Según información compilada por la Agencia Anadolu, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) habría estado compartiendo, durante mucho tiempo, los nombres de opositores, especialmente de activistas uigures, tibetanos y hongkoneses con el Gobierno chino, algo que la organización ha negado en repetidas ocasiones.

De acuerdo con correspondencia por correo electrónico, comunicados de prensa y entrevistas con empleados de ACNUDH, a los que accedió en exclusiva la Agencia Anadolu, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos ha compartido nombres de activistas y opositores antichinos que han participado con frecuencia en eventos de las Naciones Unidas (ONU) como paneles, conferencias y sesiones abiertas con el Gobierno chino.

Algunas organizaciones, incluidas "UN Watch" y "Human Rights Watch", argumentan que la práctica de la ONU pone en peligro no solo la vida de los activistas y disidentes chinos, sino también la de sus familias y parientes.

Las denuncias por parte de una abogada de la ONU

La práctica del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos salió a la luz tras una publicación en Twitter hecha el pasado martes por Emma Reilly, una abogada del ACNUDH, en la que indicaba que “temía ser despedida” después de acusar a la oficina de compartir los nombres de los opositores al Gobierno chino que participaban en las actividades de la organización internacional. Entre los activistas cuya identidad fue compartida con las autoridades chinas se encuentran varios uigures.

Relly señaló que comenzó a trabajar con el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en 2012, hasta que descubrió que la oficina estaba entregando información al Gobierno chino en 2013.

En declaraciones a la Agencia Anadolu, Emma Reilly señaló: “Me trasladaron fuera de esa rama (el Consejo de Derechos Humanos), sin mi consentimiento, para que dejara de tener acceso a las pruebas”.

La Agencia Anadolu constató los correos electrónicos

Según correspondencia por correo electrónico que Reilly presenció durante su servicio activo en la ONU y que compartió con la Agencia Anadolu, se puede constatar que la ACNUDH frecuentemente compartía "nombres de opositores" con el Gobierno chino.

Reilly señaló que en un correo electrónico, con fecha del 7 de septiembre de 2012, un diplomático de la Delegación de la ONU en China en Ginebra, Suiza, se comunicó con un contacto al interior de la ACNUDH para preguntar si algunos de los nombres de una lista (de opositores) participarían en la 21a sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

En respuesta, el funcionario de la ONU respondió al diplomático chino que "Dolkun Isa" (un activista uigur) y "He Geng" estarán entre los participantes.

En otro correo, durante el 2013, el diplomático chino escribió que "hubo una muy buena cooperación entre la misión china y su unidad en sesiones anteriores. Esta vez queremos confirmar quiénes asistirán a la sesión (de la ONU)”. En el texto, el funcionario chino incluso invita al receptor del mensaje a un almuerzo.

La práctica continúa

El portavoz del ACNUDH, Rupert Colville, sostiene que la práctica de compartir nombres era "limitada" antes de 2015 y finalizó después de esa fecha. Sin embargo, en el contenido de los correos electrónicos constatados se puede ver que China aún puede acceder a la información que desea sin dificultad.

Del mismo modo, en un comunicado de prensa del ACNUDH en 2017 se señala que la delegación de China a menudo quiere confirmar la lista y, esencialmente, el ACNUDH sigue compartiendo nombres si se cumplen las condiciones necesarias.

En el comunicado de prensa de la ACNUDH del 2 de febrero de 2017 llaman la atención las siguientes declaraciones: “Funcionarios chinos y otros a menudo preguntan a la Oficina de Derechos Humanos de la ONU si algunos miembros de organizaciones no gubernamentales asistirán a las reuniones unos días o semanas antes de las sesiones del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDH). La Oficina, por otro lado, no confirma esta información hasta que se haya completado formalmente el proceso de acreditación y se determine que no existen amenazas evidentes a la seguridad".

Reilly: "La ONU sigue proporcionando nombres de opositores a China"

En sus declaraciones para la Agencia Anadolu, Reilly señaló que la ONU aún continúa con esta práctica.

"No estoy trabajando en este momento. La ONU continúa pagando mi salario, pero no tengo una descripción del trabajo. Ellos saben que estoy diciendo la verdad, así que no pueden despedirme. Pero no quieren que haga ningún trabajo", afirmó Reilly.

La abogada declaró que en febrero de 2013 se enteró por primera vez de que la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos filtró los nombres de opositores y activistas a diplomáticos chinos, y agregó: "Inmediatamente comencé a informar sobre este problema. Lo informé al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y a la Unión Europea (UE) en ese momento".

