ESTAMBUL

El Tribunal de Distrito de Shizuoka absolvió este jueves a Iwao Hakamata, un exboxeador profesional japones de 88 años, quien había sido sentenciado a la pena de muerto por el presunto asesinato de cuatro personas en 1966, según informó la agencia de noticias japonesa Kyodo News.

El último juicio de Hakamata, quién pasó casi medio siglo en el corredor de la muerte antes de que nuevas pruebas condujeran a su puesta en libertad en 2014, comenzó en octubre del pasado en, con los fiscales insistiendo en la pena de muerte.

Se trata de la quinta absolución de un preso condenado a muerto en el Japón de posguerra. Las cuatro sentencias anteriores se finalizaron sin apelación por parte de los fiscales.

El tribunal indicó que hubo “tres casos de fabricación de pruebas”, incluidas cinco prendas de vestir que Hakamata supuestamente llevaba durante el incidente y su confesión, que según el tribunal fue forzada. La prueba de la ropa jugó un papel clave en su condena.

En cuanto a las prendas de vestir, que se encontraron en un tanque de miso cerca del lugar de los asesinatos 14 meses después, el tribunal respaldó la afirmación de la defensa de que el color rojizo no podía ser de manchas de sangre del momento del incidente, ya que las manchas de sangre en la ropa no permanecen rojas cuando se sumergen en miso durante más de un año.

El tribunal también dijo que las declaraciones de confesión de Hakamata fueron “forzadas” luego de infligir “dolor físico y mental”, y calificó de “inhumano” su interrogatorio.

El fallo se produjo después de que el Tribunal Superior de Tokio ordenara un nuevo juicio en marzo del año pasado, argumentando que existía una gran posibilidad de que los investigadores hubieran sido los que colocaron las cinco prendas de vestir que sirvieron como pruebas contra Hakamata.

Inicialmente, el Tribunal Superior de Tokio había decidido no reabrir el caso en 2018, pero cambió de opinión después de que el Tribunal Supremo le ordenara en 2020 que reexaminara su fallo.

La atención se centra ahora en si los fiscales apelarán el fallo este jueves.

Por su parte, el equipo de defensa de Hakamata ha instado a los fiscales a no impugnar una absolución.

Se necesitaron más de nueve años para reabrir el caso después de que el Tribunal de Distrito de Shizuoka le concediera un nuevo juicio en 2014, ya que los fiscales presentaron una objeción contra la decisión.

El estado mental de Hakamata se ha deteriorado debido a su largo encarcelamiento, con signos de tensión psicológica que se manifestaron alrededor de 1980, cuando se confirmó su sentencia de muerte.

La hermana de Hakamata, de 91 años, compareció en las audiencias judiciales en nombre de su hermano.

El exboxeador era empleado interno de una fábrica de miso cuando fue arrestado en 1966 por presuntamente asesinar al director general de la empresa, a su esposa y a dos de sus hijos, quienes fueron encontrados muertos por heridas de arma blanca en su casa de la prefectura de Shizuoka, que había sido incendiada.

Acusado de asesinato, robo e incendio provocado, su sentencia de muerte fue firme en base a un fallo que determinó que las marcas de sangre en las cinco prendas de vestir encontradas en el tanque de miso coincidían con los tipos de sangre de las víctimas y de Hakamata.

En un principio, Hakamata confesó los asesinatos durante un interrogatorio intenso, pero se declaró inocente durante el juicio.