Álvarez, cree que es más lo que se exhibe del lado venezolano que lo que hay en realidad.

“Las relaciones (ruso-venezolanas) parecieran estar estancadas en lo retórico”, dijo Álvarez en conversación con la Agencia Anadolu.

A su juicio, hay un distanciamiento no solo de Rusia, sino de otros aliados tradicionales como China y Cuba, e incluso de otros países amigos como Turquía, Irán y Corea del Norte.

“Venezuela los nombra, pero ellos no nombran a Venezuela (…) Una cosa es lo ideológico y otra es retratarme –mostrarse en público- con una gente que tiene unas solicitudes internacionales”, acotó Álvarez.

Sin embargo, el nuevo embajador ruso sí se retrató, literalmente, este lunes junto a Maduro.

“El presidente Putin nos envía toda la solidaridad y todo el apoyo de Rusia con Venezuela y el Gobierno bolivariano”, destacó el mandatario venezolano durante el encuentro.

Rusia, sin embargo, estaría buscando blindar sus intereses financieros en Venezuela. Y precisamente hacia ese objetivo apuntaría la medida anunciada el pasado sábado por parte de su petrolera Rosneft, de cerrar operaciones en este país.

Mediante un comunicado, la importante empresa rusa anunció la venta de todos sus activos y su participación en explotaciones en el país suramericano a una compañía de propiedad exclusiva del gobierno ruso.

El nuevo embajador, Sergey Melik-Bagdasarov, lo mostró como una transferencia de activos directamente al gobierno ruso, como un cambio de manos.

Los voceros del régimen venezolano, por su parte, remarcaron que los rusos se quedaban en el país, mientras algunos especialistas lo ven como malas noticias para ellos.

“(En Rosneft) se dieron cuenta que de que esto era un costo. Además, tienen ese montón de otros accionistas (BP, Qatar) que yo me imagino que se estaban quejando de que la geopolítica rusa estuviera generando costos para la empresa”, dijo Francisco Monaldi, experto venezolano en petróleo del Instituto Baker, en Houston, Texas, EEUU, durante un encuentro virtual con la Asociación de Prensa Extranjera de Venezuela (APEX), de la que la Agencia Anadolu es miembro.

Para el internacionalista Álvarez, el impacto también es mayor al que se le ha querido dar. “Es un golpe fuerte que salga Rosneft, un golpe incluso significativo desde el punto de vista moral. O sea, que el que tú llamas el principal aliado te saca a su principal empresa para dejar a otra empresa de una categoría sustancialmente peor, indica que las cosas no son tan buenas como tú quieres decirme”, insistió.

Pero para el economista petrolero venezolano Rafael Quiroz, se trata de un “movimiento geoestratégico” que reafirma la presencia rusa en términos petroleros en Venezuela.

“Va a ser (Vladímir) Putin, el gobierno ruso, el que ahora se puede entender en forma directa con Venezuela. (…) La relación petrolera, en términos comerciales que tiene Venezuela con Rusia, ahora va a tener un mayor sentido de Estado”, dijo Quiroz en conversación con la Agencia Anadolu.

Según detalló Monaldi en el encuentro con APEX, las reservas que Rosneft tenía en Venezuela son “considerables” y convertían a la empresa rusa en la principal dueña de reservas petroleras en Venezuela, después de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa).

“Son activos bastante valiosos. Tiene todo el sentido (para Rusia) sacar del problema a Rosneft pero quedarse con los activos (…) Desde el punto de vista de negocio, es un negoción”, acotó Monaldi.

Para Quiroz constituye, además, un mensaje al gobierno estadounidense: “Le dice a Estados Unidos, en un plano geopolítico: nosotros nos seguiremos entendiendo con Venezuela con lo que para nosotros sea negocio, más allá de las sanciones o de la búsqueda por parte de Interpol de algunas figuras del gobierno venezolano”.

“Esto es una demostración de que nosotros (Venezuela) no somos más que una pieza en el ajedrez de la geopolítica petrolera y de la política internacional en general”, acotó Quiroz.

Venezuela, de hecho, estuvo entre los temas que abordaron Putin y su homólogo estadounidense, Donald Trump, en una conversación telefónica el pasado viernes. “Él (Putin) no busca en absoluto implicarse en Venezuela, aparte de su deseo de ver que algo positivo le suceda a Venezuela”, declaró Trump a los periodistas luego de la conferencia.

Los expertos Monaldi y Álvarez coinciden en que, efectivamente, Venezuela ahora está en las últimas prioridades para Rusia, que además está lidiando con su propia situación económica.

El gobierno venezolano, sin embargo, continúa apoyándose en Rusia, así como en sus otros aliados fundamentales: China y Cuba, para hacerle frente al avance del COVID-19.

De acuerdo con cifras oficiales, en Venezuela hay 143 casos confirmados, 41 recuperados y 3 fallecidos por el coronavirus, números que han sido cuestionado por algunos especialistas y por la oposición, que considera que los casos son muchos más.

Como China, Rusia también ha estado enviando insumos para paliar la situación, en un país que, antes de la llegada del coronavirus, ya tenía un sistema de salud colapsado. La semana pasada, suministró 10.000 kits para diagnosticar casos de contagios y, según informó el pasado viernes la portavoz rusa María Zajarova, seguirán ayudando.

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