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¿Puede el coronavirus derrotar a Trump en su camino a la reelección?

A pesar de sus controversiales declaraciones sobre el coronavirus, el presidente de Estados Unidos ha ejecutado un plan de contención que ha beneficiado a millones de contribuyentes y que sigue cimentando su base electoral para una reelección.

Maria Paula Triviño Salazar  | 28.05.2020 - Actualızacıón : 30.05.2020
¿Puede el coronavirus derrotar a Trump en su camino a la reelección? WASHINGTON DC, EEUU - FEBRERO 26, 2020: El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en Washington DC, Estados Unidos, el 26 de febrero de 2020. (Yasin Öztürk - Agencia Anadolu)

BOGOTÁ, Colombia

Por: Maria Paula Triviño

Para nadie es un misterio que, en medio de la pandemia, Donald Trump ha hecho declaraciones que rayan con lo risible. Incentivar a la gente a salir de casa, automedicarse con hidroxicloriquina o inyectarse desinfectante para contener al coronavirus, no parecen ideas de un presidente de los Estados Unidos, y sus contrincantes políticos han sabido aprovechar esas salidas en falso.

Incluso, a principio de esta semana, Twitter agregó advertencias de desinformación en los tuits del mandatario, debido a que la compañía estableció que muchos de los mensajes compartidos por él contienen desinformación sobre los procesos electorales. 

Aunque muchos vean al presidente como el charlatán de moda, Trump sigue encarnando los ideales políticos de millones de estadounidenses que creen que él está haciendo a ‘Estados Unidos grande de nuevo’.

El profesor e investigador de la Universidad Externado de Colombia, David Castrillón, cree que son tres las buenas decisiones que Trump ha tomado para detener la crisis en la salud pública y en la economía de Estados Unidos durante la que muchos llaman la peor crisis desde la Gran Depresión.

“La primera es una decisión de No Acción. Esta administración muchas veces se ha quitado del camino, permitiendo que otras ramas del poder y otros niveles del Gobierno hagan su trabajo. Por ejemplo, permitiendo que el Congreso y los gobiernos estatales hagan lo que tengan que hacer”, dice Castrillón.

“El Congreso ha pasado cinco medidas para apoyar a los estadounidenses para reactivar la economía y es posible imaginarse que un presidente más fiel a los valores conservadores no hubiera firmado estas medidas o que se hubiera metido en los debates. El Congreso ha expandido su capacidad de gobernar”, afirma Castrillón. 

Precisamente, el Acto CARES (Ayuda, Alivio y Seguridad Económica de Coronavirus) fue firmado por Trump a mediados de marzo y dispuso USD 2 billones para combatir los impactos económicos y de salud de la pandemia. A pesar de que muchas empresas pequeñas se han quejado por lo complicado que es acceder al plan de créditos dentro del programa PPP (Paycheck Protection Program), este es el paquete de ayudas más grande que se haya firmado en la historia de Estados Unidos.

Además, el Congreso logró votar para que los prestatarios de dicho programa puedan tener mayores plazos a tasas de interés muy bajas y usar los préstamos para mejorar el acceso de los empleados a equipos de protección personal.

Durante la pandemia, Trump ha continuado con su política económica nacionalista y por eso, cerca de USD 48.900 millones del Acto CARES están destinados a programas del Departamento de Agricultura, mientras el mandatario ha reforzado su mensaje de blindar a los productos del campo estadounidense contra las importaciones.

Otra de las banderas de la administración son los cheques por desempleo. Según la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), en abril el desempleo se ubicó en el 14.7% y para mayo, más de 40 millones de personas habían pedido este amparo.

En este momento, el Congreso debate si se debe entregar o no un segundo cheque en una medida que ahora se conoce como Ley Heroes, aprobada por la Cámara de Representantes el pasado 15 de mayo por un valor de USD 3 billones. Esto entregaría un bono de hasta USD 1.200 por persona, con un límite de USD 6.000 por vivienda. Además, los USD 600 dólares semanales que se pagan por desempleo se otorgarían hasta enero de 2021. 

