Esta fue la contribución del telescopio ALMA en Chile para encontrar posibles indicios de vida en Venus
El radiotelescopio más grande del mundo, ubicado en el desierto de Atacama, fue crucial para ratificar el hallazgo de gas fosfano - hidrógeno y fósforo- en la atmósfera del planeta, lo que abre la puerta a que haya albergado en algún momento vida.

Chile
Por: Andrea Aguilar Córdoba
El descubrimiento de una nube de gas fosfina o fosfano en la atmósfera de Venus, publicado esta semana por la revista Nature Astronomy ha abierto la puerta a que este planeta pueda albergar o haya albergado en algún momento indicios de vida.
Esta molécula se detectó inicialmente con el telescopio James Clerk Maxwell (JCMT), ubicado en Hawaii, durante las observaciones de Venus que hizo el equipo europeo en junio de 2017. Sin embargo, la confirmación llegó en marzo de 2019 con el uso del Atacama Large Millimeter Submillimeter Array (ALMA), el radiotelescopio más grande del mundo que se encuentra en Chile.
“Este tipo de observaciones, de este nivel, con esta profundidad y calidad solo son posibles desde el sitio donde está ubicado ALMA, en el altiplano chileno”, señaló a la Agencia Anadolu Antonio Hales Gebrim, el astrónomo a cargo de operaciones científicas del ALMA.
Mediante las 45 antenas del radiotelescopio del Observatorio Europeo Austral (ESO) se detectó el gas fosfina que evidencia una huella química conocida como biomarcador, que es el indicativo de una posibilidad de vida en el hostil planeta Venus.
“Si ningún proceso químico conocido puede explicar el fosfano en la atmósfera superior de Venus, entonces debe producirse mediante un proceso que antes no se consideraba plausible para las condiciones del planeta. Esto podría ser fotoquímica o geoquímica desconocida, o posiblemente vida”, señala el artículo firmado por los científicos británicos.
Esta hipótesis fue planteada por un equipo de 18 científicos liderado por la astrónoma de la Universidad de Cardiff, Jane Greaves, quien ha dedicado su carrera al estudio de los gases y componentes para tratar de entender la atmósfera de los planetas del sistema solar.
“Ella descubrió monóxido de carbono en la atmósfera de Plutón hace unos 10 años atrás y esto es una continuación de la investigación que venía haciendo, porque hay mucha investigación asociada a planetas fuera del sistema solar o extrasolares, con la idea de buscar señales de vida o las condiciones químicas y físicas que hay en esas atmósferas. Tratamos de responder esa pregunta que siempre nos hacemos de si puede haber vida más allá o no”, señaló el astrónomo chileno encargado de ALMA, Antonio Hales Gebrim.
La tecnología de punta de ALMA
Hales Gebrim comentó a la Agencia Anadolu el proceso detrás de las observaciones que se llevan a cabo desde los telescopios de ALMA ubicados en el desierto chileno y que se han convertido en la forma de ratificar hallazgos astronómicos como la posibilidad de vida en Venus, que ha sido calificado por la NASA como el descubrimiento más importante en la búsqueda de vida fuera del planeta tierra.
“Los astrónomos compiten por tiempo en ALMA. Eso se hace una vez al año donde los científicos pueden pedir de una hora a 100 horas de observación y tienen que justificar que su proyecto tiene suficiente impacto científico para ganarse el tiempo. Son ranqueados por un grupo de expertos”, señaló el científico a cargo de operaciones científicas del ALMA.
Hales Gebrim aclara que no son los astrónomos los que van a hacer sus observaciones en el radiotelescopio chileno, sino que los miembros del observatorio son los encargados de preparar, agendar y ejecutar los proyectos elegidos. “Casi todos los observatorios internacionales funcionan en un modo de servicio, a diferencia de lo que se hacía antes que era el visitor mode. Es decir, que ya no vienen astrónomos a hacer observaciones a Chile, nosotros se las ejecutamos. Siguen siendo sus observaciones, los datos son para que ellos hagan su análisis”.
De acuerdo con César Fuentes, Astrónomo de la Universidad de Chile e investigador del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA) la importancia de ALMA para el hallazgo de Venus radica en la tecnología de punta del observatorio.
“ALMA es el radiotelescopio más importante y complejo que existe en el mundo para hacer astronomía. En la longitud de onda en la que trabaja, es capaz de analizar la luz que atraviesan nubes muy densas de gas que envuelven continuamente a Venus. Trabaja con luz que permite observar la zona más interesante y por su tremendo tamaño permite recolectar un número suficiente de fotones para tener este hallazgo”, señaló Fuentes a la Agencia Anadolu.
Los científicos chilenos coinciden en que hallazgos como el gas fosfano, que despiertan el interés mundial ante la posibilidad de rastrear vida en planetas como Venus, convierten al observatorio de ALMA en una superficie colectora sin precedentes.
“Hemos llegado a 150 años después del Big Bang y también se simula una parábola muy grande, con mayor sensibilidad y capacidad de resolución. Por eso es tan revolucionario”, asegura Antonio Hales Gebrim.
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