¿Cuáles son las consecuencias de la huelga de camioneros en España?
Pequeños empresarios del sector de los camioneros, que han recibido apoyos del partido Vox, protestan ante las dificultades que tienen para obtener ganancias en medio de los efectos de la inflación y la guerra en Ucrania.
OVIEDO, España
Cuando los negocios y los consumidores luchan para hacer frente a los crecientes precios de la energía, una huelga nacional indefinida organizada por pequeñas empresas de camiones causa importantes interrupciones en la cadena de suministro en España.
Los autónomos y los pequeños empresarios protestan desde el 14 de marzo por su incapacidad para obtener ganancias en medio de los efectos de la inflación y la guerra de Rusia contra Ucrania, por lo que han detenido el tráfico en algunas ciudades, realizado bloqueos en zonas clave de distribución y se han negado a trabajar hasta que no negocien con el Gobierno.
“El paro del transporte obviamente me está afectando porque tengo productos que no están siendo entregados (…). Incluso los grandes almacenes no están recibiendo sus suministros. Estos son bienes de primera necesidad y afecta a todos”, dijo a la Agencia Anadolu Alberto Álvarez Gallardo, propietario de una tienda de alimentos orgánicos en Oviedo.
Asegura que ya ha notado que el negocio se ha ralentizado en alrededor de un 35% debido a la huelga. De hecho, la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB) ha denunciado los “graves problemas en la cadena alimentaria por la huelga de transporte”.
Y no son solo los supermercados los que tienen problemas llenando los estantes vacíos en medio de una combinación de compras por pánico y menos entregas.
Este lunes, Inditex, el minorista de ropa más grande del mundo, advirtió que las entregas en España podrían retrasarse debido a la protesta.
Las asociaciones de construcción advierten también que los proyectos podrían suspenderse pronto debido a que los materiales esenciales no están siendo entregados. “En estos momentos resulta imposible garantizar una distribución adecuada de productos clave para un sector esencial como el de la construcción”, indicaron en un comunicado.
“Las cadenas de suministro se están viendo cada vez más afectadas corriendo serio riesgo de sufrir cortes importantes o incluso su total interrupción y colapso con las importantes consecuencias que ello supondría”, indicaron.
Las manifestaciones y la falta de suministros ya han provocado que algunas fábricas, incluida la planta de Volkswagen en la región de Navarra, cierren la producción por completo hasta que puedan obtener las piezas necesarias.
Esto solo exacerba aún más los problemas de la cadena de suministro en España, donde otras fábricas que consumen una gran cantidad de energía, incluidos los principales productores de acero del país, ya han tenido que detener la producción a causa de los cambiantes precios de la electricidad.
Por otra parte, algunos grupos de pescadores decidieron permanecer en tierra firme por ahora debido a la amenaza de que su pescado no sea entregado y a los altos precios del combustible para botes.
Los agricultores también tienen dificultades para transportar sus productos frescos, incluida la leche. Otros no están recibiendo entregas indispensables de alimentos para animales, que también se han encarecido.
En algunas zonas, taxistas, agricultores y pescadores frustrados incluso se unieron a la protesta de los camioneros.
Al mismo tiempo, más asociaciones de camioneros amenazan con unirse a la huelga y causar estragos mayores si el Gobierno no hace algo para amortiguar el golpe de los históricos precios del diésel.
Desde que comenzó la huelga, algunos manifestantes habrían amenazado, arrojado piedras y acuchillado los neumáticos de otros camioneros.
Un despliegue policial masivo de alrededor de 24.000 agentes ha estado patrullando las carreteras para limitar los daños caudados por los manifestantes. Al menos 44 personas han sido detenidas y una recibió un disparo que no resultó fatal.
Sin embargo, el Gobierno se ha negado a dialogar con la plataforma detrás de la huelga, que el Ministerio de Transporte ha descrito como “radical” y alimentada por la ultraderecha.
Este lunes, tres ministros mantuvieron una reunión con el Comité Nacional de Transporte por Carretera de España para encontrar una solución, pero la Plataforma en Defensa del Sector de Transporte de Mercancías por Carretera, que convocó las protestas, asegura que la huelga no se detendrá hasta que sus representantes hablen directamente con el Gobierno.
Después de la reunión, los ministros anunciaron un paquete de ayuda de EUR 500 millones para todo el sector del transporte por carretera. Sin embargo, la plataforma indicó que eso no resolvería sus problemas, por lo que la huelga continuaría.
“Los acuerdos que ha alcanzado el Gobierno con las grandes asociaciones no sirven a los intereses de las pequeñas empresas de transporte. Somos los que poseen los camiones, los que pagamos el diésel, los que pagamos los impuestos y no podemos seguir así”, dijo a la Agencia Anadolu Manuel Pérez, un camionero autónomo. “Simplemente necesitamos poder ganarnos la vida con nuestro trabajo”, indicó.
Manuel Hernández, el director de la plataforma, defiende que el Gobierno está criminalizando injustamente a los camioneros.
Dolor de cabeza político
La plataforma ha sido aclamada por miembros del partido de ultraderecha Vox y los camioneros en huelga han expresado su frustración con el Gobierno actual, que dice ser apolítico.
Otros políticos, como Alberto Núñez Feijoo del Partido Popular de centroderecha, también criticaron el manejo de la huelga por parte del Gobierno. “Es difícil ver cómo se forma una tormenta como esta mientras el Gobierno solo se enfoca en buscar personas a las que culpar en lugar de encontrar soluciones”, dijo.
“Cuando la gente está preocupada, sale a la calle, y entonces, cuando encima es insultada por el Gobierno, solo empeora el conflicto ya acalorado”, aseguró Núñez Feijoo.
La huelga no podría llegar en peor momento para el Gobierno de España, que ha pedido a la sociedad paciencia ante los altos precios de la energía.
Los camioneros “le están haciendo el juego a (el presidente ruso, Vladimir) Putin”, dijo la ministra de Hacienda del Gobierno de España, María Jesús Montero.
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Los políticos son conscientes de que los precios de la electricidad amenazan con frenar la recuperación económica del país tras la pandemia de coronavirus y se han esforzado para encontrar soluciones a nivel europeo.
Durante una gira por Europa, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se reunió con otros líderes para hablar sobre los precios de la energía, y espera que se acuerde una nueva estrategia de la UE en la reunión del Consejo Europeo de esta semana.
Además, España indicó que anunciará el 29 de marzo medidas internas para reducir la carga de los precios de la energía, más de un mes después de que Rusia atacara a Ucrania.
En febrero, antes de que estallara la guerra en Ucrania y se dispararan los precios de la energía, estos ya habían subido la inflación en España a un 7,6 %, el nivel más alto en 35 años.
*Aicha Sandoval Alaguna contribuyó con la redacción de esta nota.