El medio canadiense CBC afirmó el jueves que un grupo de 15 abogados de todo el país realizó una petición ante la Corte Penal Internacional (CPI) para que investigue por crímenes contra la humanidad al Gobierno de Canadá y al Vaticano, tras los hallazgos de los restos de 215 niños indígenas en una fosa común al interior del internado católico de indígenas de Kamloops, ubicado en Columbia Británica.

El líder del grupo de abogados, Brendan Miller, transmitió sus solicitudes oficiales sobre el tema al fiscal general de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan.

En declaraciones para la CBC, Brendan Miller señaló que la investigación podría llevar al enjuiciamiento de empleados, agentes y actores de la Iglesia católica y el Gobierno de Canadá, quienes estuvieron involucrados en la creación y encubrimiento de cementerios ocultos en el internado.

Aún se desconoce la causa de muerte de los niños cuyos cuerpos fueron encontrados en el internado.

Miller afirmó que las muertes, los entierros y el trato de los niños bajo la protección del Gobierno y la iglesia son evidencia de crímenes de lesa humanidad y señaló que quieren que la CPI "haga lo que sea necesario para revelar la verdad".

"Hasta ahora, ni el Gobierno federal ni el Vaticano han tomado las medidas necesarias para cumplir con las expectativas", señaló Miller quien instó a todos los profesionales legales de Canadá a apoyarlos.

La CPI, con sede principal en La Haya (Países Bajos), tiene jurisdicción para investigar y enjuiciar cuatro tipos de crímenes, uno de los cuales son los crímenes de lesa humanidad que son "violaciones graves cometidas como parte de un ataque a gran escala contra cualquier población civil".

Los crímenes de lesa humanidad incluyen asesinato, violación, encarcelamiento, desaparición forzada y esclavitud, especialmente contra mujeres y niños.

Después del hallazgo de los cuerpos de 215 niños indígenas en el internado de nativos americanos en la ciudad de Kamloops, se inició una búsqueda en todos los internados de este tipo que operan en Canadá.

En los cementerios y los alrededores de los 139 internados del país que figuran en los registros, se escanean mediante radares posibles tumbas de niños.

El internado de nativos americanos de Kamloops fue uno de los más grandes de Canadá, de los 139 que existen en el país, y fue operado por la Iglesia católica entre 1890 y 1969 antes de cerrar a finales de la década de 1970.

Estas escuelas comenzaron a funcionar en la década de 1830. Hasta 150.000 niños indígenas fueron separados de sus padres y llevados a estas escuelas, a veces por la fuerza, en un intento por erradicar su cultura.

Las escuelas estaban dirigidas por varios organismos religiosos, incluidos los católicos romanos y los anglicanos, y luego quedaron a cargo del Gobierno canadiense.

Está bien documentado que muchos de los niños fueron abusados física y sexualmente, incluso sentados en sillas eléctricas y obligados a comer su propio vómito, informó la Canadian Broadcasting Corporation.

La última de estas escuelas se cerró en 1997. En 2008 se estableció una Comisión de la Verdad y la Reconciliación que recorrió el país para escuchar los testimonios de sobrevivientes de escuelas residenciales y de sus familias.

La comisión calificó estas escuelas como una forma de genocidio cultural, término con el que estuvo de acuerdo el primer ministro, Justin Trudeau. El Gobierno ha pagado más de 3.000 millones de dólares canadienses a las víctimas.

*Camilo Hernández contribuyó a la redacción de esta nota.