Alemania necesitaría cubrir un vacío de 260.000 puestos anuales de mano de obra calificada hasta 2060, según la fundación germana Bertelsmann Stiftung (BSt, por sus siglas en alemán), con sede en la ciudad alemana de Gütersloh.

Un estudio de BSt apunta a que la falta de mano de obra calificada, en una Alemania cada vez más anciana, no podría cubrirse solamente con inmigrantes de países miembros de la Unión Europea (UE), señalando que 114.000 puestos deberían ser cubiertos por personas procedentes de la UE, mientras que 146.000 por inmigrantes procedentes de países fuera de la UE.

El crecimiento de la economía alemana y el envejecimiento de su población hacen que el déficit en la mano de obra aumente cada día.

Según datos del Ministerio Federal de Trabajo y Asuntos Sociales (BMAS, por sus siglas en alemán), el país germano posee un déficit de mano de obra de 1,25 millones de puestos en estos momentos, mientras que el Instituto de Economía Alemán calcula que este déficit provoca una pérdida anual de EUR 30.000 millones a la economía del país.

Por su parte, expertos calculan que para 2030 el número de empleados entre 20 y 64 años de edad disminuirá en 3,9 millones hasta los 45,9 millones, mientras que para 2060 la disminución alcanzará los 10,2 millones.

El sector de cuidado de ancianos es uno de los que menos demanda tiene por parte de los ciudadanos alemanes debido a los salarios bajos, a la carga de trabajo excesiva y a las noticias sobre el mal trato hacia los empleados y pacientes. Así pues, el sector debe paliar su déficit de mano de obra con personal extranjero.

Datos del Ministerio Federal de Sanidad indican que el déficit actual en los diversos centros de atención a la tercera edad ronda ente 50.000 y 80.000 puestos.

El ministerio prevé que en los próximos años la cifra de ancianos en necesidad de atención aumentará considerablemente.

En declaraciones al corresponsal de la Agencia Anadolu, Fatma Dik-Thiel, empleada en un centro para ancianos perteneciente a los servicios sociales en la ciudad de Colonia y administradora de varios proyectos para ancianos de origen inmigrante, explica que la falta de empleados suficientes causa problemas.

“El aumento anual del déficit de cuidadores de pacientes demuestra que el sistema no funciona como debería”, comenta Dik-Thiel.

En 2017, el número de ancianos con necesidades de cuidados ascendía a 3,3 millones. Se calcula que para 2030 esta cifra se eleve a cuatro millones, mientras que para 2050 sea de 5,3 millones.

*Traducido por Daniel Gallego.