Motivo de la crisis en Irán: ¿coronavirus o confianza rota?
Entre la mayoría de los períodos de surgimiento de su historia, Irán tiene algo en común: En cada crisis, el estado se aleja un poco más del público.

Ankara
Por: Taha Kermani*
Justo después del brote de coronavirus en China, llamó la atención del alcance de esta enfermedad atrajo sobre Irán, luego de que muchas personas murieran y resultaran infectadas. Pero el coronavirus también se ha puesto de manifiesto por la despreocupación de la administración por el rápido aumento del número de casos desde que apareció el coronavirus en Irán. Los funcionarios iraníes desafiaron las claras advertencias de la ciencia médica, insistieron en no poner en cuarentena la ciudad de Qom, que ha sido identificada como el centro del virus. Las autoridades tampoco hicieron el más mínimo control sanitario ni siquiera en lugares superpoblados como los santuarios de la ciudad y por eso hasta el alcalde, parlamentarios y un viceministro están infectados por coronavirus, y hay rumores de que muchos otros altos funcionarios también lo están.
El virus se ha convertido en una pesadilla para el mundo, especialmente en las calles de Irán. En un principio, los ciudadanos no tomaron el tema con seriedad influenciados por la actitud de sus gobernantes. Pero a medida que los días avanzaban, las muertes causadas por el virus se revelaban y hubo ante la falta de medidas de prevención hubo una enorme infestación en la comunidad. Los creciente número de casos y muertos, y la falta de transparencia estatal, una tradición gubernamental de Irán, han alimentado el pánico en sus ciudadanos, pero también ha afectado seriamente la confianza en la administración de Rouhani. Por lo anterior, la verdadera crisis en Irán no es el coronavirus, sino el hecho de que la gente perdió completamente la confianza en el Estado.
El público iraní piensa que la crisis no se está manejando bien mientras crece el temor al coronavirus.
El Coronavirus se esperaba
Los iraníes sabían que el coronavirus iba a llegar a su propio país tarde o temprano justo después de que ocurriera en China. Aunque el mundo entero ha cerrado sus puertas a China como precaución, la Aerolínea Iraní Mahan continuaba sus vuelos a China. El Gabinete de Irán prohibió cualquier transferencia y vuelos directos a China, pero sólo el 1 de febrero. Pero a pesar de esa decisión, Mahan admitió que sólo había realizado al menos nueve vuelos a varias ciudades de China entre el 1 y el 5 de febrero. Algunos parlamentarios iraníes criticaron a los funcionarios de salud, diciendo que la presencia del coronavirus en el país es debido a lo permisivos que han sido con las aerolíneas. Desde entonces, las reacciones en contra de estos vuelos han aumentado e incluso se ha hablado de que Irán es actualmente una terminal para terceros países y es el único país que su aerolínea aún traslada pasajeros a China.
"El Gobierno siempre ha fallado"
Irán probablemente vive el período más agitado de su historia. Incluso listar los eventos ocurridos en los últimos meses es ahora difícil. Además, todos tienen algo en común: en cada crisis, el Estado se aleja un poco más del público. La reacción pública generalizada al súbito anuncio del aumento de la gasolina en noviembre fue reprimida con fuerzas policiales. La movilización se extendió a muchas ciudades de Irán por el efecto negativo al costo de vida. El intento del Parlamento de deshacer la resolución fue rechazado por la intervención del ayatolá, y la irresponsable asistencia del gobierno al proceso fue la gota que colmó el vaso. El aumento de la gasolina, que se cree reparará el presupuesto iraní debilitado por las sanciones estadounidenses, casi ha tenido un efecto de chispa en la vida del país. A pesar de todas estas reacciones y acontecimientos negativos, no hay ningún cambio en la administración, hasta la verdadera cifra de 1.500 personas muertas, heridas y detenidas durante los cuatro días de protestas siempre fue refutada por el gobierno.
Más tarde, el asesinato de Qasem Soleimani, el comandante de la Fuerza Quds en Irak por parte de EEUU, dañó gravemente la reputación de Irán en la región. El país, que había difundido el funeral de Soleimani en varias ciudades durante días, intentaba sacar el máximo provecho de este asunto, pero no ocurrió. El éxito de la administración, que supo agrupar al pueblo iraní en torno a la figura de Soleimani, se vio ensombrecido en gran medida por la falta de organización en el funeral, con decenas de personas muertas en la estampida que ocurrió en Kerman.
