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Eva, la robot que ayuda a los médicos en Chile durante la pandemia de COVID-19

Esta máquina, pionera en América Latina, sirve como intermediaria entre médicos y pacientes, y también ayuda a que los contagiados se puedan comunicar con sus familias.

Andrea Aguilar Córdoba  | 05.06.2020 - Actualızacıón : 06.06.2020
Eva, la robot que ayuda a los médicos en Chile durante la pandemia de COVID-19 Esta robot, llamada Eva, ayuda a los médicos del hospital Padre Hurtado, ubicado al sur de Santiago, la capital chilena, a interactuar con sus pacientes y hacer un diagnóstico de su evolución. (Crédito obligatorio: PwC Chile)

SANTIAGO, Chile

Por: Andrea Aguilar Córdoba

Aunque muchos asocian su nombre y su apariencia con el personaje de la película Wall- E, en realidad el nombre de esta robot tiene su origen en la primera mujer de la humanidad, y su llegada al sistema público de salud en Chile se da en momentos en que los riesgos para médicos y pacientes se han elevado a causa de la enfermedad COVID-19 y hay más de 7.000 miembros del personal sanitario contagiados.

Aunque al comienzo Eva estaba enfocada a sectores como el automotriz o el minero, la llegada de la COVID-19 hizo que su presencia se hiciera más necesaria en los colapsados hospitales de Santiago.

“Nos dimos cuenta que estaba contagiándose personal médico, y vimos al robot como un buen intermediario entre el paciente que está infectado y el doctor que tiene que verlo 10, 15, 20 veces al día”, señala a la Agencia Anadolu Rodrigo Palacios, senior manager de Transformación Digital de PricewaterhouseCoopers (PwC) Chile, una de las compañías responsables del proyecto.

Esta robot también está equipada para mostrar el rostro del médico y generar interacciones a través de la cámara y el micrófono bidireccional, que permite que el paciente pueda interactuar con el doctor y él, a su vez, pueda hacer un diagnóstico de su evolución.

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La tecnología de Eva, que originalmente es un ensamblaje chino, también se ha usado en países de Europa y Asia durante esta pandemia. Sin embargo, su reciente uso en Chile ha marcado la llegada del robot a América Latina, en donde decenas de hospitales se han mostrado interesados por adquirirla.

“Somos los primeros en traerla a la región, tenemos la representación con nuestro partner Robotics Labs y estamos tratando de que no se quede solo en Santiago, sino en el resto de Chile y la región”, señala Palacios a la Agencia Anadolu.

La Universidad del Desarrollo y la prestigiosa Clínica Alemana son los otros socios de este proyecto que ha deslumbrado a los médicos y pacientes del hospital Padre Hurtado, ubicado al sur de la capital chilena. Sin embargo, los expertos aún se muestran cautos para masificar su uso en el resto de establecimientos que están en lista de espera.

“Esto es un tema delicado. Nosotros trabajamos con robótica hace mucho tiempo, pero cuando está el factor salud, tenemos que terminar de entender las distintas fallas y las oportunidades para replicarlo a quienes la están pidiendo”, señala el senior manager de Transformación Digital de PwC Chile.

Palacios asegura que otras de las funcionalidades de Eva es conectar a los enfermos con sus familiares, ya que, en promedio, un contagiado por COVID-19 pasa entre 5 y 60 días en la unidad de cuidados sin poder tener contacto con sus seres queridos.

Los programadores chilenos trabajan para que Eva pueda ir desinfectando su entorno y además también pueda estar, en el futuro, en la recepción de los hospitales para evitar el contacto entre pacientes contagiados y funcionarios sanitarios.

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“Eva es capaz, hoy día, de entender el entorno por el cual se mueve y con esto ir grabando y enviando estas cápsulas a la nube. Con esto puede hacer de robot de seguridad, robot de desinfección y robot de comunicación, que son las labores que está haciendo alrededor del mundo”, asegura Palacios.

Los socios del proyecto han puesto en servicio a Eva sin ningún costo, y aunque aún no está en la fase de operar de forma completamente autónoma, los resultados de sus interacciones con humanos han dejado satisfechos a los científicos. “Traemos a un robot a un escenario que es complejo, donde hay mucha tensión en el aire y los ánimos no son los mejores por la naturaleza del virus al cual nos enfrentamos, pero ha sido de gran ayuda”, señala Palacios a la Agencia Anadolu.

Las proyecciones de los desarrolladores de Eva es poder contribuir con un asistente que cumpla las funciones de siete personas, sin que eso implique el desplazamiento de la fuerza laboral que hay en los hospitales. Por el contrario, buscan que esta robot aliviane la carga de trabajo de los miles de médicos que batallan por salvar vidas en medio de la pandemia de COVID-19. “Un robot jamás va a reemplazar a un humano, menos a un doctor que se ha capacitado tanto. Aunque suene cliché, un robot siempre va a necesitar a alguien detrás y ese alguien es un humano, no otro robot”, concluye Rodrigo Palacios. El sitio web de la Agencia Anadolu contiene sólo una parte de las historias de noticias ofrecidas a los suscriptores en el Sistema de Difusión de AA News (HAS), y en forma resumida.