En medio de las protestas contra el racismo, Europa recuerda su sangriento pasado colonial
A pesar de que muchas veces el viejo continente da 'lecciones de democracia y derechos humanos' al mundo, su pasado de dominación y guerras aún lo persigue.

Madrid
Durante las últimas semanas el sangriento pasado colonial de los países europeos ha sido recordado, después del asesinato del afroamericano George Floyd a manos de un policía de Estados Unidos; un suceso que ha despertado la indignación mundial y un sin número de protestas contra el racismo y sus símbolos aún presentes en la sociedad actual europea.
La ola de protestas en ciudades norteamericanas pronto llegó a Europa, tras la publicación en redes sociales del video donde se veía como Floyd fue asfixiado por un oficial el pasado 25 de mayo en Minneapolis, Minnesota.
Los manifestantes se han enfocado en esculturas, bustos y museos que recuerdan el pasado colonial de algunos de los países de lo que hoy es la Unión Europea.
Los manifestantes han pintado de rojo o derribado los bustos de Cristóbal Colón, el rey Leopoldo II de Bélgica, el británico Winston Churchill, Edward Colston, Henry Dundas, entre otros, por ser figuras que representan las ideas de la ‘supremacía blanca’ y el colonialismo.
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El viejo continente, con un pasado colonial sangriento, ha tratando de dar al mundo "lecciones de democracia y derechos humanos" en un intento por dejar su historia colonial y sus guerras en el pasado.
La colonización europea
El período conocido como "colonialismo" se remonta al siglo XV, cuando comenzaron las grandes expediciones y los “descubrimientos” de tierras y comunidades nativas. Con la llegada de los europeos a nuevos territorios se empezaron a explotar sus recursos por interés económicos y militares. Algunos de los países europeos incluso compitieron entre sí y lucharon por los recursos naturales de África, continuando sus actividades de explotación hasta principios de 1900, incluso hasta la década de 1970.
Tanto es así que cuando se fundó la Comunidad Económica Europea en 1957, algunos países del continente todavía mantenían algunas zonas colonizadas. Los países europeos se excusaron con argumentos como "llevar la civilización" y llevar misiones para "justificar" su dominación. Así, durante siglos, la población local estuvo expuesta a la explotación de sus recursos naturales, sus tierras fueron usurpadas y asimiladas.
Reino Unido
Los británicos comenzaron su proceso de colonización con el comercio de esclavos en el siglo XVI. En 1783, Gran Bretaña se convirtió en un gran imperio con colonias en América y las Indias Occidentales.
Gran Bretaña fue la fuerza dominante en el comercio de esclavos en el siglo XIX. En el período comprendido entre el siglo XVI y hasta 1807, se estima que aproximadamente 12,5 millones de personas fueron llevadas de África a América y el Caribe como esclavos.
Durante el Imperio británico, entre 12 y 29 millones de indios murieron de hambre, a pesar de que se exportaron millones de toneladas de trigo desde la India a Gran Bretaña.
En 1943, el primer ministro Winston Churchill entregaba productos traídos desde la India a las tropas británicas mientras que unos cuatro millones de bengalíes morían de hambre en lo que se conocería más tarde como la Hambruna de Bengala.
A pesar de la explotación de esa zona, Churchill llegó a afirmar en un comunicado respecto a las hambrunas en Bengala, “odio a los indios. Son gentes bestiales con una religión bestial. La escasez es culpa de ellos porque se reproducen como conejos".
Las historia de brutalidad y sangre de España y Portugal
Entre los siglos XVI y XIX, los países de la península colonizaron una gran cantidad de territorios, principalmente en América y África.
El Reino español a partir del siglo XV logro diezmar a imperios indígenas de Centroamérica como los mayas y aztecas, además de los incas en Suramérica, con sus formas de conquistar e someter, lo que se extendió hasta principios del siglo XIX.
