Petróleo: entre un glorioso pasado, su oscuro presente y el futuro ligado al coronavirus
Expertos afirman que países petroleros en América Latina como Colombia y Brasil tendrán más daños en su economía que naciones que producen otro tipo de bienes, como Chile y Perú, en el marco de la pandemia del COVID-19.
BOGOTÁ, Colombia
Por: Sergio García Hernández
El precio del petróleo ha sido una de las noticias económicas más importantes del mundo en medio de la pandemia del coronavirus (COVID-19). El 2020 lucía prometedor para el crudo que cerró en 2019 sobre los 60 dólares para la referencia Brent y retomaba su tendencia de crecimiento.
Este año, el sector petrolero se venía adaptando a las nuevas condiciones del mercado luego de un pasado glorioso donde el barril llegó a cotizarse internacionalmente, entre 2011 y 2014, en USD 107 en promedio, según datos recopilados por la Dirección de Asuntos Económicos y Administrativos de la Cámara Colombiana de Bienes y Servicios Petroleros (Campetrol).
Para ajustarse a las recientes condiciones impuestas por el uso de la tecnología de fracturación hidráulica (fracking) y el aumento de la oferta de petróleo de Estados Unidos, el sector buscó operar a bajos costos.
“El 2019 cerró con un precio promedio Brent de 64,4 USD el barril, un 10% por debajo del promedio de los 71 USD por barril de 2018. Esta caída no representó pérdidas para la industria, por el contrario, en el 2019 el sector consolidó su recuperación”, mencionó Campetrol.
Las prósperas condiciones, sin embargo, se transformaron debido a la pandemia del COVID-19 en un presente oscuro, similar al color del mismo petróleo.
Ver también: ¿A qué se debe la histórica caída del barril de petróleo de EEUU por debajo de los cero dólares?
Un negro presente en América Latina
La demanda del hidrocarburo se redujo en el 2020 debido a las cuarentenas que pretenden combatir la propagación del coronavirus, decretadas en varios países del mundo, entre los que se encuentran algunos de los principales compradores como China, Estados Unidos y el bloque de naciones de la Unión Europea.
“Hubo una importante reducción en el consumo y un exceso de crudo en el mercado que empujó los precios a la baja”, detalló Campetrol.
Dentro de los hechos de más impacto en el negro presente del petróleo se encuentra la inédita cotización en negativo de sus precios en la referencia West Texas Intermediate (WTI) que se usa en Estados Unidos, después de que su valor del pasado lunes 20 de abril quedara marcado en la historia de la economía mundial.
Durante dicha jornada, los agentes que tenían petróleo estaban pagando hasta USD 40 por barril para deshacerse del devaluado y hasta hace unos años denominado ‘oro negro’.
Aquel lunes vencían los contratos de mayo para la compra de petróleo de referencia WTI, por lo que quienes los tenían buscaron vender ante la imposibilidad o el costo de guardar el crudo que les sería entregado el próximo mes.
La problemática se explica en que los tanques de almacenamiento de crudo están llenos por la falta de compradores en medio de la pandemia, lo que tiene paralizados a los vehículos en los garajes y los aviones en hangares y aeropuertos.
Incluso, hay buques que han servido de depósito ante la magnitud del petróleo que requiere almacenamiento, según detalla Campetrol basado en un reciente informe publicado por Bloomberg.
Felipe Campos, gerente de estrategias e investigaciones de la fiduciaria y comisionista Grupo Alianza, explicó que el sector petrolero está gravemente afectado, al punto de que podría quebrar a varias compañías.
“Un petróleo a USD 20, como está, es una situación muy fuerte. Me parece que pocos productores pueden hacer plata con esos precios y, si esto se extiende por tres o cuatro meses más, vamos a ver un golpe muy fuerte en el sector”, explicó Campos a la Agencia Anadolu.
Al hablar de las repercusiones en América Latina, Campos consideró que los países productores de petróleo en la región se van a ver afectados de una forma similar.
Asegura que Colombia y Brasil van a ser los países con más impactos y que, al final de 2020, estas naciones deberían tener un mayor daño en su economía, que aquellas en la región latinoamericana que no dependen del crudo y que se concentran en otro tipo de comercio.
“Creo que los países petroleros deberían marcar diferencia con respecto a los que no lo son y les debería ir peor a final de año, porque tienen un choque interno mucho más abrupto que, por ejemplo, Chile o Perú que venden cobre”, mencionó Campos.
El experto descartó que el tipo de referencia del petróleo que produzcan los países latinoamericanos, bien sea WTI o Brent, vaya a marcar una diferencia en el impacto sobre la economía.
“No creo que haya mucha diferencia en lo que uno cotice. Me parece marginal. Es peor, claro, si el país cotiza WTI que Brent, pero estamos hablando de una caída del petróleo generalizada. Se puede caer un 80% en una nación y en otra un 84%. Es mínima la diferencia. Esto es algo que nos afecta a todos. El golpe es igual de fuerte”, sostuvo Campos.