La abogada afirmó que un empleado del ACNUDH en ese entonces hizo declaraciones falsas a la UE, y la unión no hizo un seguimiento al asunto.

Reilly señaló que también informó sobre la situación a Irlanda, el Reino Unido, Estados Unidos y Alemania, y agregó que “muchos de esos Estados miembros me informaron que la ONU les había mentido. Una vez más, les envío los correos electrónicos en los que se comprueba que se entregaron los nombres".

La abogada también afirmó que la ONU le envió a China los nombres de 50 a 70 opositores chinos; de estos, entre ocho y nueve eran ciudadanos de EEUU y entre cinco y seis eran ciudadanos alemanes. La abogada afirmó que notificó a ambos países sobre las acciones del ACNUDH.

“También es un gran problema diplomático consular que la ONU entregue nombres de ciudadanos de otros países al Gobierno chino”, agregó la abogada.

Reilly señaló que solo pudo llevar a la ONU a un tribunal laboral interno -el Tribunal Contencioso-Administrativo de la ONU (UNDT)-, pero el “oficial de la ACNUDH siguió mintiendo sobre la controvertida práctica”.

El portavoz del ACNUDH, Rupert Colville, señaló al respecto que "desde 2015, esta práctica limitada ha terminado", algo que refutó Reilly, quien asegura que “si esta práctica terminó en 2015, ¿por qué confesaron en un comunicado de prensa en 2017 y 2019 que tales prácticas aún continuaban?".

La abogada señaló que la ACNUDH continúa informando sobre opositores y activistas que participan en las actividades del CDH, y China responde con frases como: "No queremos que estos terroristas vengan a la ONU".

Las vidas de los activistas cuya identidad ha sido compartida están en peligro

Reilly señaló que el ACNUDH no tiene derecho a compartir información sobre los participantes de sus reuniones sin previo consentimiento y agregó: “De hecho, hay una regla en el Consejo de Derechos Humanos. La regla es que si un país quiere saber quién viene tiene que preguntar al plenario. Tienen que preguntar delante de los Estados miembros… Y esa regla está escrita, es muy clara; pero fue incumplida por parte de China".

"Las vidas de aquellos cuyos nombres son suministrados (a China) están en peligro. Ninguno de ellos ni siquiera sabe que sus nombres son proporcionados a China. Mi trabajo como trabajadora de derechos humanos de la ONU era traer este tema a la agenda", agregó Reilly.

La abogada afirmó que el nombre del presidente del Congreso Mundial Uigur, Dolkun Isa, un prominente político y activista uigur que participó en un evento del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra en 2016 y en 2019, también fue suministrado a China y después de esto Isa habría sido arrestado varias veces en Europa por apoyar la causa de la abogada.

“Agentes chinos visitaron la casa de su familia para exigirle que dejara de defenderme (a Reilly). Ha sido arrestado varias veces. Se le negó la entrada a la propia ONU como resultado directo de que su nombre fuera suministrado al Gobierno chino. Su hermano fue arrestado”, afirmó Emma Reilly.

La mayoría de los activistas son uigures

Reilly declaró que, por razones de seguridad, no puede compartir los nombres de otros activistas cuyos nombres fueron filtrados, pero señaló que la mayoría de ellos son uigures.

La abogada subrayó que hay "pruebas claras de que los uigures, especialmente las familias de activistas y opositores cuyos nombres fueron suministrados a China por la ONU, están detenidos en campos de concentración, obligados a trabajar, y son sometidos a violencia sexual".

Reilly señaló que ganó el primer caso de su demanda que presentó ante el tribunal de la ONU y que en la primera audiencia el juez dictaminó que la práctica del ACNUDH era "ilegal".

“A la ONU no le gustó mucho ese juicio. Entonces se deshicieron del juez", afirmó la abogada.

“Debido a la estructura de la ONU, solo puedo llevar la ONU ante un tribunal laboral interno. No puedo demandar a la ONU por poner en peligro a la gente”, agregó Reilly.

“Complicidad en crímenes internacionales"

Reilly señaló que la práctica de la ONU la hacía "cómplice de crímenes internacionales", y agregó que "esto es lo contrario de lo que deberíamos estar haciendo".

“La Oficina de Derechos Humanos de la ONU no debería poner en peligro la vida de los defensores de los derechos humanos, y eso no debería ser controvertido. Ha sido impactante que la única preocupación de la Oficina de Derechos Humanos haya sido dejar de denunciarlo, pero no detener la práctica”, agregó la abogada.