También se ha dicho que Irán anunció el ataque a la base estadounidense en Irak a funcionarios estadounidenses y les informó de la operación en cuestión justo antes de lanzar los misiles. Pero Irán ha querido usar esto como propaganda dentro y fuera del país: "Conseguimos nuestra venganza derribando a los EEUU", han afirmado. Pero esa alegría no duró mucho tiempo. En cierto sentido, el derribo del avión comercial ucraniano en Teherán por parte del Ejército de la Guardia Revolucionaria al confundirlo con un misil de Estados Unidos, y el hecho ocultar al público y al mundo el suceso en los primeros días, ha causado un grave daño al prestigio de Irán, a sus fuerzas militares y su propia confianza como actor internacional. Este incidente, a pesar de su gravedad, se mantuvo durante tres días bajo el pleno conocimiento de altos funcionarios y esto produjeron hipótesis y teorías de conspiración para distorsionar el asunto. Luego se demostró que, por ponerlo de manera simple, engañaron a sus ciudadanos.
Ante la presión de las autoridades canadienses y ucranianas y la presión de la comunidad internacional, tuvieron que admitir que el avión de pasajeros había sido derribado por error. Tras este incidente, ningún funcionario iraní, especialmente los miembros del Ejército de la Guardia Revolucionaria, ha sido destituido de su cargo y nadie ha sido procesado ni llevado ante la ley. Por otra parte, la sociedad iraní, que reaccionó ante el suceso, se había enfrentado al puño de acero de la administración por incidentes similares. Irán había pensado en apretar al público utilizando la muerte de Soleimani para unir al pueblo contra un enemigo definido por el Estado, perdió todo en un momento y ahora los ciudadanos estaban nuevamente en contra del gobierno. Las relaciones entre el Estado y la nación están rotas, la confianza del público en el Estado se ha visto gravemente sacudida y la gente ahora sospecha aún más de todo.
¿Cuántos votos cuentan para la vida pública?
Un caso de coronavirus fue identificado en Irán por las autoridades por primera vez el 19 de febrero. Pero lo que despertó la sospecha pública fue que el coronavirus se hizo público con las primeras muertes, y no con un caso de alguna persona sospechoso de haber contraído el virus, teniendo en cuenta que el período de incubación del virus dura entre 14 y 27 días. Dada la rápida transmisión del virus, está claro que cada minuto podría costar la vida de más personas.
No es ningún secreto que el Estado iraní, especialmente el ayatolá Alí Jamenei, se preocupa por la alta participación en las elecciones, especialmente en términos de una imagen de legitimidad frente al mundo. Por lo tanto, la alta participación a toda costa fue tratada como una cuestión de vida o muerte, especialmente en las últimas elecciones parlamentarias, cuando la oposición no fue posible debido a presiones políticas. Cuando se mira el pulso del público en este contexto, parece que la presencia del coronavirus se ocultó a la vista del público debido a las preocupaciones electorales.
El enfoque político que han adoptado los funcionarios iraníes en una cuestión humanitaria tan delicada como la salud es, de hecho, una prueba de lo cierto que puede ser este punto de vista. "Los enemigos iniciaron una guerra de propaganda utilizando el coronavirus como pretexto y atacando al país", dijo Khamenei en su primera declaración. El Presidente Hassan Rouhani hizo un comentario similar, subrayando que no se debe dar al enemigo la oportunidad de enfrentarse al coronavirus.
Es posible que veamos a los funcionarios de salud entre los que han abordado el incidente de manera política desde el principio. De hecho, el Viceministro de Salud iraní, Iraj Harirchi, dijo que el Irán estaba inmerso en una guerra de propaganda, afirmando que "28 millones de personas murieron en los Estados Unidos en el mismo período de tiempo en que 108 personas murieron de gripe en el Irán sólo este año", sugiriendo que el canal estatal había tergiversado el estado de salud del país sobre la cuestión del coronavirus.
La subida de la gasolina y los muertos en noviembre, los que perdieron la vida en la estampida del funeral de Soleimani, el avión ucraniano derribado, unas elecciones no competitivas cuyos candidatos fueron vetados y muchos otros temas que causaron el descontento de los iraníes, ahora han sido sustituidos ahora por el coronavirus solamente. El punto al que han llegado los iraníes, que ya mencionan temas radicales, como el cambio de régimen hace sólo un par de semanas, es ahora una cuestión de vida o muerte. El pueblo iraní ha perdido la confianza en el Estado y ha perdido la esperanza en el mañana, optará por rendirse o rebelarse al "destino del régimen" que se le ha impuesto tras esta crisis, no lo sabremos hasta que termine la crisis del coronavirus.
*El escritor es Comunicador y Periodista ha estudiado en Irán y Turquía, y es periodista independiente especializado en temas iraníes.
* Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no reflejan necesariamente la política editorial de la Agencia Anadolu.
* Traducido por José Ricardo Báez G.