Ebrahim Raisi fue aprobado como nuevo presidente de Irán por el líder supremo del país, Alí Jamenei, este martes 3 de agosto en una ceremonia a la que asistieron altos funcionarios gubernamentales y militares.

El evento marcó el final oficial del mandato de la administración reformista de Hassan Rouhani, quien ocupó la presidencia durante ocho años.

En Irán, la ceremonia de aprobación del presidente entrante, que se realiza antes de la ceremonia de juramentación, se considera la confirmación oficial del nuevo presidente y el fin del mandato de la administración en ejercicio.

El ministro del Interior, Rahmani Fazli, comenzó el evento al presentar un informe sobre las elecciones presidenciales de junio, que registraron la participación más baja en la historia de Irán posterior a 1979.

Por su parte, luego de recibir el certificado de aprobación, el nuevo presidente dijo que su administración trabajará por el "cambio".

Aseguró que la votación presidencial de junio, que ganó con casi 18 millones de los 28,9 millones de votos emitidos, es un claro mensaje para "poner fin al status quo" y resolver los problemas económicos, sociales y culturales del pueblo.

Raisi, un clérigo conservador de 60 años que anteriormente se desempeñó como jefe de la judicatura, era uno de los críticos más fuertes de las políticas económicas de la administración Rouhani.

"La demanda de la gente del nuevo gobierno es un cambio y este cambio es inevitable", señaló.

En un ataque indirecto a la administración saliente, aseguró que el sustento del pueblo había sido dañado y su confianza aplastada, principalmente debido a los problemas económicos.

Agregó que su administración "se esforzará por levantar las sanciones", pero no atará a Occidente el sustento del pueblo, al reiterar su política de "vecinos primero" de la que habla a menudo.

La administración saliente enfrentó duras críticas, especialmente en los últimos dos años, por el deterioro de la economía, el aumento de los costos y las malas condiciones de vida.

En su discurso, Jamenei habló de la "extrema necesidad" de una "gestión competente, sabia y valiente" que sea capaz de movilizar el potencial de la nación, especialmente la juventud, para ayudar al país a dar un salto adelante.

Raisi, considerado un leal lugarteniente del líder supremo, recibió elogios de este último por su "piedad, sabiduría y brillante desempeño administrativo".

Jamenei instó a Raisi a seguir su lema de "gobierno popular", ser el "rostro de la unidad" y "hablar honestamente con el pueblo".

Agregó que el Gobierno debe "hacer frente a la corrupción" y "evitar decisiones económicas apresuradas" para resolver la crisis.

Además, reiteró su llamado a "contrarrestar la guerra blanda" a través de los medios y dijo que los "enemigos" buscan "trastornar las mentes de la gente en Irán" a través de esta guerra.

Raisi prestará juramento como nuevo presidente este jueves en una ceremonia a la cual se espera que asistan funcionarios de al menos 70 países y en la cual presentará su gabinete.

La aprobación del nuevo presidente se produce en medio de las renovadas tensiones entre Irán y Occidente por el ataque de la semana pasada a un petrolero operado por Israel frente a la costa de Omán, del cual Irán fue culpado por Israel, Estados Unidos y Reino Unido.

*Aicha Sandoval Alaguna contribuyó con la redacción de esta nota.