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Los atentados terroristas más letales del 2017

Este año hubo cerca de 10.000 víctimas fatales en el planeta debido a los numerosos ataques extremistas hacia la población civil.

Santiago Serna Duque  | 30.12.2017 - Actualızacıón : 02.01.2018
Los atentados terroristas más letales del 2017 El atentado de Mogadiscio (capital de Somalia) del 14 de octubre dejó unos 512 muertos, 288 heridos y cerca de 56 desaparecidos. (Mohammed Özkam - Agencia Anadolu)

BOGOTÁ, Colombia

El 2017 estará marcado como un año aciago en la historia moderna de la humanidad por cuenta del terrorismo mundial, en especial, el de origen yihadista. Según informó el Índice de Terrorismo Global del Instituto de Economía y Paz (IEP), el año que termina dejó unos 388 ataques en 77 países.

El informe de la IEP subrayó que el terrorismo golpeó en su mayoría a naciones inmersas en conflictos internos como Irak, Afganistán, Siria, Pakistán, Nigeria y Somalia, las cuales presentaron 3.432 víctimas fatales a nivel global en el 2017.

El terrorismo sacudió con mayor virulencia a los países alejados del foco mediático, es decir, a los no occidentales. En la lista de los 15 atentados con más víctimas en el 2017, tan solo tres están ubicados en Europa (Turquía y Rusia) y América (Estados Unidos); los 12 restantes corresponden a países de Oriente Medio, África y Asia. Por lo tanto, Afganistán, Irak, Siria, Somalia, Nigeria, Pakistán, Egipto, Malí, Yemen, Filipinas e India acumularon 4.077 víctimas mortales este año.

En esa medida, los países mencionados sufrieron distintos embates ejecutados por miembros de organizaciones terroristas como Daesh (autoproclamado Estado Islámico); la Red Haqqani, un grupo insurgente islámico con actividad en Afganistán y Pakistán; los Talibanes, una facción político-militar fundamentalista islámica suní de Afganistán; y Boko Haram, un grupo radical islámico de origen nigeriano que opera en Camerún, Chad, Níger y Nigeria. Este último, catalogado por expertos como “un grupo terrorista más sanguinario que Daesh”, disminuyó su accionar a partir del 2016 en un 80%, debido a la intervención militar de la Fuerza Multinacional Conjunta (MNJTF, por sus siglas en inglés).

No obstante, la IEP destacó en su estudio sobre el daño causado por el terrorismo que los fallecimientos por este fenómeno han disminuido en un 22% desde el repunte del 2014.

Cabe decir que las organizaciones radicalistas islámicas agudizaron sus ataques contra la población árabe y musulmana debido a que su nicho de acción está concentrado en esos países. Mientras que en EEUU y Europa, el número de víctimas causado por el terrorismo es considerablemente menor. El IEP reveló que el 95% de los muertos por atentados terroristas proceden de naciones musulmanes.

Un informe de la Universidad Austral de Buenos Aires agregó que los principales motivos de ataques terroristas son, en su respectivo orden, el fundamentalismo islámico (71%), individuos antisociales (11%), ideologías antiestatales (6%), separatismo (5%) y otros (7%).

De aquel 71%, correspondiente al ‘fundamentalismo islámico’, no cabe duda que Daesh se convirtió en el estandarte del yihadismo extremista mundial y, en tal medida, fueron los ejecutores de la mayor cantidad de actos terroristas en lo corrido del año.

En el 2017, Daesh protagonizó atentados sectarios como el del 24 de noviembre en el pueblo Bir al-Abed, al norte del Sinaí en Egipto, donde atacantes bombardearon una mezquita en la que 305 feligreses murieron y otros 109 resultaron heridos. Este es el atentado más grave en la historia del país africano.

En el mismo mes, Daesh perpetró su ataque más mortífero del 2017. La organización terrorista realizó un asesinato masivo en el Kurdistan iraquí donde mataron a más de 400 personas.

