Análisis

Cambio de paradigma en las políticas de seguridad de Austria frente al islam

La agencia de seguridad del Ministerio del Interior de Austria cierra el capítulo de cooperación con la Comunidad Religiosa Islámica del país, adoptando la agenda derechista de criminalizar a los actores musulmanes.

Dr. Farid Hafez  | 21.08.2019 - Actualızacıón : 22.08.2019
Cambio de paradigma en las políticas de seguridad de Austria frente al islam Un hombre ora mientras los musulmanes circulan dentro del Masjid al-Haram, la mezquita más importante de la ciudad de La Meca y el primer lugar santo del islam. (Halil Sağırkaya - Agencia Anadolu)

SALZBURGO, Austria

Por: Fariz Hafez

Austria fue conocida por su población musulmana durante mucho tiempo como uno de los países más abiertos y progresivamente acomodadores en términos de vida y práctica musulmana.

Con la Ley del Islam de 1912, que se remonta a la monarquía de los Habsburgo, fue uno de los pocos países que reconoció legalmente al islam como una religión.

Sin embargo, en tiempos más recientes, Austria se ha vuelto infame por la propaganda anti-musulmana en su política partidaria, encabezada por el derechista Partido de la Libertad extrema, que anteriormente gobernó el país junto con los nuevos conservadores liderados por el ex canciller Sebastian Kurz en el Partido Popular OVP.

El OVP últimamente ha sido el principal defensor de la legislación anti-musulmana.

Durante su gobierno, esta antigua aceptación del islam se vio profundamente sacudida, y los musulmanes comenzaron a ser blanco de nuevas leyes e iniciativas, como la prohibición del hijab en jardines infantiles y escuelas primarias, o el intento de cerrar varias mezquitas.

Pero a pesar de eso, el aparato de seguridad austríaco, especialmente la agencia de seguridad del Ministerio del Interior, nunca antes se había suscrito a los patrones de la retórica anti-musulmana.

Más bien, solía ver a la Comunidad Religiosa Islámica de Austria (IGGÖ) como un socio contra el extremismo, y especialmente el yihadismo.

Sin embargo, esto también parece haber cambiado profundamente con el nuevo informe anual de la agencia de seguridad.

Tras el gobierno de una coalición de derecha por el Partido de la Libertad y los conservadores, la Oficina para la Protección de la Constitución (el nombre oficial de la agencia de seguridad) cerró el capítulo de cooperación y adoptó la agenda de derecha de criminalizar a los actores musulmanes.

Así, la IGGÖ ha comenzado a retratarse repentinamente como un peligro islamista, y ya no es un amigo musulmán.

Y los servicios prestados por la IGGÖ, apoyados por el propio Estado como la educación religiosa en las escuelas públicas, ahora se han colocado dentro del alcance de las actividades islamistas que se consideran peligrosas.

Esta nueva definición se extiende a la capacitación de maestros religiosos musulmanes para entregar lo que se llama "atención pastoral musulmana" a las cárceles y hospitales.

Todos estos servicios se han implementado hasta ahora con la asistencia del Estado, e incluso a través de fondos estatales.

La definición de estas funciones primarias de la comunidad religiosa islámica como una "amenaza islamista" convierte una institución religiosa legalmente reconocida en un enemigo.

Y el documento no lo deja ahí. En todo el mundo occidental, las corporaciones y los Estados hablan de la diversidad y la inclusión como valores importantes que deben fortalecerse para fomentar y promover la cohesión social.

Las instituciones más progresistas incluso hablan de empoderamiento y discriminación positiva. Sin embargo, este no es el caso con la agencia de seguridad austriaca, que ahora parece haber adoptado un enfoque negativo completamente nuevo.

Según el informe, los islamistas utilizarían la educación, los servicios de bienestar social y la organización de la vida cultural para crear una "contra-sociedad".

Su objetivo al hacerlo sería supuestamente evitar la "asimilación", que luego se convierte en el objetivo mismo de la propia agencia de seguridad.

Si bien muchos musulmanes austriacos argumentarían que la "integración" a menudo no es más que un eufemismo para la asimilación, nunca antes ninguna agencia estatal había hecho esto tan explícito en un documento oficial.

Al decir esto, la Oficina para la Protección de la Constitución claramente va más allá de su propio alcance, discutiendo no solo las amenazas de seguridad en la sociedad, sino también estableciendo una agenda social.

Si bien alega que los islamistas tienen una agenda para crear una sociedad alternativa, parece que esta agencia estatal en sí misma ahora está siguiendo una agenda para hacer invisibles a los musulmanes.

¿Pero a dónde conducirá esto eventualmente? Tras la presentación pública de esta nueva publicación, la OVP anunció de inmediato un conjunto de medidas para prohibir lo que ellos llaman "islam político".

Prácticamente, esto significa adoptar un nuevo acto específicamente para prohibir el islam político, crear un centro para monitorear y extender los poderes del Ministerio de Cultura para "manejar" la IGGÖ.

Parte de esto resulta de la nueva Ley del Islam, que había sido aceptada por el entonces liderazgo musulmán en 2015.

Lamentablemente, deja al descubierto los efectos desastrosos de una decisión y aprobación miopes, por lo que ahora se cuestiona el estado de la institución de la propia IGGÖ.

*Farid Hafez es politólogo e investigador principal en The Bridge Initiative en la Universidad de Georgetown.

*Las opiniones expresadas en este artículo son propiedad del autor y no reflejan necesariamente la política editorial de la Agencia Anadolu.

*Traducido por Maria Paula Triviño.


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