Investigador francés señala a su país de 'complicidad' en el genocidio de Ruanda de 1994
Más de 800.000 tutsis murieron a manos de los hutus en una masacre con motivaciones étnicas que duró cien días.

Francia
François Graner, director del Departamento de Investigaciones del Centro Nacional de Investigación de Francia (CNRS), afirmó en declaraciones para la Agencia Anadolu este miércoles que “el apoyo de Francia al Gobierno hutu durante el genocidio de Ruanda (de 1994), en el que murieron más de 800.000 personas, podría ser denominado como complicidad”.
Garner, quien ha investigado los archivos del entonces presidente francés François Mitterand con respecto al papel de Francia en el genocidio de Ruanda, también ha estado trabajando en los archivos del Consejo de Estado desde junio de 2020.
Graner es, además, coautor del libro titulado “El Estado francés y el genocidio tutsi en Ruanda”, el cual escribió junto con Raphael Doridant, un miembro de la Asociación Survie, para la política africana de Francia.
El investigador señaló que durante la época (mediados de la década de los 90), Francia quería que Ruanda permaneciera bajo su influencia política y este fue un factor decisivo durante el genocidio.
“Francia brindó un intenso apoyo militar para mantener vivo al régimen que cometió el genocidio”
"Todos los archivos confirman el apoyo de Francia a los hutus durante el genocidio… El Estado francés apoyó a los hutus no solo durante el genocidio, sino también antes y después del mismo”, afirmó Graner.
"El apoyo de Francia fue variado. El país brindó apoyo político, diplomático y mediático. También brindó un intenso apoyo militar para la supervivencia del régimen. Este apoyo militar se realizó en forma de entrenamiento militar y suministro de armas antes del genocidio… El apoyo en armas a quienes cometieron el genocidio continuó en secreto durante y después de este", señaló el investigador.
Graner afirmó que la información sobre las armas que Francia proporcionó a los hutus antes del genocidio está registrada en los archivos que ha investigado.
En referencia a la “complicidad de Francia” en el genocidio, Graner dijo: "Debería haber tres elementos para hablar de complicidad. Estos son: apoyar a los perpetradores, conocer las acciones de quienes fueron apoyados y tener un impacto en el crimen cometido. Estos tres elementos se pueden corroborar en todos los archivos y documentos que investigué. En ese sentido, el apoyo que Francia brindó a quienes cometieron el genocidio en Ruanda se puede calificar de complicidad".
"Francia apoyó el genocidio porque le beneficiaba políticamente"
"Francia apoyó el genocidio porque le beneficiaba políticamente. París optó por seguir una política que mantuvo a Ruanda en su esfera de influencia y tenía un régimen leal a ella. Los extremistas hutus eran los partidarios más leales de Francia", señaló Graner, quien agregó que "soldados y mercenarios franceses" que estaban en Ruanda en 1994 pudieron haber participado en el ataque contra el presidente de Ruanda, Juvenal Habyarimana, y esta cuestión debería ser esclarecida.
Graner señaló que lo que estaban haciendo los soldados y "mercenarios" franceses en Ruanda también debería ser investigado y señaló que “los archivos muestran que en enero de 1994, cuando se suponía que Ruanda sería desarmada, Francia envió armas a Ruanda, pero las Naciones Unidas (ONU) lograron incautar el armamento".
El investigador francés afirmó que está considerando publicar sus estudios sobre los archivos, pero dijo que aún no ha accedido a los archivos militares sobre el genocidio de Ruanda.
Graner concluyó que la Asociación Survie, de la que es miembro, presentó una denuncia penal contra algunos funcionarios franceses por las armas que habrían proporcionado durante el genocidio de Ruanda.
El genocidio en Ruanda
En 1994, en Ruanda, los hutus iniciaron un proceso de exterminio masivo contra la población tutsi en el país, debido a la supuesta responsabilidad de ese grupo en el derribamiento del avión del entonces presidente, Juvenal Habyarimana. Más de 800.000 tutsis murieron en la masacre que duró alrededor de cien días en el país.
Francia fue criticada por la opinión pública internacional y en su país debido a que su administración fue partidaria durante mucho tiempo del Gobierno hutu.
París fue condenada por restringir el avance del Frente Patriótico Ruandés (FPR) al haber brindado apoyo de armas y municiones para los responsables del genocidio, en lugar de prevenir la masacre.
El 23 de junio de 1994, Francia lanzó la Operación Turquesa, bajo el mandato de las Naciones Unidas, para establecer un refugio seguro para los solicitantes de asilo en el suroeste del país.
*Camilo Hernández contribuyó con la redacción de esta nota.