Por: Carmen Rodríguez

Las protestas en Estados Unidos en contra de la violencia policial y el racismo no se detienen. Durante los últimos días, 15 mil personas han salido a las calles de Washington DC para unirse a las manifestaciones y demostraciones del movimiento “Black Lives Matter” (Las vidas negras importan) para expresar su rechazo hacia el presidente Donald Trump y sus políticas anti-inmigrantes.

“Tenemos miles de hombres negros y latinos asesinados cada año en el país a manos de la Policía. Con la pandemia tuvimos suficiente, ya no podemos más. No es solo por George Floyd. Hay muchas personas más, no podemos tolerarlo más. El país no puede tolerarlo más”, dijo Kara Fulton, profesora de la Universidad George Washington, en la capital estadounidense.

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La muerte de Floyd, quien falleció luego de que un policía blanco presionara su cuello hasta asfixiarlo, no solo reveló que el país no ha resuelto el grave problema del racismo. También fue el detonante que expuso el descontento social contra el Gobierno federal en medio de la pandemia. Trump ha alentado a la Policía a usar toda su fuerza en contra de los negros y los latinos desde su llegada a la Casa Blanca. 

“Estas protestas son el resultado de siglos de abusos y represión y los miembros de la comunidad negra están cansados. Nos hemos cansado de los abusos que se infligen en nuestra comunidad de manera rutinaria. Abusos que muchos simplemente se hacen los de la vista gorda y niegan. Esta es una demanda para ser escuchados y ser vistos”, dijo Alex Whisnant, coordinador del programa Youth in Development.

El discurso de Trump en el que les dijo a los gobernadores del país que debían ser más enérgicos contra los manifestantes, y en el que también llamó criminales a los activistas y en el que anunció el despliegue de la Guardia Nacional y las Fuerzas Armadas para dispersar las protestas, provocó aún más descontento y rechazo.

“Los problemas estructurales que han causado que muchos salgan a la calle no son nuevos y han sido una queja durante muchos años; esta es una acumulación de hace tiempo. Sin embargo, parece ser diferente esta vez: más personas se han unido a sus compatriotas afroamericanos para mostrar su disgusto por la muerte innecesaria de otro hombre negro”, le dijo a la Agencia Anadolu Brandon Pless, de Peace and Conflict Resolution.

El caso de Floyd no es el único. Representantes de la comunidad afroamericana aseguran que las palabras “no puedo respirar” han sido repetidas por muchas otras personas que han muerto a manos de policías en este tipo de procedimientos, incluso en medio de la pandemia.

“El mensaje es simple. Tenemos a policías que están agrediendo a nuestra gente, en nuestros vecindarios. Estas palabras: ‘No puedo respirar’ se repiten una y otra vez entre la gente que muere de maneras similares a manos de la Policía. En 60 años la violencia contra la comunidad no ha cambiado. Trump es racista, es nazi, estamos cansados porque él es quien representa una amenaza para nuestras vidas”, dijo Tracye Redd, activista y organizador de comunidades de la ciudad.

Víctimas de COVID-19

Las demandas sociales de la comunidad afroamericana no son nuevas. Semanas antes, cuando el pico de casos y muertes por COVID-19 alcanzaba su punto más alto en el país, las autoridades confirmaban que la comunidad latina y la afroamericana eran las más golpeadas por el brote de la enfermedad.

Hasta mediados de abril, las autoridades confirmaron que más de 4.000 muertes por coronavirus en New York afectaron a la comunidad negra. La muerte de Floyd sumó otra razón al desagrado hacia las políticas y la agenda de Trump, poco inclusivas.

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“Las quejas se hicieron más claras con el COVID-19. Era evidente que los afroamericanos registraban una tasa alarmante de las muertes. ¿Por qué es eso? El sistema para los afroamericanos ha estado ausente y esto se ha vuelto más evidente, incluso desde la Casa Blanca. El problema siempre ha sido una realidad, la única diferencia es la cantidad de atención que recibía”, dijo Pless.

Para los representantes de la comunidad afroamericana, los problemas sociales, de discriminación, de abuso policial, así como los asesinatos de sus miembros, se volvieron mucho más evidentes con la crisis de desempleo y salud que vive Estados Unidos por el brote de coronavirus.

“En este momento hay muchas cosas en los Estados Unidos. No solo los afroamericanos están muriendo por el virus COVID-19 a tasas significativamente más altas. Ahora estamos de luto por la muerte de hombres, mujeres y niños negros que siguen siendo asesinados sin sentido por las mismas personas que prometen servirnos y protegernos”, dijo Dionne Bostick.

Más protestas

Históricamente Washington DC es una ciudad en la que la mayoría de la población es afroamericana. En 1963, 250 mil personas se congregaron entre el Monumento de Abraham Lincoln y el Obelisco para escuchar el discurso de Martin Luther King, que quedó en la historia del país y en el que el líder afroamericano habló sobre su deseo de un futuro de igualdad.

En las calles de la ciudad, 57 años después, se vuelven a ver y a sentir voces que exigen el respeto a los derechos de las personas de color e inclusión.

“Cuando el doctor King fue asesinado, hubo protestas en todo el país, la gente estaba con las manos abiertas hacia el cielo, realmente molesta por todo lo que sucedía. Hoy no es diferente: no toma mucho tiempo para que la gente salga a las calles y se exprese. Los grupos se están organizando”, dijo la profesora de la Universidad George Washington.

Poco a poco importantes figuras se han pronunciado en contra del abuso policial y de las políticas de la Administración Trump. Esta semana, el expresidente Barack Obama dijo que la muerte de Floyd reveló la necesidad de reformas en el país y que el silencio de algunos sectores ante las protestas es preocupante.

Whisnant usa el término "asesinato" y no "muerte" para referirse a lo sucedido con George Floyd, "porque la partida de Floyd de esta vida fue el resultado de un acto malicioso de odio por parte de un hombre que no tenía en cuenta si Floyd vivió o murió", explica. Y continúa: "Ha desencadenado estas protestas porque nosotros en la comunidad negra estamos cansados de ser asesinados y encarcelados sin ningún motivo”.

Muchas de las personas que apoyan las protestas consideran que el país dio un gran paso atrás con la llegada de Trump a la Casa Blanca y que los grupos de la supremacía blanca, que están desesperados porque se convirtieron en minoría, se sienten muy bien representados por Trump.

La comunidad afroamericana está frustrada y cansada de los problemas raciales, de los asesinatos de sus miembros y de la injusticia, que considera que se abrieron campo nuevamente en el país con las políticas y los discursos de odio racial difundidos por el presidente.

“El mensaje es simple: la vida de los negros importa. Desde que llegaron los primeros esclavos al país hay abusos. En este país los gobiernos han abusado a la gente negra, en medio de la pandemia que está matando a más gente tenemos que los policías están brutalizando a los negros. Se ha justificado la violencia contra las personas que protestan pacíficamente, estamos cansados de esto”, dijo Redd.

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La jornada de protestas continuará. Este fin de semana grupos latinos convocaron a sus bases a unirse al movimiento. Se espera una concentración más grande que los días anteriores para el fin de semana en los alrededores de la Casa Blanca.