CIUDAD DE GAZA, Palestina

La contaminación ambiental en áreas ubicadas en el norte de la Franja de Gaza, que está bajo ataques de Israel, amenaza las vidas de los palestinos desplazados que también luchan contra el hambre, incluidos decenas de miles de niños.

La condición de salud de los palestinos, que no están adecuadamente alimentados debido a la escasez de comida provocada por las restricciones israelíes a la entrada de ayuda a Gaza, está empeorando debido a las enfermedades propagadas por la contaminación.

Los ataques directos contra los trabajadores municipales que operan en varias partes de la Franja de Gaza por parte del Ejército israelí también perturban los servicios de limpieza.

Las organizaciones de salud locales e internacionales han advertido repetidamente sobre la propagación de enfermedades y epidemias entre las personas desplazadas debido al hacinamiento en los centros de acogida, la falta de elementos para la higiene personal, así como la falta de tratamientos.

Según los últimos datos de la Oficina de Prensa del Gobierno de Gaza, desde el comienzo de los ataques israelíes el 7 de octubre de 2023, se han registrado cerca de 71.338 casos de infecciones virales por hepatitis entre las personas desplazadas.

En declaraciones a Anadolu, el portavoz de la Municipalidad de Gaza, Husni Muhenna, dijo: "La acumulación de más de 100.000 toneladas de desechos sólidos sólo en la ciudad de Gaza representa un peligro real, especialmente para quienes viven en centros de refugio".

Agregó que las áreas de almacenamiento de desechos sólidos están propagando enfermedades y epidemias, especialmente en lugares concurridos y en diversos centros de refugio, y contribuyen a la cría de insectos y roedores que aceleran la propagación de enfermedades infecciosas.

El anciano palestino Ragde Hasaneyn también expresó su preocupación por los insectos, las multitudes en espacios cerrados y la consiguiente propagación de enfermedades.

"Incluso si sobrevivimos a los bombardeos y ataques de Israel, no podemos escapar de las epidemias que se propagan en los centros de refugio debido al hacinamiento, al tener que compartir los mismos baños y a la falta de productos de limpieza y agua", denunció Hasaneyn a Anadolu.

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Al hacer caso omiso de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que exige un alto al fuego inmediato, Israel ha enfrentado condenas internacionales en medio de su continua y brutal ofensiva contra Gaza desde un ataque del 7 de octubre por parte del grupo de resistencia palestina Hamás.

Desde entonces, cerca de 38.300 palestinos han muerto en Gaza, la mayoría de ellos mujeres y niños, y más de 88.200 han resultado heridos, según las autoridades de salud locales.

Más de ocho meses después del inicio de la guerra israelí, vastas zonas de Gaza yacen en ruinas en medio de un bloqueo paralizante de alimentos, agua potable y medicinas.

Israel es acusado de genocidio en la Corte Internacional de Justicia, cuyo último fallo ordenó a Tel Aviv detener inmediatamente su operación militar en la ciudad sureña de Rafah, donde más de 1 millón de palestinos habían buscado refugio de la guerra antes de ser invadida el 6 de mayo.

*Zehra Nur Duz y Aicha Sandoval Alaguna contribuyeron con la redacción de esta nota.