El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos anunció la prohibición de la importación de productos de algodón del Cuerpo de Producción y Construcción de Xinjiang (XPCC), en el noroeste de China, debido a las condiciones de trabajo forzoso de miembros de la minoría étnica uigur.

El Departamento comunicó que el personal de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) en todos los puertos de entrada de Estados Unidos detendrá todos los envíos procedentes del XPCC, una organización económica y paramilitar estatal que supuestamente se beneficia de los productos fabricados mediante el trabajo forzoso de la minoría uigur en la Región Autónoma Uigur de Xinjiang.

“La Oficina de Comercio de las CBP ordenó la emisión de una Retención de la Orden de Liberación (WRO) de productos de algodón elaborados por el XPCC, basándose en información razonable que apunta al uso del trabajo forzoso, incluido el empleo de convictos”, dijo la Oficina en un comunicado.

“La WRO se aplicará a todos los productos de algodón producidos por el XPCC y sus entidades subordinadas y afiliadas, así como a cualquier producto que se fabrique en su totalidad o en parte con ese algodón como prendas de vestir y textiles”, agregó la Oficina.

El subsecretario interino del DHS, Ken Cuccinelli, dijo que los abusos de los derechos de las minorías étnicas y musulmanas en China por parte de su Gobierno no serán tolerados por el presidente Donald Trump y el pueblo estadounidense.

“El DHS está tomando la iniciativa para hacer cumplir nuestras leyes con el propósito de asegurarse de que los abusadores de los derechos humanos, incluidas las empresas estadounidenses, no puedan manipular nuestro sistema para beneficiarse del trabajo esclavo. 'Made in China' no es solo un país de origen, sino una etiqueta de advertencia”, dijo Cuccinelli en el mismo comunicado.

En julio, Washington incluyó en su lista negra al XPCC, al que acusó de jugar un papel fundamental en la represión de Beijing contra los uigures turco-musulmanes en Xinjiang, junto con Sun Jinlong, un exagente del XPCC, y Peng Jiarui, un funcionario del Gobierno chino y comandante del XPCC.

La política de Pekín en Xinjiang ha suscitado críticas generalizadas de grupos de derechos humanos como Amnistía Internacional y Human Rights Watch, que la acusan de condenar al ostracismo a los 12 millones de uigures en China, la mayoría de los cuales son musulmanes.

La región alberga a 10 millones de uigures. La etnia musulmana túrquica, que representa alrededor del 45% de la población de Xinjiang, ha acusado durante mucho tiempo a las autoridades chinas de discriminación cultural, religiosa y económica.

Hasta un millón de personas, o alrededor del 7% de la población musulmana de Xinjiang, han sido encarceladas en una red en expansión de campos de “reeducación política”, según funcionarios estadounidenses y expertos de la ONU.

*Traducido por Daniel Gallego.