Por: Shweta Desai

Francia enfrenta el riesgo de una cuarta ola de COVID-19 a fines de julio debido a la progresión de la variante delta del virus, advirtió este domingo el ministro de Salud del país, Olivier Veran.

Veran indicó que en los últimos cinco días los casos relacionados con la variante delta habían aumentado y existía una grave posibilidad de que la pandemia se reanudara.

"En Francia, incluso si tenemos un nivel bajo de circulación del virus, no hemos acabado completamente con la epidemia y puede comenzar de nuevo con bastante rapidez", le dijo el funcionario a la cadena de televisión BFMTV.

Alrededor del 30% de los nuevos casos de COVID-19 detectados en el país están relacionados con la variante delta altamente contagiosa. Según los últimos datos sanitarios, en las últimas 24 horas se registraron alrededor de 2.549 nuevos casos y nueve defunciones.

Al citar el caso del Reino Unido, Veran indicó que el número de infecciones aumentó rápidamente de "2.000 por día a casi 25.000 por día en un espacio de cuatro a cinco semanas".

El ministro agregó que Francia está en condiciones de evitar la posibilidad de una cuarta ola con restricciones masivas y distanciamiento social.

El Gobierno francés está considerando hacer obligatoria la vacunación para los cuidadores y trabajadores de la salud empleados en hogares de ancianos, hogares de cuidado y hospitales. Un número significativo de trabajadores de la salud aún no se ha inmunizado.

También se considera extender la obligación de la vacuna al resto de la población para lograr la inmunidad colectiva lo más rápido posible. A día de hoy, más de la mitad de los franceses, que representan 33.961.307, han recibido al menos una inyección de la vacuna contra la COVID-19.

*Juan Felipe Vélez Rojas contribuyó con la redacción de esta nota.