Türkİye, Política, Mundo

OPINIÓN - El cubrimiento sesgado de los medios occidentales sobre las elecciones de Türkiye

La representación de las elecciones turcas por parte de estos medios resultó ser un catálogo de errores, que combina un enfoque reduccionista, un periodismo perezoso y una falta de preparación sobre la cultura política del país.

Burak Elmali  | 29.05.2023 - Actualızacıón : 15.07.2023
OPINIÓN - El cubrimiento sesgado de los medios occidentales sobre las elecciones de Türkiye (Agencia Anadolu)

*Burak Elmali es un investigador del TRT World Research Center.

ESTAMBUL

Por primera vez en su historia política, Türkiye llevó a cabo una elección presidencial de dos vueltas. El país no solo pasó la prueba de la democracia con gran éxito, sino que lo hizo con una participación electoral récord del 85% en la primera vuelta.

Según los resultados no oficiales, el presidente Recep Tayyip Erdogan ganó la segunda vuelta. Las elecciones turcas atrajeron una atención significativa no solo en los medios nacionales sino también en los internacionales. Sin embargo, el análisis de los medios occidentales fue decepcionante, especialmente en el período previo a las primera votaciones. Su narrativa fue sesgada y con un tono que rozó el odio. Más adelante, cuando se preveía la victoria de Erdogan, algunos medios de comunicación occidentales adoptaron una postura más contenida.

Sesgos inherentes e ilusiones

Una de las narrativas más predominantes en los medios occidentales es el uso de un modo binario de democracia versus dictadura. Es como si ignoraran convenientemente la larga experiencia democrática de Türkiye, que abarca más de 70 años, y su proceso de democratización en curso. Al ignorar todos esos antecedentes, presentan esta elección como si la oposición estuviera en una cruzada para salvar la democracia, mientras que es obvio que los gobiernos occidentales solo palabrean sobre la democracia cuando les conviene ya que se convierte en una cuestión de vida o muerte solo cuando un Gobierno no se alinea con sus intereses [1].

Este enfoque selectivo y blanco y negro lleva a medios de renombre como The Economist a desprestigiar a Erdogan haciendo uso de su relación con el presidente ruso, Vladimir Putin, y usarla para formular el cubrimiento de las elecciones turcas. Este una vez respetado medio no trató de balancear sus informes, al ignorar la diplomacia de equilibrio de Türkiye durante la guerra entre Rusia y Ucrania. Para hacer que las narrativas sean más apetecibles, las infundían con eslóganes pegadizos como "Erdogan debe irse" y "Salven la democracia".

The New York Times no es una excepción. Centró su cubrimiento en el "alivio" que sentiría Occidente si Erdogan perdiera, contrastándolo con la "ansiedad" de Moscú [2]. Según el medio estadounidense, las aspiraciones de los ciudadanos turcos no forman parte de esta ecuación. Lo que más importa es cuál es el resultado deseado para la Casa Blanca. Nuevamente, pasaron por alto por conveniencia logros notables como el papel de Ankara en la Iniciativa de Granos del Mar Negro, que salvó a muchos países del Sur global de una hambruna segura.

Una narrativa sesgada similar se reflejó en el cubrimiento de Le Point [3] el 4 de mayo. Al etiquetar a Erdogan como el "otro Putin", esta revista francesa fue más allá de lo absurdo, al advertir que el resultado de las elecciones corre el riesgo de convertir a Türkiye en un "imperio". Teniendo en cuenta que las elecciones representan un aspecto fundamental del proceso democrático, la pregunta obvia es cuál es el punto del análisis de Le Point. De manera similar, L'Express presentó el rostro de Erdogan en su portada sobre las elecciones con el titular "el riesgo de caos"[4].

Estos casos, y muchos más, no solo ignoran la "Vox populi" sino que también se alimentan del pesimismo y miedo. Todos estos medios parecen tener una inclinación por crear escenarios posapocalípticos.

Desconocimiento de la cultura política turca

La tendencia predominante del análisis erróneo en los medios occidentales también se puede atribuir a un descuido evidente de los factores fundamentales que dan forma a la cultura política turca. Este enfoque reduccionista que se centra únicamente en las consideraciones económicas no reconoce la importancia primordial de la industria de defensa nacional, la seguridad nacional y la lucha contra el terrorismo en el contexto turco. Por ejemplo, The Economist dio un giro en un artículo publicado en el período previo a la segunda vuelta de las elecciones al señalar que la victoria de Erdogan sobre Kemal Kilicdaroglu, candidato de la oposición, parecía posible, y al reconocer esta vez que el papel del nacionalismo en Türkiye era fundamental.

Los valores nacionalistas siempre han tenido una influencia considerable en la cultura política turca y nunca deben relegarse a factores secundarios. La salvaguardia de la seguridad nacional y la lucha resuelta contra el terrorismo siempre han sido vitales. Analizar situaciones únicamente a través del prisma de las variables económicas ha llevado a análisis defectuosos, como se vio en los medios occidentales.

Otro factor pasado por alto fue la falta de reconocimiento de que el pueblo turco ha tenido malas experiencias con los Gobiernos de coalición. La inestabilidad y la incertidumbre provocadas por estos Gobiernos han dejado una profunda herida en la conciencia pública. La promesa de Kilicdaroglu de un amplio modelo de administración de coalición trajo el espectro del caos político. El escenario en el que siete vicepresidentes ayudarían al presidente evocó dolorosos recuerdos de la turbulenta era de la década de 1990. Sin embargo, las plataformas de noticias occidentales omitieron este aspecto, al revelar una ignorancia inexcusable de la cultura política turca y la memoria colectiva.

Un catálogo de errores.

La representación de las elecciones turcas por parte de los medios occidentales resultó ser un catálogo de errores, que combina un enfoque reduccionista, periodismo perezoso y falta de preparación sobre la cultura política del país. Si bien la narrativa impulsada por nociones y expectativas preconcebidas no resistió la prueba del tiempo a medida que se acercaba la segunda vuelta, el análisis superficial que dio forma a su perspectiva incluso antes de la primera vuelta no logró profundizar en las realidades de la sociedad.

Como se destacó en un artículo de autocrítica de Foreign Policy, las últimas dos semanas fueron testigos de la disminución de la credibilidad de las encuestas manipuladoras y el surgimiento de una perspectiva contra los análisis basados en ideas preconcebidas y esperanzas subjetivas [5].

[1] https://www.middleeasteye.net/opinion/turkey-elections-why-west-got-it-tan-wrong

[2] https://www.nytimes.com/2023/05/13/world/europe/erdogan-turkey-russia.html?smid=tw-share

[3] https://www.lepoint.fr/monde/erdogan-l-autre-poutine-04-05-2023-2518874_24.php

[4] https://www.lexpress.fr/monde/proche-moyen-orient/erdogan-le-risque-du-chaos-le-dossier-de-lexpress-BQWDMHGDP5BEXMDPAUTADK2GII/

[5] https://foreignpolicy.com/2023/05/17/turkey-election-results-experts-wrong/

**Las opiniones expresadas en este artículo son del autor y no reflejan necesariamente la política editorial de la Agencia Anadolu.​​​​​​​

***Aicha Sandoval Alaguna contribuyó con la redacción de esta nota.

El sitio web de la Agencia Anadolu contiene sólo una parte de las historias de noticias ofrecidas a los suscriptores en el Sistema de Difusión de AA News (HAS), y en forma resumida.