El coronavirus le devolvió la relevancia a la institución de la familia
Aunque la institución de la familia ha atravesado una serie de cambios drásticos y perdido importancia con el paso del tiempo, la pandemia le ha vuelto a dar relevancia.
ANKARA
Todo el mundo está luchando contra la pandemia del coronavirus (COVID-19) que surgió en la ciudad china de Wuhan, en diciembre de 2019.
La pandemia ha afectado a muchos países y ha causado la muerte de cientos de miles de personas sin discriminar entre ricos y pobres, jóvenes y ancianos.
No solo actúa de manera injusta sino también peligrosa.
Desde que inició hace cinco meses, expertos médicos, de salud y de muchos otros campos han intentado desarrollar vacunas en todo el mundo para combatir al mortal virus, y algunas veces escuchamos en las noticias que la vacuna con suerte estaría disponible en algunos meses.
Sin embargo, el virus no solo causa la muerte de las personas sino que las ha afectado a nivel psicológico, a los que luchan por sobrevivir, a los que se quedan en casa durante la cuarentena, a los desfavorecidos de la economía y a los que han perdido sus trabajos.
Parece ser que uno de los desafíos más grandes que ha influenciado a las personas durante la pandemia y lo seguirá siendo en el periodo posterior a esta son los problemas psicológicos causados por la ansiedad.
Varias personas atraviesan y atravesarán este desorden mental durante este tiempo, por lo que los expertos han empezado a hablar no solo sobre el efecto negativo a nivel psicológico que puedan sufrir muchas personas a raíz del virus sino también de posibles maneras de tratarlo.
Entre las opciones, el seguimiento psicológico se encuentra en primer lugar.
Pero una familia cálida y motivadora juega de igual manera un papel importante para curar la enfermedad psicológica.
La institución de la familia ha atravesado una serie de cambios drásticos y ha perdido importancia con el paso del tiempo desde el inicio de la revolución industrial.
Al día de hoy, este no es un tema de preocupación para muchas personas, particularmente para los jóvenes: simplemente no tiene significado en sus vidas porque creen que la vida familiar les impone restricciones y los carga con bastantes responsabilidades, por lo que es muy difícil manejar este tipo de vida, debido a problemas económicos. Esta perspectiva influencia a una gran parte de la población mundial.
Por lo tanto, no muchas personas jóvenes quieren casarse o buscan posponer este evento hasta estar más entrados en edad. Además, la tasa de divorcios se incrementa cada vez más, atacando de esta manera a los fundamentos de las sociedades estables.
Pero esta pandemia del COVID-19 ha demostrado no solo que una familia cálida y estable es de vital importancia y supone un refugio seguro, actuando como un centro de rehabilitación psicológica en estos duros tiempos, sino que también pone en evidencia que sus papeles nunca pasarán de moda.
Durante la pandemia, que ha logrado encerrar a la mayoría de personas en sus hogares, una vida familiar, decente y bien establecida podría jugar los siguientes tres papeles de la misma forma que en el pasado.
Primero, parece que la familia resulta ser un lugar para elevar el espíritu en el sentido emocional y psicológico.
Por ejemplo, con la rápida propagación del virus, muchas personas deben estar encerradas en sus hogares, estas se sienten aburridas y sienten que sus movimientos son bastante limitados. Ven todo el tiempo noticias en donde les ofrecen información sobre el número de muertes en el mundo, sienten miedo a raíz de esto y creen que no están seguros y que estarán durante mucho tiempo en sus casas.
Como resultado, se han reportado bastantes quejas psicológicas en Turquía y en todo el mundo.
Una vida familiar cálida y sólida con buenas relaciones ayudará a disminuir la gravedad del trastorno mental.
Los miembros de la familia se ayudarán y apoyarán mutuamente, hablarán y se escucharán, bromearán, reirán juntos, comerán juntos y pasarán tiempo, alentándose mutuamente no solo a olvidar el sentimiento de ansiedad del momento, sino también para darles una idea de que la vida continúa y que estos tiempos difíciles pronto pasarán.
En segundo lugar, la familia se convierte en una fuente de apoyo financiero y físico durante el tiempo de la pandemia.
Como escuchamos en la televisión y vemos a nuestro alrededor, por ejemplo, muchas personas han perdido sus trabajos; algunos han tenido que tomar licencias no remuneradas y los salarios de muchos otros se han reducido debido al cierre de muchas empresas.
Los gobiernos de todo el mundo están haciendo todo lo posible para ayudar a las personas necesitadas. Sin embargo, no siempre es fácil satisfacer la creciente demanda y responder al llamado de todos, de modo que la institución familiar desempeña un papel importante para apoyar de dos maneras a los miembros de la familia que enfrentan dificultades.
En primer lugar, los miembros de la familia se apoyan mutuamente en la parte financiera; comparten lo que tienen hasta que termine la pandemia, con lo que el espíritu de solidaridad, protección y pertenencia a un hogar estable les permite ponerse de pie y sobrevivir en estos tiempos difíciles. En segundo lugar, las familias que viven en diferentes lugares se unen y comienzan a vivir juntas como familias extensas.
De esta manera, reducen el costo de la vida y el costo del alquiler junto con el costo del gas, electricidad y agua, cuyos precios han aumentado dramáticamente durante la pandemia.
Por lo tanto, la antigua estructura de la familia extendida alivia la carga de tensión y presión impuesta no solo a personas necesitadas sino también a la sociedad que se esfuerza por hacer lo mejor para proteger la vida de las personas durante esta dificultad.
Finalmente, los roles anteriores que una buena familia pone en práctica vinculan a las personas angustiadas con el futuro durante esta dificultad, no solo al agregar significado y valor a la vida, sino también al levantar el ánimo.
Esta pandemia nos lleva a todos a un estado de pesimismo, lo que resulta en una visión sombría sobre el futuro. Dicho estado de ánimo puede generar ansiedad por el futuro, el trabajo, cuestiones financieras, educación y, sobre todo, sobre la vida.
Podemos perder nuestro sentido de continuidad ya que podemos resultar infectados de inmediato y morir instantáneamente si está escrito en nuestro destino.
Por lo tanto, en una situación tan trágica y miserable, una familia segura interviene para brindar atención moral y espiritual a sus miembros que se esfuerzan por aliviar la magnitud de la inquietud psicológica; una familia resiliente los calmará animándolos, charlando con ellos y proporcionándoles apoyo espiritual y moral.
En conclusión, aunque la institución familiar sufre profundamente hoy en día debido a la negligencia y la fragmentación de muchas maneras, la pandemia del COVID-19 ha demostrado una vez más que un núcleo familiar sólido y estable es de vital importancia en la sociedad no solo durante los buenos tiempos sino también durante los difíciles.
Nos proporciona amor, un sentimiento de seguridad y conexión; nos brinda la oportunidad de depender el uno del otro, compartir lo que tenemos, apoyarnos moral y espiritualmente y nos une a la vida.
*Ali Gunes es profesor de literatura inglesa en la Universidad Sabahattin Zaim en Estambul.
Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no reflejan necesariamente la política editorial de la Agencia Anadolu.
*Daniela Mendoza contribuyó con la redacción de esta nota.