En una carta, 2.500 mujeres le pidieron al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que proteja a las mujeres y deje de “descalificarlas”. La misiva fue enviada en el marco del Día Internacional de la Mujer y fue firmada por activistas, actrices, defensoras de derechos humanos, cantantes y periodistas.

“En México se protege al Palacio Nacional antes que a las mujeres de los feminicidas y los violadores. En México va a la cárcel una mujer que aborta antes que un candidato violador”, inicia la carta.

Estas dos frases hacen referencia directa a varios escándalos que han surgido alrededor del Gobierno de López Obrador en las últimas semanas. La protección al Palacio Nacional se refiere al muro que levantaron alrededor del edificio presidencial para que no fuera vandalizado durante las marchas, frente a la cifra de feminicidios en el país que asciende a 10 asesinatos de mujeres por día.

Por el otro lado, las firmantes hablan de la polémica que se generó alrededor del presidente cuando este apoyó la candidatura de Felix Salgado Macedonio como gobernador del estado de Guerrero. Salgado ha sido acusado varias veces de violación y agresión sexual.

“Exigimos una estrategia nacional de seguridad con perspectiva de género para frenar los feminicidios, fortalecer las instituciones para denunciar la violencia de género que esta pandemia ha agudizado y leyes que garanticen nuestros derechos humanos”, continúa la misiva.

La carta, firmada por personalidades como la actriz nominada al Óscar Yalitza Aparicio, y las cantantes Julieta Venegas y Natalia Lafourcade, finaliza exigiéndole a López Obrador “un alto a su desdén, estamos hartas de que nos descalifique, señor presidente, no somos un partido político, somos una voz colectiva”.

En su discurso del 8 de marzo, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró: “No estamos en contra de las mujeres ni del movimiento feminista, sino del autoritarismo, de la manipulación, de la hipocresía y de la corrupción, de las injusticias”. El mandatario ha asegurado que el movimiento feminista es usado por sus opositores para entablar una “guerra sucia”.

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