ANKARA
La línea de pobreza en la capital de Irán, Teherán, aumentó un 80% en los últimos dos años, hasta 4,5 millones de tomanes (aproximadamente USD 258) al mes, según la agencia de noticias semioficial del país persa, Fars.
Este índice mide si los ciudadanos o núcleos familiares de los países se consideran pobres o ricos, dependiendo de sus ingresos mensuales o anuales.
Durante su comparecencia ante el Parlamento, el presidente del Centro de Investigaciones del Parlamento Islámico de Irán, Mohammad Ghasemi, recordó que en 2017, el límite de pobreza para una familia de cuatro personas era de 2,5 millones de tomanes (aproximadamente USD 143) al mes.
Este año, el Gobierno iraní elevó el salario mínimo interprofesional (SMI) un 21%, hasta 1,83 millones de tomanes (aproximadamente USD 119) mensuales.
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Irán trata de hacer frente a las consecuencias económicas de la pandemia del coronavirus (COVID-19) en el segundo año de la retirada unilateral de Estados Unidos del acuerdo nuclear de 2015.
Los embargos contra Irán, anunciados por el presidente de EEUU, Donald Trump, luego de su decisión de retirarse del Plan de Acción Integral Conjunto entre Irán-P5+1 el 8 de mayo de 2018, entraron en vigencia en dos etapas el 7 de agosto y el 5 de noviembre de 2018.
En la primera etapa, EEUU prohibió con sanciones el acceso del dólar, el oro y los metales preciosos a Irán y afectó también los sectores de acero, carbón, aluminio, automotriz y de aviación civil del país. Las sanciones de la segunda se dirigieron directamente al comercio de petróleo y energía de Teherán.
Estados Unidos amenazó el 2 de mayo de 2019 con sancionar a los países y empresas que continuaban comprando el petróleo de Teherán, por lo que las ventas cayeron bruscamente.
Las exportaciones de petróleo, principal fuente de ingreso de divisas extranjeras del Gobierno iraní, disminuyeron aproximadamente un 90%.
Hace dos años, un dólar se negociaba a 6.500 tomanes, la moneda local, mientras que hoy esta cifra se encuentra por encima de 16.100 tomanes. En consecuencia, la moneda iraní se ha depreciado 146% frente al dólar desde que EEUU se retiró del acuerdo nuclear.
La depreciación de la moneda afectó el comercio exterior, provocando un aumento de la inflación y una contracción de la economía.
En 2016, la economía iraní creció un 13,4 %, cuando entró en vigor el acuerdo nuclear y se levantaron las sanciones contra Irán y comenzó a contraerse en 2018, cuando Estados Unidos retomó las sanciones. Según los datos del Banco Mundial, la economía iraní se contrajo un 8,5% el año pasado.
La inflación en el país cayó al 9% por primera vez en 26 años en 2016. Como resultado de la retirada de EEUU del acuerdo nuclear y la aplicación de sanciones, la inflación aumentó a 52.1%. Según los datos del Centro de Estadística iraní, la tasa de inflación del último año, que finalizó el 20 de marzo de acuerdo al calendario usado en el país, fue del 34,8%.
La rápida depreciación de la moneda iraní y el aumento de la inflación también han afectado el poder adquisitivo del pueblo. El salario mínimo para este año es de 1.835.000 tomanes, aproximadamente 170 USD de acuerdo al cambio de mayo de 2018.
Teherán solicitó el 12 de marzo un préstamo de USD 5 mil millones del Fondo Monetario Internacional (FMI), cuando los recursos económicos se estaban agotando por los efectos de la pandemia y las sanciones. Esta fue la primera vez que el país llama a la puerta del FMI luego de la revolución de 1979, pero se afirma que el Gobierno de Estados Unidos intentó bloquear este pedido en el Fondo.
*Traducido por Daniel Gallego.
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