Por: Peter Kenny

Jens Laerke, portavoz en Ginebra de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU, expresó el viernes su preocupación por la escalada de la violencia entre Israel y Palestina, que afecta gravemente la vida de las personas en las zonas densamente pobladas de Gaza.

"El recuento de víctimas sigue aumentando en ambos lados del conflicto y los civiles están sufriendo", dijo Laerke este viernes en una conferencia de prensa.

"En la Franja de Gaza, hogar de aproximadamente 2 millones de palestinos, las hostilidades también están teniendo un impacto en el acceso al agua, el saneamiento, la atención médica y la respuesta al COVID-19".

El portavoz aseguro que se informaron daños extensos a propiedades civiles en áreas densamente pobladas en toda Gaza, que también limita con Egipto, con más de 200 unidades de vivienda destruidas o gravemente dañadas y 24 escuelas sufriendo daños debido a ataques aéreos desde el 10 de mayo.

“Los socios educativos nos informan que 31 instalaciones educativas, incluidas escuelas, centros de formación profesional e instalaciones de educación superior, se han visto afectadas desde el inicio de la escalada”, dijo Laerke.

La mitad de la población de Gaza es menor de 18 años

Laerke señaló que la mitad de los casi 2 millones de personas que viven en Gaza son menores de 18 años y señaló que hay informes de cientos de personas que buscan refugio en escuelas administradas por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), especialmente en la parte norte del país.

Las autoridades israelíes han cerrado el cruce de Erez en el norte de la Franja de Gaza desde el 10 de mayo, incluso para los trabajadores humanitarios y el cruce de Kerem Shalom en el sur, que se utiliza para transportar mercancías y combustible.

Dadas las reservas limitadas de combustible, la única planta de energía de Gaza funciona solo con dos de sus cuatro turbinas, lo que provoca cortes de energía diarios de 8 a 12 horas.

La planta desalinizadora de agua de mar del norte de Gaza aún no está en funcionamiento, lo que afecta el acceso de unas 250.000 personas al agua potable.

Otras 230.000 personas de la ciudad de Gaza y Khan Younis tienen acceso limitado al agua corriente debido a los crecientes cortes de energía y daños en las redes.

Alrededor de 700 metros de redes de aguas residuales en Beit Lahia, la ciudad de Gaza y Khan Younis han sido averiadas, lo que provocó flujos de aguas residuales en las calles.

Además, toda la actividad pesquera sigue prohibida frente a la costa de Gaza.

"Seguimos pidiendo una reducción inmediata de la violencia en todo el territorio palestino ocupado e Israel, recordando a las partes en el conflicto su obligación de proteger a los civiles y permitir el acceso de los grupos humanitarios para brindar asistencia de manera segura", dijo Laerke.

*Maria Paula Triviño contribuyó con la redacción de esta nota.