El preocupante aumento del ciberespionaje durante la pandemia de COVID-19

Tras el inicio de la comercialización de la Internet y su entrada a la sociedad, esta nueva tecnología ganó gran importancia en todos los aspectos de nuestra vida diaria. A la par, las actividades de inteligencia se han vuelto mucho más sofisticadas en función de los avances tecnológicos.

Especialmente desde la década de 1990, con la rápida comercialización de la internet, esta tecnología ha comenzado a desempeñar una función muy importante en las actividades diarias tanto de los Estados como de la gente común. Por tal razón, un gran número de países ha desarrollado planes para utilizar tecnologías basadas en la internet e incorporarlas a las actividades clásicas de espionaje.

El proceso de digitalización ha pasado a una nueva dimensión tras la llegada de la pandemia de coronavirus (COVID-19) durante los últimos dos años. Durante la pandemia muchas empresas en todo el mundo han comenzado a incentivar a sus empleados a trabajar desde casa y las actividades de educación y formación y todo tipo de trabajo académico se llevan a cabo ahora mediante programas de videoconferencia remota.

En general, todo lo que tenía cierto grado de opción de digitalizarse pasó a serlo durante la pandemia y hoy en día estamos más ligados que nunca a esta clase de tecnología.

A lo largo de la pandemia, muchas instituciones y empresas están ahora cada vez más expuestas a ataques cibernéticos, tanto a nivel individual como institucional, a medida que hacen el cambio al trabajo remoto. Estos ataques están generalmente orientados a objetivos específicos y se llevan a cabo mediante un método de ataque cibernético llamado "phishing".

Un ejemplo de ataque de phishing podría ser un correo electrónico relacionado con la COVID-19 especialmente preparado por el atacante cibernético en suplantación de una institución oficial para obtener la información personal de la víctima mediante un enlace cifrado.

En este caso, toda la información privada de la persona cuya computadora es atacada también se proporciona para uso malintencionado por parte del agresor. Si la persona afectada por el ataque está trabajando en una institución de importancia estratégica, toda la información en su computadora estaría al alcance de los hackers y podría usarse en actividades de espionaje.

El alto costo económico de los ataques cibernéticos

Las operaciones de ciberespionaje durante el período de la COVID-19 han tenido serios costos económicos, especialmente para los países desarrollados. Según reportes, el costo de las actividades de ciberespionaje contra Estados Unidos le habrían costado al país unos 100 mil millones de dólares al año.

Algunos expertos estadounidenses sostienen que el nivel actual de desarrollo económico y tecnológico de China se logra mediante la transferencia exitosa de secretos comerciales y tecnológicos robados a través de operaciones de ciberespionaje y que esto ha aumentado aún más durante el período pandémico.

No solo Estados Unidos, sino todos los Estados que son potencias globales y regionales han enfrentado graves daños económicos debido al robo de secretos comerciales y tecnológicos como parte de operaciones de ciberespionaje.

Empresas internacionales que producen tecnología u operan en el sector de la salud pueden estar expuestas a operaciones de ciberespionaje organizadas por diversas fuentes. Esto puede generar graves pérdidas para el sistema económico internacional.

Algunas de las operaciones de ciberespionaje a gran escala que han ocurrido durante la pandemia de COVID-19 son las siguientes:

Piratas informáticos rusos y chinos llevaron a cabo un ataque de ciberespionaje contra la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y BioNTech en marzo de 2021 para obtener información sobre la vacuna contra el coronavirus desarrollada por BioNTech. Los hackers chinos habrían logrado robar parte de la información de la EMA desde una universidad alemana.

En marzo de 2021 se conoció que hackers robaron información perteneciente a 30 mil empresas estadounidenses debido a la brecha de seguridad en el sistema de comunicaciones de Microsoft, uno de los gigantes tecnológicos estadounidenses. Un experto en ciberseguridad afirmó que China podría estar detrás de este ataque al sistema de mensajería del gigante tecnológico.

En julio de 2020, el Departamento de Justicia de EEUU acusó a China de apoyar y proteger a piratas informáticos que realizaban ataques dirigidos a empresas que desarrollan la vacuna anti-COVID-19. Las autoridades presentaron cargos oficiales contra dos ciudadanos chinos que intentaron obtener información infiltrándose en los sistemas de las empresas de salud estadounidenses.

De manera similar a las acusaciones hechas por Estados Unidos, en julio de 2020, Reino Unido y Canadá acusaron a Rusia de atacar los estudios de la vacuna contra la COVID-19 con operaciones de ciberespionaje.

Como se puede ver, ha habido un aumento significativo en las actividades de ciberespionaje durante la pandemia, un periodo en donde la digitalización se ha extendido a todos los aspectos de nuestras vidas. Es obvio que los Estados, las instituciones internacionales y las grandes empresas tecnológicas seguirán enfrentándose a graves riesgos a menos que tomen medidas efectivas contra esta creciente amenaza.

*El profesor turco Ali Burak Darıcılı realiza trabajos en los campos de inteligencia, ciberseguridad, terrorismo e interacción tecnología-seguridad en la Universidad Técnica de Bursa-Turquía.

Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no reflejan necesariamente la postura editorial de la Agencia Anadolu.

**Camilo Hernández contribuyó a la redacción de esta nota.