Los oponentes de la ley dicen que esta incrementaría el déficit federal del país y haría que la gente pierda el interés en conseguir trabajo, ya que muchos ganarían más de lo que perciben mensualmente por sus labores. Sin embargo, esta medida que ha ayudado a las familias en esta pandemia ha sido una de las grandes victorias de Trump.

“La segunda buena decisión del presidente fue invocar a finales de marzo la Ley de Producción de Defensa para forzar a empresas como General Motors a fabricar respiradores artificiales”, dice Castrillón.

Esa ley fue aprobada en 1950, al inicio de la guerra de Corea y autoriza al presidente en ejercicio a obligar a las empresas a priorizar contratos necesarios para la defensa nacional, así como forzar a la industria a expandir la producción de recursos básicos.

A principio de la pandemia, el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, afirmó que solo la ciudad de Nueva York necesitaría 4.000 ventiladores más de los que tenía para enfrentar la crisis. La decisión de Trump permitió que el país exportara ventiladores a países como Ecuador y que ningún lugar de Estados Unidos haya tenido una escasez de respiradores artificiales, aunque no ocurre lo mismo con implementos médicos básicos como las mascarillas médicas.

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Antes de la pandemia, la mitad de las máscaras faciales producidas en el mundo provenían de China. En el caso de la mascarilla tipo N95, la tela fundida que se necesita para su elaboración es muy costosa y difícil de producir y es por eso que las empresas estadounidenses compran esta materia prima en el país asiático. Incluso, a pesar de la guerra comercial entre ambas potencias, el 3 de abril la Agencia de Medicamentos y Alimentación de EEUU o FDA se vio obligada a emitir una Autorización de Uso de Emergencia (EUA) para importar N95 desde China que “cumplieran con ciertos estándares de seguridad”.

Con mira a las elecciones

Para Castrillón, “una tercera decisión que se empieza a solapar con el tema electoral es el discurso de la reapertura y la reactivación económica y eso le ha dado mucha tranquilidad a los inversionistas y empresarios del país. Aún no se sabe si eso va a funcionar porque se espera una segunda ola de contagios, pero las Bolsas muestran una recuperación”. 

También es cierto que los mercados se han recuperado ​​por los informes sobre una posible vacuna y las declaraciones del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, quien el 17 de mayo continuó su visión optimista frente a la recuperación económica, asegurando que si no hay una segunda ola de contagios, “la economía repuntará ininterrumpidamente a lo largo de la segunda mitad de este año”.

De igual forma, la administración está usando la mencionada Ley Heroes para ampliar el crédito fiscal de retención de empleados y así ayudar a los jefes a mantener a los trabajadores en la nómina de sus respectivas empresas.

En cuanto al campo electoral, la pandemia ha impuesto un reto enorme a Trump, quien en febrero tenía casi asegurada una reelección en las elecciones presidenciales del próximo 3 de noviembre. 

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“Aún no sabemos cuál discurso va a ganar; si va a ser el de Biden de poner la vida primero y continuar con el cierre económico, o el de Trump para impulsar la reactivación económica. Asimismo, los grupos electorales más afectados por el coronavirus son los afroamericanos y los latinos que desde un principio no apoyaban a Trump. Por eso, la sorpresa estará en los estados donde no han habido tantas muertes”, concluye Castrillón. 

Según la columna del editor fundador del diario Politico, John F. Harris, publicada el 21 de mayo, “las personas que apoyan a Trump dicen que él no representa su ideal de cómo debe actuar un presidente. Pero estos no son tiempos ideales y esto convierte a Trump en un gran líder para estos tiempos particulares”.

Muchos de los votantes que creyeron en sus propuestas para restaurar la economía después de la era Obama, hoy le critican que le importe más la economía que cuidar de la salud de sus connacionales. Sin embargo, son más los que confían en su capacidad para volver a generar empleos después de que el coronavirus de una tregua al país.

En un sondeo realizado por Fox News la semana pasada, Biden aventaja a Trump por nueve puntos sobre cuál líder está mejor capacitado para manejar la pandemia; pero según una encuesta de CNN/SSRS publicada al mismo tiempo, un 45% de los norteamericanos frente a un 32% cree que Trump está mejor capacitado que Biden para mejorar la economía del país.

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