Cuarentenas parciales y alto testeo, por ahora, un exitoso modelo chileno para combatir el COVID 19
Chile registra menos fallecidos en comparación con otros países de América Latina, sin embargo, expertos aseguran que la desigualdad en el acceso a la salud podría ser su talón de Aquiles.
Chile
Por: Andrea Aguilar Córdoba
En Suramérica, países como Argentina, Ecuador, Perú o Colombia, donde se han decretado cuarentenas totales debido a la pandemia del coronavirus, registran mayor cantidad de muertos por causa de la enfermedad que Chile, cuya estrategia ha estado enfocada en decretar medidas de aislamiento social solo en las zonas que presentan más infectados, y a su vez, aumentar el número de test de diagnósticos para detectar a los contagiados que ya se superan los 9.000.
Con más de 50.000 pruebas realizadas, Chile es el país suramericano que más pruebas ha realizado gracias al medio centenar de laboratorios que actualmente están en capacidad para realizar el testeo, lo que ha permitido aislar y monitorear los casos.
Desde el mes de enero, el gobierno de Sebastián Piñera planteó la necesidad de un plan para combatir la COVID-19, cuando apenas empezaba a vislumbrarse como un problema sanitario que trascendía las fronteras de China, país de origen del virus.
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“El objetivo fue ir a buscar a aquellas personas que podrían llegar a nuestro país con COVID-19 y la segunda medida estratégica para poder contener la propagación del virus eran los test de laboratorio y fortalecer la red tanto pública como privada”, aseguró la subsecretaria de Salud Pública de Chile, Paula Daza.
El enfoque que ha tenido el Gobierno chileno ha sido “administrar la pandemia”, según ha señalado el ministro de Salud, Jaime Mañalich, para evitar que cuando se dé el pico de contagios, que se prevé para inicios de mayo, el sistema sanitario resista el impacto de la pandemia que deja, de momento, 116 fallecidos en el país.
El doctor Juan Carlos Said, médico internista y magister en salud pública del Imperial College London, señala que aunque Chile tiene mejores cifras que otros países latinoamericanos, tiene menos de la mitad de camas críticas por millón de habitantes que países como Italia o Francia y, a pesar de tener una población más joven que la europea, es el país con la mayor proporción de obesidad y sobrepeso, factores de riesgo para quienes contraen el coronavirus.
“Estamos en etapas iniciales de la epidemia y se adoptaron precozmente medidas de distanciamiento social. Eso ha permitido que el sistema de salud no colapse y pueda hacerse cargo de los enfermos. Sin embargo, regiones del sur están al límite de su capacidad”, señaló Said a la Agencia Anadolu.
Algo en lo que coincide la presidenta de la Sociedad de Enfermedades Respiratorias de Chile, Laura Mendoza, al señalar que la brecha de acceso a la salud que hay entre Santiago y las regiones podría marcar un punto de inflexión de un modelo en el que el nivel de la atención médica depende directamente del estrato social.
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“En Chile, el testeo es más amplio en comparación con otros países de Latinoamérica, pero ha sido irregular en la forma en la que se ha realizado, porque se ha hecho mucho más en la región metropolitana que en regiones y tiene un problema de barrera de acceso porque se paga, así que los que tienen mejor nivel socioeconómico han podido pagarlo más”, dijo Mendoza a la Agencia Anadolu.
Sin embargo, para el infectólogo Carlos Pérez, decano de la Facultad de Medicina y Ciencia de la Universidad San Sebastián, otra de las claves de la estrategia de Chile es que “todos los casos graves han podido ser atendidos, han tenido acceso a todos los cuidados y a los ventiladores mecánicos”, aunque admite que la situación podría cambiar cuando aumente el número de contagiados.
El Gobierno teme que con la llegada del invierno en el mes de junio, se incrementen los casos, por lo que el presidente Sebastián Piñera anunció un plan para ayudar a población en situación de calle y señaló que aumentarán las sanciones para quienes incumplan las cuarentenas y las disposiciones sanitarias. Además, quienes incurran en estas infracciones tendrán la obligación de prestar servicios comunitarios, como ayudar en consultorios y en hospitales.
"Vamos a enviar en los próximos días al Congreso un proyecto de ley para hacer más severas y más duras las sanciones para aquellos que no cumplen con las disposiciones y normativas sanitarias. Muy especialmente para quienes han reincidido", señaló el mandatario chileno.
Los especialistas chilenos coinciden en que, aunque la estrategia ha tenido éxito, aún es demasiado prematuro para evaluar si el sistema sanitario podrá responder, ya que a diario se reportan en promedio 350 infectados. Una estadística que ha ido creciendo exponencialmente desde el 1 de marzo, día en el que se detectó el primer infectado por COVID-19 en el país.
La enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19) es una afección respiratoria que se puede propagar de persona a persona. Se identificó por primera vez en un brote en Wuhan, China, en diciembre pasado y se ha extendido a cerca de 210 países y territorios.
La Organización Mundial de la Salud declaró el brote como una pandemia global el pasado miércoles 11 de marzo. De más de 2 millones de casos que han sido confirmados, más de 554 mil se han recuperado, mientras que las muertes superan las 146 mil, según los datos recopilados por la Universidad Johns Hopkins en EEUU.
Las naciones donde más víctimas ha dejado el coronavirus son: Estados Unidos, con 33.286; Italia, con 22.170 muertos; España, con 19.315; Francia, con 17.942; Reino Unido, con 13.759; Irán, con 4.959, y China, con 4.636.
En Latinoamérica, la lista de personas fallecidas por COVID-19 la lidera Brasil, con 1.952 fallecidos. Le sigue Ecuador, con 403 víctimas; México, con 486, y Perú, con 274.