WASHINGTON

Al menos 63 personas han muerto en una tormenta invernal masiva que azotó gran parte del medio oeste y norte de Estados Unidos, según informaron este martes 27 de diciembre los medios locales.

Byron Brown, alcalde de Buffalo, ubicada al oeste del estado de Nueva York y donde las autoridades reportaron 27 muertes, dijo al canal de noticias MSNBC que la tormenta fue "probablemente peor que cualquier cosa que esta ciudad haya visto en más de 50 años".

El Servicio Meteorológico Nacional había señalado este lunes que la tormenta "llegará a su fin gradualmente este martes".

El fin de semana navideño se vivió una tormenta de nieve que causó que cerca del 60% de la población de EEUU estuvieran sujetos a algún tipo de aviso climático, así como temperaturas y condiciones extremas.

La nieve azotó gran parte del centro del país, pero se extendió desde los Montes Apalaches hasta la frontera sur con México.

Las condiciones en el oeste del estado de Nueva York fueron especialmente fuertes, ya que los aires se presentaron con fuerza de huracán. Un "ciclón bomba" sobre los Grandes Lagos, o una caída rápida de la presión atmosférica durante una tormenta, desencadenó la tormenta extremadamente peligrosa, que le quitó la vida a muchas personas en automóviles y casas que buscaban refugio en medio del fenómeno climático sin precedentes.

Los aeropuertos de varias ciudades cerraron ante el mal tiempo.

Según el sitio web FlightAware, más de 2.800 vuelos que se realizarían este martes fueron cancelados.

El presidente estadounidense, Joe Biden, aprobó una declaración de emergencia para el estado de Nueva York luego de la tormenta mortal.

*Aicha Sandoval Alaguna contribuyó con la redacción de esta nota.