Ver también: Continúa el drama del petróleo en el mundo, el Brent cayó al nivel más bajo en casi 21 años
Al explicar la histórica caída del precio de referencia WTI del pasado 20 de abril, el analista mencionó que pudo haber sido el momento más crítico para el sector en la pandemia, aunque pidió estar atentos a lo que suceda el próximo 20 de mayo cuando se venzan de nuevo los contratos.
“Creo que vamos a estar un par de meses más con ese susto del petróleo entre USD 10 y USD 20 en la referencia WTI y esperaría que luego se estabilice entre USD 20 y USD 35 que es en lo que creo que vamos a terminar el año”, mencionó el investigador.
Campos, a su vez, se mostró optimista sobre el comportamiento de los contratos de referencia Brent, que se vencen el próximo jueves, sobre lo que no espera que pase algo como lo sucedido en aquel oscuro lunes.
“El petróleo de referencia WTI tiene capacidad de inventarios más limitada. Se suele guardar en la tierra, en general en la localidad de Cushing en Oklahoma, Estados Unidos, con una capacidad de almacenamiento que se ha estado llenando. El Brent, en cambio, se puede almacenar en agua lo cual da cierta flexibilidad. No requiere una planta enorme y puede estar en buques”, explicó.
Otra ventaja del petróleo Brent, para Campos, es que permite el intercambio de dinero cuando se vence el contrato. “No es papá y mamá comprando petróleo y buscando algún espacio donde almacenarlo, sino que simplemente el comprador asume que le fue mal y se pierde la plata”, sostuvo.
Alejandro Useche, profesor de la escuela de administración de la Universidad del Rosario y presidente del comité académico del Autorregulador del Mercado de Valores de Colombia, explicó que ante el exceso de oferta de petróleo en el mundo no es posible dejar de operar en los yacimientos, debido al costo que tiene.
“Los productores principalmente los de Estados Unidos no pueden fácilmente cerrar la llave y decir ‘ya no producimos más petróleo’”, indicó Useche a la Agencia Anadolu.
Useche mencionó que, aunque el precio del petróleo se recuperó en los días posteriores al lunes negro, el mensaje al mundo ese día fue contundente: “hay una sobre-oferta histórica de petróleo”.
Al igual que Campos, Useche sitúa las afectaciones en América Latina en el lado de los países exportadores, donde además de Brasil y Colombia, incluyó a México y Venezuela. “Esto implica menos entrada de dólares a los países, traducido en una subida en la tasa de cambio”, destacó.
“Buena parte del ingreso colombiano, cerca del 10% del presupuesto de la nación, se financia con el petróleo (…) Además, representa el 40% de todas las exportaciones. Así, definitivamente para nosotros tendría un impacto muy grande si sigue bajando el precio”, explicó Useche sobre el caso particular de su país pero que retrata la realidad de las naciones productoras de crudo.
Giovanni Reyes, investigador y profesor titular de la escuela de administración de la Universidad del Rosario de Colombia, coincide en que los países productores de petróleo tendrán una afectación por cuenta “de la caída de los ingresos no tributarios del Estado”.
Pero Reyes advierte que “está la otra dimensión, que son los países que consumen petróleo, como las naciones centroamericanas para las cuales no deja de ser la caída de los precios una noticia relativamente positiva”.
“El asunto es ver de qué lado está la economía. En el caso de la colombiana, por ejemplo, se impacta por los ingresos, pero hay otras economías que se pueden beneficiar por este asunto”, manifestó el académico.
El futuro del petróleo, atado al coronavirus
Felipe Campos también se expresó sobre el futuro petrolero. Advirtió que la recuperación del sector está ligada a la resolución que tenga la pandemia .
“Por ejemplo, si se descubre una vacuna, eso le va a dar una confianza enorme a los consumidores y al mercado para tratar de acercarse a los niveles que tuvimos en 2019. De pronto esto pase en 2021”, mencionó el gerente de estrategias e investigaciones del Grupo Alianza.
En palabras de Campos, más allá del fin de las cuarentenas la gran pregunta es si las personas van a volver a consumir como antes y en sectores claves para el petróleo, como el del transporte aéreo.
Aunque aún no se conocen las cifras reales de consumo de crudo mundial, según Campetrol algunos analistas estiman que la reducción en la demanda estaría entre 20 y 30 millones de barriles al día, de los 100 millones solicitados en promedio. Y allí, detrás de esa mágica cifra, se encuentra el colapso reciente del sector petrolero.
El sitio web de la Agencia Anadolu contiene sólo una parte de las historias de noticias ofrecidas a los suscriptores en el Sistema de Difusión de AA News (HAS), y en forma resumida.