Estudio afirma que vacunas de Pfizer y Moderna podrían brindar protección 'por años' contra el coronavirus
La revista científica Nature explica que los biológicos, que utilizan la tecnología de ARN mensajero (ARNm), enseñan a las células humanas a producir una proteína que desencadena una respuesta inmunitaria dentro de nuestro organismo.

BOGOTÁ
Un estudio publicado en la revista científica Nature aseguró que las vacunas que utilizan la nueva tecnología de ARN mensajero (ARNm), como las de los laboratorios Pfizer/BioNTech (EEUU – Alemania) y Moderna (EEUU), pueden brindar protección “por años” contra el coronavirus.
Los responsables del estudio hallaron que las personas que recibieron cualquiera de las dosis tenían respuestas inmunes fuertes y “persistentes”.
Igualmente la investigación arrojó que estas vacunas produjeron altos niveles de anticuerpos neutralizantes contra dos variantes del virus.
Según informó el diario estadounidense The New York Times, citado por Excélsior de México, lo anterior podría significar que los pacientes receptores de las vacunas Pfizer y Moderna podrían permitir la inmunidad durante años o potencialmente mantenerla el resto de la vida del vacunado y, posiblemente, ni siquiera necesiten refuerzos.
Ver también: Moderna asegura que su vacuna es efectiva contra nuevas cepas del coronavirus.
El proceso
Para la investigación fueron reclutadas 14 personas que recibieron la doble dosis de la vacuna Pfizer, de las cuales ocho habían sido previamente infectadas con COVID-19.
Los investigadores observaron los ganglios linfáticos, que producen un tipo de célula del sistema inmunológico conocida como célula B de memoria.
Estas se fijan en la superficie de los patógenos invasores y las “marcan” para que otras células inmunes las destruyan.
También pueden circular en el torrente sanguíneo durante años, incluso décadas, y el sistema inmunológico puede llamarlos si hay otra infección.
Después de que una persona contraiga coronavirus o se vacune contra el virus, se forma un centro germinal en los ganglios linfáticos, que actúa como una especie de “campo de entrenamiento” para las células B de memoria.
Dicho centro ayuda a entrenar a las células B para que reconozcan la secuencia genética del virus, así como cualquier variante en esta secuencia, dice el diario estadounidense.
Según explican los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC), las vacunas de ARNm enseñan a nuestras células a producir una proteína, o incluso una porción de una proteína, que desencadena una respuesta inmunitaria dentro de nuestro organismo.