Han pasado 18 años desde que Rachel Corrie, una activista estadounidense por la paz, de 23 años, fuera aplastada por una excavadora israelí en la bloqueada Franja de Gaza.

Corrie fue asesinada el 16 de marzo de 2003, mientras realizaba una protesta pacífica para proteger la casa de una familia palestina que iba a ser demolida.

El asesinato de Corrie, quien trató de alzar la voz de la vida contra la muerte, contribuyó a la lucha de Palestina por la libertad. Una lucha que aún continúa.

La joven, que dedicó su vida a defender los derechos de los palestinos, quiso mostrar su confianza en la paz al mundo entero en Gaza, adonde acudió para expresar su solidaridad en 2003.

Con las actividades que realizó y los videos que tomó, Corrie reveló una serie de violaciones de derechos humanos por parte de Israel.

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El día que murió aplastada, la activista estadounidense se dirigió hacia las excavadoras israelíes, vestida con su chaqueta naranja y con un megáfono en la mano.

Su objetivo era evitar la destrucción de la casa de una familia palestina y sus tierras en la ciudad de Rafah.

Ella pensó que su aspecto occidental disuadiría a los vehículos israelíes y desafió a la excavadora. Sin embargo, las fuerzas israelíes no mostraron piedad.

Conmocionada por la noticia de su muerte, la gente de Gaza la llamó “mártir” y celebró una ceremonia fúnebre masiva en homenaje a Corrie.

Un barco de ayuda irlandés que partió hacia Gaza en 2010 también recibió el nombre de Rachel y su historia se ha contado en varios documentales que retratan la difícil situación de los palestinos.

A pesar de las casi dos décadas que han pasado desde su muerte, la ocupación israelí y las violaciones de los derechos humanos contra los palestinos continúan.

Mientras Israel quedó impune por el asesinato de Corrie, las casas de cientos de palestinos más han sido demolidas desde la fecha de su muerte.

Nacida en Olympia, Washington, Corrie fue una activista voluntaria del Movimiento de Solidaridad Internacional, una ONG propalestina.

*Daniela Mendoza contribuyó con la redacción de esta nota.