El fiscal general William Barr acusó este jueves a la industria de Hollywood y a los gigantes tecnológicos estadounidenses de colaborar con China en lo que aseguró es una búsqueda para usar "su poder económico y cambiar a Estados Unidos".

"Si lo que sucede en China se queda en China, eso sería bastante malo", dijo Barr durante unas declaraciones ofrecidas en el Museo Presidencial Gerald Ford. 

Ver también: China: el principal violador de los Derechos humanos del mundo es EEUU

"La República Popular de China ahora está involucrada en una guerra relámpago económica: una campaña agresiva, orquestada, de todo el Gobierno, de hecho, de toda la sociedad, para aprovechar su dominación en la economía global y superar a Estados Unidos como la superpotencia del mundo".

Barr señaló las acciones tomadas por los estudios de cine, incluidos Paramount Pictures y Walt Disney Co., este último que informó que ha estado "comprometiendo sus principios" para proyectar películas en China y operar un parque temático en Shanghai.

"Sospecho que Walt Disney se desanimaría al ver cómo la compañía que fundó trata con las dictaduras extranjeras de nuestros días".

“Además, he dicho que Hollywood en general ha estado más que dispuesto a censurar sus películas para "apaciguar al Partido Comunista Chino".

"Esta censura infecta no sólo las versiones de películas que se lanzan en China, sino también muchas que se muestran en los cines estadounidenses al público estadounidense", dijo.

En cuanto a la gran tecnología, Barr dijo que Google, Apple, Microsoft y Yahoo "se han mostrado demasiado dispuestos a colaborar" con el "Partido Comunista Chino" y se "inclinaron", permitiéndose convertirse en "peones de influencia china".

Barr dijo que, en última instancia, el objetivo de China es cooptar las industrias estadounidenses para formar competidores locales, y dijo que el liderazgo de China ha tratado de "explotar la apertura de nuestras instituciones para destruirlas".

"Las compañías estadounidenses deben entender lo que está en juego", dijo.

"El Partido Comunista Chino piensa en términos de décadas y siglos, mientras que tendemos a centrarnos en el próximo informe trimestral de ganancias. Pero si Disney y otras corporaciones estadounidenses continúan inclinándose ante Beijing, corren el riesgo de socavar tanto su propia competitividad futura como su prosperidad, ya que así como el orden liberal clásico que les ha permitido prosperar".

*Maria Paula Triviño contribuyó con la redacción de esta nota.