¿Por qué, pese a la crisis, en Venezuela siguen apoyando al chavismo?
El presidente Nicolás Maduro aspira a ser reelecto el próximo domingo con la ayuda del legado de Chávez, que sigue pesando en las elecciones de Venezuela, aunque el país se encuentra sumido en una crisis económica y social sin precedentes.

CARACAS, Venezuela
Por: Andreina Itriago.
El 4 de octubre de 2012 el expresidente Hugo Chávez cerró su última campaña en la avenida Bolívar de Caracas, el mismo sitio donde este jueves su sucesor, Nicolás Maduro, culminó la suya. El periodista mexicano Jorge Silva capturó hace seis años, en ese emblemático lugar, la imagen de Chávez bajo la lluvia.
José Barreto, entonces de 25 años, fue testigo de la escena. Este 17 de mayo, cuando volvió a la avenida Bolívar, fue inevitable recordarlo. “Chávez vive. Aquí lo tienes presente en los niños, en las madres, en los discapacitados, en los viejitos. En esta avenida vive”, le dijo a la Agencia Anadolu en un día que, a diferencia de aquel 4 de octubre, fue bastante soleado.
Esta vez recorrió en autobús más de 300 kilómetros, durante la madrugada, para asistir al acto de Maduro. Como él, otros adeptos al oficialismo hicieron una pausa en sus actividades de campaña para viajar a la capital, de cara a las elecciones de este 20 de mayo.
Todos aseguran que votarán por Maduro nuevamente, como Chávez lo ordenó en 2012, y dicen que ganará. “Somos una maquinaria, una organización disciplinada y leales”, afirmó Barreto. Confían en que en un nuevo período el presidente podrá “combatir la guerra económica”, a la cual atribuyen la crisis que atraviesa el país.
Quienes estaban en la avenida Bolívar este jueves sostenían el mismo discurso. “Nosotros sabemos que es el imperio, que odia al pueblo de Venezuela, el que nos quiere matar de hambre”, aseguró a la Agencia Anadolu Ana María Cabrera, una de las más de 16 millones de venezolanos que tienen el carnet de la patria, documento inteligente que sacó el Gobierno, paralelo al de identidad tradicional, que se utiliza para recibir ayudas gubernamentales.
Cabrera asegura que gracias al chavismo sus hijos reciben gratuitamente los libros que necesitan para estudiar: “Gracias a Dios nosotros conocimos a Chávez. Somos privilegiados por eso”.
También Esther Sandoval, una joven de 28 años, se considera afortunada: “Me dieron mi apartamento (como a otros 2 millones de venezolanos), recibo bonos, tengo Hogar de la Patria (un programa social que entrega ayudas económicas a las madres venezolanas). Tengo mucho que agradecer al presidente”, asegura. Y también a Chávez, a quien define como un maestro y un líder, y a quien dice llevar “en el corazón”.
“(Chávez) sigue siendo la máxima referencia ideológica para la comunidad de chavistas y millones (…) lo conservan como una figura que los orienta, inspira, llama a la lucha”, le aseguró a Anadolu el miembro de la Asamblea Nacional Constituyente que convocó Maduro, Jesús Silva.
El profesor de estudios políticos Carlos Luna lo definió como un “simbolismo político”. “Chávez y el chavismo no han desaparecido ni van a desaparecer, por los menos en los próximos años, del ideario político venezolano”, le dijo a la agencia Anadolu.
Pero no todo es color de rosa dentro del chavismo. Según Luna, como en una familia que pierde al padre, la figura de Chávez ha generado división. “Nos enterramos tanto en los problemas de la oposición que no nos damos cuenta de la fragmentación dentro del Gobierno. Eso le va a pasar factura”, acotó el también internacionalista.
Para el abogado Silva, sin embargo, el triunfo de Maduro es seguro y será por un margen de votos “muy significativo”. “La solución del problema (económico) la representa el Gobierno y no la representa la oposición, porque su cúmulo de equivocaciones ha generado desconfianza del pueblo hacia esos dirigentes tradicionales”, aseguró el constituyentista.
Maduro hizo una promesa este jueves en la avenida Bolívar: “Dedicaré mi vida a recuperar la economía del país”. Sus otros tres contendores, quienes le atribuyen la culpa de la crisis económica y aseguran que de ganar esta se profundizará, también centraron sus programas de gobierno en el tema económico.
País en efervescencia
De acuerdo con las más recientes cifras del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS), en abril de 2018 hubo un promedio de 31 protestas diarias, 25% más de las que se registraron en el mismo mes de 2017. “Una evidencia de la profundización del colapso”, sintetiza el OVCS en su informe mensual.
Los venezolanos protestan principalmente por fallas en los servicios básicos de agua, electricidad y transporte; por no poder acceder a alimentos ni medicinas.
El Frente Amplio Venezuela Libre (FAVL) ha estado detrás de varias manifestaciones. Se trata de una plataforma creada a principios de marzo por miembros de sectores de la sociedad civil, representantes de partidos de oposición y chavistas disidentes, entre otros, pero las protestas no han sido convocadas directamente por ellos.
“El ritmo de luchas lleva una velocidad mucho mayor a la del Frente Amplio”, reconoce Jesús Hermoso, dirigente de Bandera Roja, una organización marxista leninista que perteneció a la coalición opositora de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) hasta 2012, y que ahora se vuelve a unir a algunos de sus excompañeros en el FAVL.
Esta vez, asegura, la coalición es diferente a la de la criticada MUD. “Esto está saliendo de abajo. Hay una idea de apropiarse de la dirección política”, dice Hermoso. Sin embargo, la sensación en una parte de la sociedad venezolana es que la oposición “no está haciendo nada” ante esa “profundización de colapso” de la que habla el OVCS.
“Tienen años acostumbrados a ver a solo un conjunto de dirigentes y de repente empiezan a ver movimientos y no están esos dirigentes, entonces sienten que la oposición no está haciendo nada, y lo otro también es oposición”, argumenta el dirigente de Bandera Roja.
Para el politólogo Luna, además, el liderazgo tradicional se enfrenta a una situación adversa: “El pueblo, en vez de prestarle atención a cuestiones muy etéreas como la libertad y la justicia, el Gobierno intencionalmente lo llevó a luchar y estar pendiente día a día de las necesidades más básicas”.
Ahora, el FAVL tiene una tarea importante, que Hermoso resume en una pregunta: “¿Cómo hacemos para que el desespero se convierta en una fuerza política capaz de cambiar esto?”. Abstenerse el 20 de mayo es una de las formas de lucha que han propuesto. Para Silva, este será un “salto al vacío”.
Pero el Frente Amplio también organizó una agenda que arrancó el 16 de mayo con una movilización de unas 1.000 personas en Caracas, y que incluye un acto el día siguiente a la elección para desconocer lo que consideran una “farsa electoral”. Harán protestas nacionales e internacionales, así como un “importante anuncio de corrupción”, que será denunciado por la exfiscal que se desligó del chavismo, Luisa Ortega Díaz, y quien se encuentra exiliada en Colombia.
“Lo importante no es la elección; lo importante es después”, le aseguró a la Agencia Anadolu el profesor Luna, quien confía en que la presión internacional no demorará en surtir efecto en un hipotético nuevo gobierno de Maduro.
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