Reilly señaló que había hablado con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, el año pasado en el aeropuerto de Ginebra, y él le señaló que su caso era difícil de resolver.

La abogada concluyó pidiendo a los uigures y a los disidentes del Gobierno chino que continúen hablando al respecto.

El testimonio de Dolkun Isa a favor de Reilly

La Agencia Anadolu también entrevistó al presidente del Congreso Mundial Uigur, Dolkun Isa. En declaraciones para la agencia, Isa señaló que durante la audiencia él testificó a favor Reilly a través de su abogado.

"China está muy incómodo con que el tema del Turkestán Oriental haya entrado en la agenda de la ONU", señaló Isa, quien hizo hincapié en que China está tratando de evitar que los uigures, tibetanos y otras minorías asistan a la ONU utilizando todos sus recursos y privilegios.

Isa señaló que en el 2013, cuando intentaba ingresar a la reunión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, acompañado de la activista uigur Rabia Kadir y de otros uigures, "la Policía intentó sacarnos de la sala del Consejo. Dijeron: 'Salgan de aquí', a pesar de que teníamos acreditación. Entonces llegó una mujer del ayuntamiento y le dijo a la Policía: 'No pueden sacarlos, todos tienen permiso'. Nos sorprendió este incidente. Más tarde supimos que la mujer era Emma Reilly. Ella conocía todos los correos electrónicos mientras trabajaba en la Secretaría del ACNUDH. Ella sabía que íbamos a venir".

Isa enfatizó que no tenían conocimiento de ninguna correspondencia entre la ONU y China hasta esta fecha y afirmó que durante su visita a la Oficina de la ONU en Ginebra para asistir a las reuniones del Consejo en 2016, la ONU le otorgó protección (por su seguridad) desde la entrada hasta la salida y le indicaron que el Gobierno chino tenía quejas en su contra. En el 2018 y 2019 también fue escoltado durante su presencia en la ONU.

“Mi madre murió en un campo de reeducación política de China”

“Me enteré por la prensa que mi madre murió en 2018. Estuvo en un campo (de reeducación política China) durante un año. Era una mujer jubilada de 78 años que no había cometido ningún delito. Es posible que haya sido torturada psicológica y físicamente. Mi hermano pequeño está desaparecido desde 2016. No tengo ni idea de si está vivo o no. Mi hermano mayor es profesor universitario de matemáticas. Recibí la noticia de que también lo arrestaron. Escuché que fue condenado a 17 o 18 años de prisión", afirmó Isa.

Isa señaló que había perdido el contacto con toda su familia desde 2017. "Supe por información del Global Times de China que mi padre también murió. Pero no tengo idea cuándo o dónde, o si fue en los campamentos".

"China está utilizando todos sus medios para neutralizarnos. Incluso nos expulsaron de la ONU por la fuerza policial en Nueva York en 2017", afirmó Isa.

Isa señaló que en 2018 diplomáticos chinos le dijeron: "Este terrorista tiene prohibido entrar aquí", y le intentaron impedir el ingreso a la ONU, pero el problema se resolvió con ayuda de funcionarios de Alemania.

El activista uigur también señaló que en 2017 fue detenido antes de una reunión en Italia debido a la presión de China.

Un llamado a la ONU

"Tenemos un mensaje para el secretario general de la ONU, Antonio Guterres. Mientras casi tres millones de uigures están en prisión (en campos de reeducación política en China), y son víctimas de un genocidio, la ONU lo sigue ignorando. Siempre finge estar de lado de China. El secretario general de la ONU no debe guardar silencio sobre este genocidio en pleno siglo XXI y debe enviar una delegación al Turkestán Oriental para su inspección lo antes posible. Pero no lo ha hecho hasta ahora", concluyó Isa.

La ONU negó todas las acusaciones

Al respecto, el portavoz del ACNUDH, Rupert Colville, afirmó a la Agencia Anadolu el 14 de enero que "esta práctica limitada ha llegado a su fin desde 2015. Durante los últimos cinco años, el ACNUDH no ha informado a ningún Estado los nombres de los activistas acreditados para asistir a las sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. La afirmación de que esta práctica, que Reilly ha expresado repetidamente que continúa hoy, es falsa".

"No hay pruebas de que esta práctica del ACNUDH haya perjudicado a ningún participante", afirmó Colville.

El portavoz concluyó: "Rechazamos firmemente las acusaciones y mala conducta de Reilly. Debido a los procesos (legales) en curso, lamentablemente estamos limitados en nuestra capacidad para responder con más detalle a sus numerosos reclamos".

*Camilo Hernández contribuyó con la redacción de esta nota.