Las invasiones españolas estaban dirigidas a saquear las minas de oro y otras riquezas naturales en el continente, especialmente a través de sangrientas incursiones. Por ejemplo, en documentos históricos y diarios del español Francisco Pizarro, se registró el genocidio del pueblo inca en el Perú.
Las colonias más grandes de España en tierras africanas fueron Guinea Ecuatorial y Sahara Occidental. En el Pacífico fue Filipinas, que fue parte del país ibérico por 300 años a partir de 1521.
El Imperio portugués llevó a cabo políticas colonialistas en Brasil, país que dominó entre 1500-1822, especialmente por razones comerciales y estratégicas. Portugal fue uno de los pocos países que continuó con colonias en África en los años 50 y 60, a diferencia de otros países europeos.
El país portugués llevó a cabo sangrientas guerras coloniales entre 1961-1974 para no renunciar a su soberanía en Angola, Mozambique y Guinea Bissau. Sin embargo, abandonó a estos países dejándolos en medio de guerras civiles.
Alemania
Desde 1884 hasta el final de la Primera Guerra Mundial, Alemania colonizó las regiones del sudoeste de África como Namibia; Ruanda; Burundi; Tanzania; Togo y Camerún.
En lo que ahora se conoce como Namibia, entre 1904 y 1907, por orden del general alemán Lothar von Trotha, se llevó a cabo una masacre que causó que la mayoría de la población Herero y la mitad de la población Nama desapareciera de la región.
Además de esas regiones en África, Alemania también colonizó la actual Papúa Nueva Guinea, las Islas Marshall, el oeste de Samoa y la región de Kiau Chau en China.
Después de la Primera Guerra Mundial, todas las colonias de Alemania fueron eliminadas en el Tratado de Versalles.
Bélgica
Bélgica dejó una marca sangrienta en los países africanos, ahora conocidos como la República Democrática del Congo, Ruanda y Burundi.
Durante la era de rey Leopoldo II, los ricos recursos naturales del Congo, como el marfil y el caucho, comenzaron a explotarse. Cuando los locales no podían cubrir sus cuotas de recolección, como castigo les cortaban las extremidades a ellos y sus hijos.
Según estudios, las prácticas inhumanas llevadas a cabo por Leopoldo II en el Congo, causaron la muerte de casi la mitad de la población local debido a la violencia, el hambre y las enfermedades.
Se cree que las políticas étnicas de Bélgica en Ruanda sentaron la base para que en 1994 se desarrollara lo que se conoció como genocidio de la población tutsi, que costó alrededor de 850 mil vidas.
Francia
Los franceses dominaron 20 países al oeste y norte de África, con sus actividades coloniales iniciadas en 1524. El 35% de África permaneció bajo el control de Francia durante 300 años.
Senegal, Costa de Marfil y Benin fueron utilizados como centros de comercio de esclavos por parte de los galos en esos años además de la explotación de los recursos.
Francia no se ha disculpado oficialmente por las masacres cometidas bajo su mandato en África, que dejaron a más de dos millones de personas muertas en tan solo un siglo de colonialismo.
Italia
El país ‘compró’ la región de Eritrea y lo ocupó completamente en 1890. A principios de 1900, Italia tomó a Libia, último territorio del Imperio Otomano en el continente africano, y declaró la guerra al Estado otomano en septiembre de 1911.
Bajo el liderazgo del fascista Benito Mussolini, Italia fundó la colonia más grande de la región en 1936, bajo el nombre de "África Oriental Italiana", que cubría una parte de los actuales países Etiopía, Somalia, Eritrea y Kenia.
Países Bajos
Regiones del América, Asia y África cayeron bajo el yugo de los holandeses desde el siglo XVII. En Costa de Marfil, Ghana, Sudáfrica, Angola, Namibia y Senegal, los recursos naturales y humanos fueron explotados. Controlaron el comercio de esclavos desde Madagascar, Indonesia, India y Sri Lanka. En algunos períodos cerca de 200 esclavos eran propiedad de un solo holandés en las colonias controladas.
*Camilo Hernández contribuyó a la redacción de esta nota.