Grupos de derechos humanos advierten que los musulmanes en Sri Lanka están bajo amenaza
Human Rights Watch señala la complicidad del gobierno de Sri Lanka en la violencia contra la comunidad musulmana desde los atentados del 21 de abril.

ANKARA
En un comunicado esta semana, Human Rights Watch (HRW) dijo que los miembros de la comunidad musulmana en Sri Lanka se enfrentan a arrestos arbitrarios y otros abusos. La organización le pidió al Gobierno de ese país que proteja a la comunidad de la violencia al señalar que es complice de los excesos en excesos en su contra.
Tras una serie de entrevistas con miembros de la comunidad, un informe de HRW sostiene que desde los atentados de la Pascua del 21 de abril de este año, "los musulmanes de Sri Lanka han enfrentado un aumento en las violaciones de sus derechos básicos, agresiones y otros abusos por parte de los nacionalistas budistas"
"Los funcionarios del Gobierno y políticos de Sri Lanka deben dejar de respaldar, ignorar o explotar el discurso de odio y la violencia de las masas dirigida a los musulmanes por miembros del clero budista y otras figuras poderosas", afirmó HRW.
Al menos 250 personas murieron y más de 500 resultaron heridas en una serie de atentados con bombas en abril del presente año cuyos objetivos eran iglesias y hoteles en la capital Colombo y sus alrededores, cuando los cristianos estaban en la misa de Pascua.
"El Gobierno de Sri Lanka tiene el deber de proteger a sus ciudadanos y procesar a los responsables de los terribles atentados del domingo de Pascua, pero esto no debería hacerse castigando a la comunidad musulmana por este crimen", dijo Meenakshi Ganguly, directora para el sur de Asia en HRW.
"Es crucial que las autoridades actúen rápidamente para detener la violencia, las amenazas y la discriminación de las masas contra los musulmanes", agregó Ganguly.
HRW señaló que, desde los atentados, las autoridades han arrestado y detenido arbitrariamente a cientos de personas bajo las leyes de contraterrorismo y emergencias.
Muchos abogados "dijeron que sus clientes a menudo habían sido arrestados sin ninguna evidencia creíble de participación terrorista, por razones que incluyen tener el Corán u otra literatura árabe en su poder durante búsquedas policiales", cita la declaración de HRW.
La organización expresó que la Comisión de Derechos Humanos designada por el gobierno cingalés había encontrado en mayo que el gobierno no había protegido a los musulmanes durante los disturbios comunales.
“La Policía ha fallado repetidamente en actuar o enjuiciar a los perpetradores. Por ejemplo, el gerente de un negocio de un musulmán el cual fue atacado, dijo que la policía no hizo ningún arresto "a pesar de la gran cantidad de imágenes de CCTV para identificar a los perpetradores", menciona la declaración.
HRW señaló la complicidad del Gobierno y los funcionarios de Sri Lanka en los excesos contra la comunidad musulmana: “Los funcionarios han hecho pocos esfuerzos para desalentar las campañas de figuras religiosas poderosas que ponen a la comunidad musulmana en gran riesgo. El 15 de mayo, Gnanarathana Thero, uno de los monjes budistas más importantes de Sri Lanka, pidió la muerte por lapidación de musulmanes y propagó una acusación infundada de que los restaurantes de propiedad musulmana pusieron "medicina de esterilización" en sus alimentos para suprimir la tasa de natalidad budista cingalesa. ” citó la declaración.
"Los líderes gubernamentales, en lugar de cumplir con su deber de proteger a los ciudadanos musulmanes, a veces parecían asociarse con elementos nacionalistas budistas ... El 23 de mayo, el presidente Maithripala Sirisena perdonó a Gnanasara Thero, líder de la organización nacionalista Bodu Bala Sena, quien durante mucho tiempo instigó la violencia anti-musulmana, liberándolo después de haber cumplido menos de un año de una condena de seis años de prisión por desacato al tribunal", sostiene la defensora.
HRW dijo además, que el gobierno de Sri Lanka ha invocado la ley penal para arrestar a los críticos pacíficos del budismo de Sri Lanka, violando de sus derechos a la libertad de expresión.
"La situación ha causado una alarma internacional por la seguridad de los musulmanes y otras minorías", subrayó Gangluy.
"La violencia étnica y las violaciones a los derechos humanos que han sufrido muchos habitantes de Sri Lanka ahora están siendo dirigidas contra los musulmanes", dijo la activista
"El gobierno de Sri Lanka necesita tomar una posición contra la discriminación y la intolerancia, usar la ley para castigar a los responsables de los abusos y en lugar de atacar a las personas vulnerables, protegerlas", concluyó Gangluy.
*Aicha Sandoval contribuyó con la redacción de esta nota.
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