El nefasto ranking continúa con el atentado de Mogadiscio (capital de Somalia) del 14 de octubre. Ese día, un carro bomba explotó en una zona comercial de la ciudad africana y dejó unos 512 muertos, 288 heridos y cerca de 56 desparecidos. Este acto terrorista es el más mortal desde los cometidos el 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos. Se presume que los autores pertenecen a Al-Shabaab, una filial de Al-Qaeda en Somalia.

Por si eso fuera poco, el grupo terrorista Al-Shabaab cometió otro atentado en la misma ciudad que cobró la vida de 25 personas.

Por su parte, el 21 de abril los Talibanes asesinaron a 266 personas en un tiroteo perpetrado en Mazar-e Sarif, una ciudad al norte de Afganistán. La organización terrorista suní, liderada por el mulá Habatulá Ajundzada, acribilló a centenares de militares en una base del ejército afgano. El asalto de los yihadistas fue realizado por 10 milicianos talibanes que entraron al fortín militar uniformados y con vehículos de las tropas militares.

En su momento, el portavoz del Comando Central del Ejército de Estados Unidos, el coronel John Thomas, no dudó en describir este atentado como "uno de los más significativos por parte de las fuerzas enemigas".

En Kabul, Afganistán, la Red Haqqani adelantó dos atentados que significaron la muerte de 250 personas: el primero fue el 31 de mayo, cuando un carro bomba explotó cerca de una intersección de la embajada alemana y dejó 150 muertos; en el segundo, ejecutado el 8 de marzo contra un hospital militar, perecieron más de 100 individuos.

El portavoz del Ministerio de Defensa de Afganistán, el general Daulat Waziri, explicó el modus operandi de este ataque: “sabemos que varios asaltantes vestidos con uniformes médicos entraron al hospital armados con (fusiles de asalto) AK-47 y con granadas para asesinar a varias personas”.

Siria, en medio de su guerra civil, abarcó diferentes actos terroristas que dejaron 639 víctimas fatales en el 2017. El más significativo ocurrió el 15 de abril en Alepo, donde el Ejército de Jalid ibn al-Walid (un grupo armado yihadista salafista) detonó un coche bomba que mató a 126 inocentes.

Atentados en EEUU y Europa

El peor ataque de esta lista en suelo occidental fue efectuado por un hombre que actuó en solitario. El 1 de octubre, Stephen Paddock le disparó desde su habitación en el hotel de Mandalay Bay de Las Vegas (EEUU) a una multitud que bailaba en un concierto y asesinó a 59 personas. Según las autoridades, el ataque no fue motivado por filiaciones religiosas extremistas.

El autor de la masacre más sangrienta en Estados Unidos desde los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001, vivía con su esposa Marilou Danley (62 años) en una propiedad avaluada en USD 400.000 en el desierto de Mesquite (Nevada).

En Europa, el impacto del terrorismo también sacudió a Cataluña, España. El 17 de agosto, una serie de atentados se desarrollaron en Las Ramblas y en la Zona Universitaria de Barcelona. Younes Abouyaaqoub -un joven yihadista- embistió a varias personas en el turístico bulevar de la capital catalana asesinando a 16 transeúntes. Más tarde, en la Zona Universitaria de Barcelona apuñaló a un hombre de 35 años que murió desangrado. Daesh se atribuyó el atropello masivo.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se refirió a este atentado y dijo que “el terrorismo moderno se está librando en una escala completamente diferente y ningún país puede considerarse inmune”.

Finalmente, el 22 de mayo en Manchester (Reino Unido) un kamikaze yihadista se inmoló en un concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande. La explosión produjo la muerte de 22 personas y 116 heridos. Daesh advirtió que fue el autor intelectual del ataque. Fue el atentado terrorista más letal en Inglaterra desde los ocurridos en el metro de Londres el 7 de julio de 2005.

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