Por: Federico Cornali

Desde que la pandemia llegó a Brasil, las ceremonias religiosas, al igual que todos los actos en los cuales haya aglomeraciones, debieron ser canceladas o reducidas, dependiendo de cada caso.

Los velorios, que solían ser numerosos y llegaban a durar varias horas, se redujeron a menos de 60 minutos, con un número máximo de asistentes de entre 10 y 20 personas, dependiendo de las reglas de cada municipio.

El cementerio Campo Santo, uno de los más antiguos de Salvador, en el estado de Bahía, es también un museo a cielo abierto por las expresiones artísticas que se pueden ver en sus mausoleos.

Además de los servicios fúnebres comunes, Campo Santo ofrece visitas guiadas dentro de un circuito cultural con la opción de contratar un guía o de realizarlo de forma independiente.

Sin embargo, la mayor demanda desde que comenzaron las restricciones por el coronavirus la tienen los velorios online.

Para acceder a la ceremonia online, en la página web del cementerio hay un paso a paso que explica desde la instalación del ‘plugin’ hasta el registro, con usuario y contraseña, para habilitar el acceso a las tres cámaras ubicadas en la sala de velación.

Ver también: El coronavirus obligó a las empresas a la transformación digital, señala experto

Según un informe del Sindicato de Cementerios y Crematorios Particulares de Brasil (Sincep), más de la mitad de los cementerios ofrece actualmente la alternativa online, además de las ceremonias convencionales.

“Para nosotros no fue una novedad, ya que venimos implementando los velorios online desde 2001. Lo cierto es que cambió el target de la demanda. Antes este servicio era más exigido por familias que pretendían que personas de otros estados o países pudieran presenciar la ceremonia. Hoy es más por seguridad, para evitar contagios y respetar protocolos”, dijo Milena Quise, responsable de las Relaciones Públicas del Cementerio Campo Santo.

“Los velorios online ya existían antes de la pandemia para familias que tenían parientes en otros estados o países, pero en la mayoría de los cementerios privados la demanda creció con las restricciones impuestas por la cuarentena. De esa forma, se hace una despedida digna del ser querido y todos los presentes pueden llevar adelante el luto”, dijo Gisela Dardengo, presidenta del Sincep.

“A la hora de despedir al ser querido todo cobra un valor mucho mayor, desde quienes están presentes en ese momento, algo que muchas personas guardan para siempre, hasta el material con el cual se forra el ataúd”, agregó Dardengo.

El especialista estadounidense en luto, David Kessler, que escribió media docena de libros sobre el asunto y lideró a un equipo de la Cruz Roja que trataba con personas que habían perdido seres queridos en actos terroristas o epidemias afirma que, según su experiencia, es necesario el uso de la tecnología para marcar presencia en los momentos más difíciles.

“La tecnología debe ayudar a conectarnos. No es lo mejor, claro, pero es lo que tenemos hoy, en esta pandemia. Es mejor eso a no hacer nada, pues es fundamental marcar de alguna forma a la muerte cuando sucede. Para darnos las manos y llorar junto al otro, aunque sea virtualmente, estos velorios online son de gran ayuda”, explicó.

El padre Eduardo Carlos, que solía celebrar sus misas en el Memorial de Santos, una de las principales necrópolis del litoral paulista, actualmente lo hace desde uno de los salones de su hogar. “Aunque la escenografía pueda ser diferente, lo más importante es llevar una palabra de consuelo y algo de esperanza a los familiares o seres queridos en este momento tan complicado”, dice el cura. “Al principio, no confiaba mucho en usar la tecnología para ello, pero ahora lo tomo como algo normal, además de ser útil”, agregó.

Ver también: Carros mensajeros, serenatas y otros empleos en extinción que revivieron gracias al coronavirus

Sin embargo, las personas no solo necesitan del ritual del velorio y la fase de luto cuando pierden a un ser querido. El Pet Memorial es un Crematorio de Animales con sede en la ciudad de Sao Paulo y el interior del estado homónimo que ya lleva casi una década trabajando con velorios online.

El sistema es similar. Se accede, por medio de una contraseña, a las salas donde se realiza el velorio de las mascotas, ubicadas en los principales hospitales veterinarios de la región. Allí se exhiben pequeños altares con mensajes de despedida previamente enviados por sus dueños.

“Además del certificado de cremación, que es difícil de conseguir en el caso de los animales, el Pet Memorial entrega esa sensación de alivio en un momento difícil. En estos días difíciles de coronavirus perdí a mi Babi, una perrita de 17 años, y pude seguir la ceremonia de forma online, junto a mi marido y parte de la familia. Horas después, recibí las cenizas que guardo en un jarrón de flores aquí en mi casa”, dijo Gleyse García Vieira, quien recurrió a los servicios del memorial de mascotas en mayo.

Ante la imposibilidad de abrazar a los seres queridos o visitarlos debido a las restricciones por la pandemia, el proyecto ‘Vamos a hablar de luto’ divulgó en abril un breve manual denominado “Nuevos rituales de luto en tiempos de distanciamiento físico”.

“Estar presente en la vida de quienes están sufriendo tal vez no sea posible en este contexto, pero el cariño, la atención y la presencia pueden mostrarse de otras formas”, dice el material.

Dentro de esas “otras formas” aparecen los “eventos virtuales” para “compartir sentimientos, leer cartas o recordar historias del fallecido”, “oraciones y rezos por videollamadas”, “enviar comida a domicilio vía apps de delivery para quien está sufriendo” y, por último, “mandar mensajes o e-mails para demostrar empatía y apoyo”.

Sin embargo, no todos los que pierden a alguien se abren hacia la posibilidad de las despedidas virtuales y prefieren aplazar las ceremonias para fechas en las cuales la pandemia lo permita. Hasta el momento, Brasil tiene 710.887 casos confirmados y 37.312 fallecidos por el coronavirus.