La dimisión del Gobierno no es suficiente para los manifestantes en el Líbano
El primer ministro libanés, Hassan Diab, describió la explosión en el puerto de Beirut como "el resultado de la corrupción arraigada del Estado".

BEIRUT, Líbano
Las protestas que se iniciaron tras la violenta explosión del puerto de Beirut, la capital del Líbano, que provocó graves pérdidas de vidas y propiedades, derrocaron al Gobierno establecido hace apenas unos meses para salvar al país de la crisis económica. Sin embargo, los manifestantes quieren más.
El sistema político libanés tiene una estructura muy frágil basada en divisiones de acuerdo a las diferentes religiones y sectas que conviven en el país.
Sumado a esto, la semana pasada Líbano se sacudió con la explosión en el puerto de Beirut, la puerta de entrada comercial más grande del país, en un momento en que mantenía las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para superar la crisis económica que vive desde octubre del año pasado.
El incidente, que dejó 171 personas muertas, más de 6.000 heridas y cientos de miles evacuadas de sus hogares, aumentó aún más la ira que el pueblo libanés ha profesado contra el Gobierno durante mucho tiempo.
El primer ministro libanés, Hassan Diab, anunció su renuncia el tercer día de las protestas que comenzaron en el centro de Beirut el sábado con la participación de miles de personas.
Los libaneses quieren celebrar elecciones anticipadas y cambiar de Parlamento tras la caída del Gobierno.
Las protestas continuarán hasta lograr la dimisión del parlamento
En declaraciones a la Agencia Anadolu, Ghita Mashik, una de los manifestantes, dijo: "Ya se sabia que el primer ministro renunciaría. Por eso, con las protestas más recientes, estamos tratando de presionar al Parlamento".
Mashik dijo que continuarán las manifestaciones continuaran alrededor del edificio del Parlamento hasta que todos los miembros del Parlamento, especialmente el presidente, Nabih Berri, renuncien y declararó que quieren una nueva administración y, por lo tanto, no permitirían que el ex primer ministro, Saad al-Hariri, llegue nuevamente al poder.
Al defender que la gente ahora es consciente de su realidad, Mashik afirmó que quieren una nueva ley electoral, haya o no elecciones anticipadas.
La renuncia del Gobierno no significa nada para los manifestantes
Uno de los manifestantes, Ali Akiki, afirmó que la renuncia del Gobierno no significa nada para ellos.
"El Gobierno de Unidad Nacional también renunció el año pasado, pero luego se formó un nuevo gobierno bajo el liderazgo de las mismas fuerzas políticas", agregó.
Al enfatizar que no darán un paso atrás en sus demandas de un cambio completo de administración y la llegada de un gobierno que realmente represente al pueblo, Akiki señaló que continuarán presionando hasta que el presidente, Michel Aoun, y Berri, caigan.
Ver también: Las muchas crisis que vive el Líbano y cómo esta explosión puede aliviar o empeorar la situación del país
Al afirmar que quieren una nueva ley electoral moderna y justa, Akiki dijo: "Todos los gobernantes actuales y anteriores deben dar cuentas del desastre en el puerto de Beirut".
"El mayor problema del país es la presidencia y el parlamento"
Por su parte, el libanés Laial Sublani afirmó que la renuncia de Diab era una de las demandas del pueblo. Sin embargo, "Diab y su gabinete son los menos responsables del desastre en el puerto de Beirut y del colapso económico al que está expuesto el país".
"El mayor problema del país es la presidencia y el Parlamento. Estas dos oficinas no cumplen con las expectativas de los ciudadanos, y están gobernadas por los criminales de la guerra civil de 1975-1990. Por esta razón, nuestro mayor objetivo es que el presidente, el presidente del parlamento y todos los primeros ministros que llegaron al poder den cuentas", agregó.
"Todos los políticos deben irse"
Mohammed Shama afirmó que con frecuencia venía a Beirut desde Trípoli, al norte del país, para participar en las manifestaciones, y argumentó que el primer ministro Diab se demoró en renunciar y que debía renunciar la noche de la explosión o al día siguiente.
Shama dijo que el Gobierno de Diab renunció no a pedido del pueblo sino por voluntad política, y dijo: "Los manifestantes quieren que todos los políticos, incluido el presidente y el presidente del parlamento, se vayan".
Las demandas del pueblo son claras
"El gabinete de Hassan Diab, el llamado gobierno de tecnócratas, representaba a los políticos. Este gobierno no tuvo éxito en la crisis económica ni en la protección del valor de la moneda local, ni en la crisis de coronavirus”, dijo otro manifestante, Luran Yunus, residente de Beirut.
Al subrayar que las demandas del pueblo son claras, Yunus dijo: "Los libaneses quieren un nuevo gobierno que no forme parte de las fuerzas políticas, una nueva ley electoral, un poder judicial independiente que haga rendir cuentas a los funcionarios corruptos y la devolución de los bienes robados".
El primer ministro libanés Diab anunció su dimisión en una rueda de prensa celebrada este lunes en el Palacio de Gobierno, al describir la explosión en el puerto de Beirut como "el resultado de la corrupción arraigada del Estado".
Al afirmar que darán un paso atrás para participar en el movimiento por el cambio junto con los ciudadanos, Diab dijo: "Queremos abrir una puerta para el rescate del país".
*Aicha Sandoval Alaguna contribuyó con la redacción de esta nota.
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