¿Se solucionará la crisis libia con la formación de un nuevo Gobierno?
Después del establecimiento del Gobierno de transición, ha comenzado una nueva era política para Libia. Sin embargo, esto no significa que la guerra civil y amenazas similares queden atrás.
ESTAMBUL
Por: Dr. Veysel Kurt*
Las partes libias se comprometieron a proteger los logros de la revolución en el país después de la guerra civil y, gracias en parte al apoyo de Turquía al Gobierno libio, los ataques del comandante golpista Jalifa Haftar se detuvieron.
A medida que se expande el alcance de la influencia del Gobierno libio dentro del territorio, este también gana fuerza en la plataforma internacional. La posición del Gobierno libio también comenzó a ganar más aceptación por parte de los actores involucrados en la crisis. Esto llevó a que finalmente se estableciera un Gobierno de transición en el país bajo el liderazgo de las Naciones Unidas (ONU).
Después del establecimiento del Gobierno de transición, ha comenzado una nueva era política para Libia. Sin embargo, esto no significa que la guerra civil y amenazas similares queden completamente atrás.
Para que esto suceda son muchas las medidas a tomar, especialmente que las milicias en Libia se desarmen y los mercenarios extranjeros abandonen el país.
Sin embargo, es posible afirmar que tanto los actores nacionales como los internacionales han aceptado la nueva situación política libia y están revisado sus posiciones de acuerdo con las nuevas condiciones.
En pro de la normalización de la vida en Libia, el Gobierno ha hecho un gran esfuerzo para atender las necesidades urgentes del país y recuperarse en los campos de la política (abriendo paso para que se realicen elecciones), la seguridad y la economía.
El Gobierno de transición y la actitud de los actores internacionales
Después del establecimiento del Gobierno de transición libio, es posible decir que especialmente los representantes de los países occidentales empezaron a cambiar su posición y estrategia hacia el país del norte de África.
En particular, vemos que Francia e Italia se adaptaron rápidamente a la nueva situación y declararon su apoyo al Gobierno libio y la hoja de ruta con expresiones genéricas.
El objetivo de las potencias occidentales es, por supuesto, obtener la mayor participación posible en la reconstrucción del país y su riqueza subterránea.
Sin embargo, Francia fue uno de los países que más ayudó a la escalada de la guerra civil al apoyar con anterioridad al bando de Jalifa Haftar. Italia, de la misma manera, juega doble en materia geopolítica en Libia.
Por otro lado, Libia y Turquía firmaron acuerdos de jurisdicción marítima entre ambos; algo que incomodó a Grecia, un fiel aliado de Haftar.
Ver también: ¿Qué busca Grecia con su apoyo a Jalifa Haftar en Libia?
Grecia, que declaró a Muhamed al-Menfi persona non grata cuando era embajador de Libia en Atenas, ahora tiene que lidiar con Menfi como presidente del Consejo Presidencial de Libia, su nuevo cargo en el Gobierno de transición.
Los altos funcionarios libios llaman a esta nueva era "una especie de guerra económica". En otras palabras, expresan que muchos países ven a Libia como un "pastel" y buscan tomar la mayor parte posible.
Es posible que algunos países incluso estén tratando de alcanzar sus intereses manteniendo a Libia en una condición frágil. Para resumir, la mayoría (sino todos) los actores involucrados en la crisis libia buscan defender sus propios intereses en vista de las nuevas condiciones políticas en el país.
A pesar de este panorama, el Gobierno del nuevo primer ministro libio, Abdul Hamid Dbeibeh, actúa enfocado en el proceso de transición y los esfuerzos de reconstrucción del país.
Dbeibeh mantiene estrechas relaciones con todas las partes de manera muy racional, a fin de implementar la hoja de ruta que asegurará la normalización del país.
En este sentido, en pro de mantener un equilibrio político y social en el país, es posible ver que el nuevo Gobierno libio ha dado una importancia especial a sus relaciones con Turquía.
La posición de Turquía
La visita del primer ministro libio el pasado 12 de abril a Turquía, junto con toda su delegación, también es un indicador importante de las relaciones actuales entre Trípoli y Ankara.
Esta fue la primera visita oficial del alto funcionario libio al exterior, durante la cual se firmaron cinco acuerdos bilaterales en materia socioeconómica y se respaldaron los acuerdos de delimitación marítima entre ambas naciones.
Ver también: Primer ministro interino de Libia: ‘Turquía es un amigo y aliado de nuestro país’
La sinergia entre el Gobierno libio y Turquía, junto a la formación de mecanismos de cooperación bilateral, no fue fácil de lograr y requiere de un manejo cuidadoso para que continúe. No olvidemos que esta cooperación se estableció en un momento en que ambos países se encontraban bajo una intensa presión, enfrentando importantes amenazas.
Para ese momento, Libia luchaba contra la amenaza de que las tropas de Haftar controlaran todo el país y la reanudación de una nueva ola de violencia que no podía predecirse.
La amenaza más significativa para Turquía en la época eran las coaliciones que se formaban en su contra en el Mediterráneo Oriental.
La cooperación entre Turquía y Libia con el fin de eliminar estas amenazas fue un éxito y, conscientes de que pueden reaparecer amenazas similares, los dos países otorgan especial importancia a sus relaciones.
Los temas discutidos y los cinco acuerdos firmados durante la visita oficial del primer ministro libio confirman el buen estado de las relaciones actuales entre Trípoli y Ankara.
Al respecto, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, señaló que el acuerdo sobre la delimitación de jurisdicciones marítimas firmado en noviembre de 2019 es en pro de “la protección de la soberanía, la integridad territorial y la unidad política de Libia", además hizo énfasis en que "el bienestar del pueblo libio es uno de los principales objetivos de Turquía".
Sin embargo, para garantizar la integridad social y política de Libia, es necesario lograr la estabilidad entre las regiones (este-oeste-sur) en todos los sentidos. Especialmente la región sur del país puede considerarse como una nueva área de apertura en términos de su importancia estratégica, ya que es la puerta de entrada a África.
La profundización día a día de las relaciones Ankara-Trípoli se convirtió en un factor de gran importancia, pues estas juegan un papel crucial en materia del Mediterráneo Oriental para Turquía y en Libia para que el Gobierno legítimo se convierta en el actor dominante.
Por ende, Turquía debería continuar con sus esfuerzos de cooperación bajo las nuevas condiciones en el país, para seguir con los buenos resultados estratégicos en la región.
*El profesor Veysel Kurt es miembro de la facultad de la Universidad Medeniyet de Estambul; trabaja en los campos del autoritarismo, la democratización, las relaciones entre militares y civiles en Oriente Medio, y también trabaja en la Dirección de Estudios Estratégicos (SETA).
Las opiniones expresadas en este artículo pertenecen al autor y no reflejan necesariamente la política editorial de la Agencia Anadolu.
**Camilo Hernández contribuyó a la redacción de esta nota.