¿El Reino Unido habría creado su propia 'Bahía de Guantánamo' con los refugiados de Ruanda?
De acuerdo con lo acordado el jueves entre Londres y el país africano, la “gran mayoría” de quienes llegaron ilegalmente al país europeo serían enviados de vuelta, a pesar del historial negativo de derechos humanos.
Reino Unido
En los últimos días el Reino Unido ha sido criticado por establecer su propia “bahía de Guantánamo” en Ruanda, a raíz de su plan para reubicar a los inmigrantes irregulares o solicitantes de asilo que ingresan ilegalmente al país.
El Gobierno argumenta que el plan reducirá el número de personas que intentan entrar en el país.
Como signatario de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de las Naciones Unidas y el Convenio Europeo de Derechos Humanos, Reino Unido ha sido acusado de “dejar caer sobre otras naciones sus obligaciones internacionales”, después de su decisión de enviar y reasentar en Ruanda a quienes ingresaron ilegalmente en su territorio, a partir del 1 de enero.
¿Quiénes será enviado a Ruanda?
De acuerdo con la asociación conjunta de migración y desarrollo económico acordada el jueves entre ambos países, la “gran mayoría” de quienes llegaron ilegalmente al Reino Unido en barco o escondidos en camiones serán enviados de vuelta al país africano para ser reasentados y reconstruir sus vidas.
Se trata de la primera asociación de este tipo en el mundo, según la cual, la mayoría de los migrantes devueltos serán hombres solteros. Los reasentados recibirán apoyo que incluye educación, alojamiento y servicios de salud durante un máximo de cinco años.
Reino Unido ha prometido una inversión de GBP 120 millones en el desarrollo y crecimiento económico de Ruanda, así como apoyo financiero para los procedimientos de asilo, alojamiento e integración.
Aquellos cuyas solicitudes no sean aceptadas podrán recibir el estatus de inmigrante o ser devueltos a su propio país u otro país donde tengan derecho de residencia.
¿Por qué Reino Unido eligió Ruanda?
En años anteriores se había planteado la posibilidad de que Reino Unido enviara a los solicitantes de asilo a terceros países hasta que sus solicitudes se aprobaran. Sin embargo, las colonias británicas como la Isla de Man y Gibraltar dejaron bien claro que no aceptarán a ningún solicitante de asilo.
El año pasado se filtró a la prensa que el Gobierno británico planeaba enviar a los refugiados a la isla Ascensión, en el Atlántico sur y que anteriormente intentó llegar a acuerdos similares con Ghana y Albania, pero la iniciativa fracasó.
Tras la firma del acuerdo con Ruanda, el primer ministro británico, Boris Johnson, sostuvo que este país africano es un “país seguro”, reconocido mundialmente por su historial de acogida e integración de inmigrantes.
En respuesta a las críticas a raíz de los informes sobre malos tratos y casos de tortura en los centros de detención en Ruanda, Johnson afirmó que el país se “transformó por completo” en los últimos años.
En respuesta, la embajadora global para derechos humanos y representante permanente adjunta ante las Naciones Unidas de Reino Unido, Rita French, dijo en un comunicado en julio de 2021 que Ruanda “no apoya las recomendaciones para realizar investigaciones transparentes, creíbles e independientes” sobre las denuncias de muertes bajo custodia, tortura y abusos contra los derechos humanos.
Las organizaciones de derechos humanos y las organizaciones no gubernamentales también argumentan que el historial de derechos humanos de Ruanda no está limpio y que la deportación de personas a centros en este país es “peligrosa, cruel e inhumana”.
El acuerdo se asemeja al enfoque de Israel y Australia hacia los refugiados
Entre 2014 y 2017, Israel mantuvo un acuerdo con Ruanda y Uganda. Sin embargo, casi todos los 4.000 solicitantes de asilo africanos que llegaron a estos dos países en el marco del acuerdo abandonaron Ruanda poco después de su llegada para luego emigrar a Europa a través de las redes de traficantes de droga.
Desde 2013, Australia envía a los refugiados que intentan ingresar al país en barcos a los centros de detención establecidos en Nauru y la isla Manus de Papúa Nueva Guinea, con mala fama por casos de acoso, suicidio, agresión sexual y problemas de salud mental.
Las autoridades australianas aprovechan cada oportunidad para reiterar que nunca permitirán que las personas en cuestión ingresen al país, mientras ofrecen a los refugiados y solicitantes de asilo tres opciones: regresar al país de origen, establecerse en los países en los que se encuentran, Nauru y Papúa Nueva Guinea, o ser enviado a un tercer país.
La oposición ruandesa no está de acuerdo con Reino Unido
El líder del Partido Verde Democrático de Ruanda, Frank Habineza, afirmó que apoyarán a los refugiados que quieran venir a su país directamente, pero que están en contra de los países ricos, incluido Reino Unido, que dejan caer sobre otras naciones sus obligaciones internacionales solo porque tienen dinero.
Habineza dijo que el acuerdo de inmigración no es sostenible y pidió a Reino Unido que cumpla con sus obligaciones internacionales con respecto a los inmigrantes.
Las ONG critican el plan
Steve Valdez-Symonds, director de Derechos de Migrantes y Refugiados de Amnistía Internacional para Reino Unido, dijo en un comunicado que enviar personas a otro país para procedimientos de asilo es “el colmo de la irresponsabilidad” y que el Gobierno ha demostrado “lo lejos que está de la humanidad y realidad” en materia de asilo.
Keir Starmer, el líder del Partido Laborista, calificó la medida de “inútil” y “despiadado” y argumentó que el nuevo plan de inmigración de Johnson busca desviar la atención de la multa que recibió por violar las reglas del confinamiento por la COVID-19 en 2020.
*Traducido por Daniel Gallego.