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Sudáfrica celebra sus sextas elecciones generales

Desde el fin del apartheid en 1994, el Congreso Nacional Africano (liderado en su momento por Nelson Mandela), ha salido victorioso y espera obtener los mismos resultados en esta jornada.

Daniela Alejandra Mendoza Valero  | 08.05.2019 - Actualızacıón : 09.05.2019
Sudáfrica celebra sus sextas elecciones generales Una mujer emite su voto en un puesto de votación durante las elecciones generales en Johannesburgo, Sudáfrica, el 8 de mayo de 2019. (Hassan Isilow - Agencia Anadolu)

Cundinamarca

La mañana de este miércoles se abrieron las urnas en Sudáfrica para que los ciudadanos puedan ejercer su derecho al voto en las sextas elecciones generales del país. Las elecciones también coinciden los 25 años de aniversario del fin del apartheid en el país.

Los puestos electorales abrieron sus puertas a las 07:00 a.m. hora local, y las cerrarán a las 09:00 p.m. hora local.

Hay cerca de 22.000 puestos electorales distribuidos en el país, en donde los ciudadanos emitirán sus votos para elegir a los representantes de las asambleas nacionales y provinciales.

“Voté porque quiero ver el cambio y una mejor vida para todos los sudafricanos”, dijo un votante de edad en declaraciones a la Agencia Anadolu después de emitir su voto en Soweto, al sur de la ciudad de Johannesburgo.

De acuerdo con la Comisión Electoral Independiente, 26 millones de personas están habilitadas para votar, lo que representa 1,3 millones más registradas que en las elecciones de 2014.

De esos 26 millones, 700.000 pudieron ejercer su derecho al voto el lunes y martes como parte de un programa de votación especial otorgado a las personas que no pueden votar el miércoles por enfermedad, vejez o compromisos laborales.

Los candidatos

La vicepresidenta de la comisión, Janet Love, señaló que un número récord de 48 partidos políticos competirán por escaños en el parlamento nacional y en las asambleas provinciales.

Aunque 48 partidos políticos competirán en las elecciones, la contienda se realizará principalmente entre los tres principales partidos políticos: el Congreso Nacional Africano (ANC), la Alianza Democrática (DA) y Luchadores por la Libertad Económica (EFF).

Liderando el ANC, se encuentra el presidente actual, Cyril Ramaphosa, quien se proyecta como el favorito a liderar los comicios con un partido que también ha salido victorioso en las cinco elecciones generales anteriores. Aunque según las encuestas el ANC va a liderar, las cifras revelan que no se alcanzarán los mismos resultados que en ocasiones anteriores.

En su cierre de campaña, Ramaphosa reconoció que la corrupción y el clientelismo han generado grandes problemas en el país como el desempleo y un lento crecimiento económico, pero aseguró que “la era de la inmunidad se acabó” y que después de las elecciones se entraría en la “era de la responsabilidad”.

Por su parte, el pastor y líder del AD, Mmusi Maimane, aseguró que Ramaphosa hace “parte del mismo ANC que ha causado tanta desesperación y sufrimiento en los últimos veinticinco años” y se comprometió a construir una Sudáfrica “para todos”.

El EEF, junto a su líder Julius Malema, busca con su discurso popular de extrema izquierda, aumentar la cantidad de votos adquiridos en las elecciones pasadas, en las que obtuvo un total de 25 escaños. Estas son las segundas elecciones en las que participa este partido fundado por el mismo Malema.

“No luchamos contra los blancos, luchamos contra el privilegio blanco, contra la arrogancia blanca. No luchamos para que la gente negra oprima a la gente blanca, luchamos por la igualdad”, declaró Malema desde Soweto

Los desafíos

Algunos de los principales problemas destacados en la campaña electoral incluyen la creación de empleos, expropiación de tierras sin compensación de los propietarios, principalmente blancos, para que se redistribuyan entre los espacios vacíos, así como la mejora de la educación y el sector de la salud.

Según la Comisión de Derechos Humanos de Sudáfrica (SAHRC), los patrones de racismo y la desigualdad racial sistémica siguen arraigados en Sudáfrica a pesar del fin del apartheid.

Un total de 486 quejas relacionadas con la raza se registraron en 2016/17 en Sudáfrica, un país que surgió de décadas de amarga segregación racial conocida como apartheid en 1994.

El informe dice que la desigualdad persistente y la pobreza extrema contribuyeron a las violaciones en curso.

"El racismo es sistémico y las actitudes racistas permanecen prácticamente sin cambios", dijo, y agregó que muchas personas negras pobres, que trabajan en granjas y hogares como ayuda doméstica, enfrentan el racismo como parte de sus vidas diarias.

La tierra también es un tema sensible en Sudáfrica, donde la mayoría de los recursos pertenece a una minoría blanca. Las granjas comerciales, que producen la mayoría de la comida en el país, pertenecen a personas blancas.

El país más industrializado de África se enfrenta además a una alarmante cifra de desempleo, cerrando 2018 con un 27,1% de desempleo, junto con un débil crecimiento económico, haciendo que el Banco Mundial considere a Sudáfrica como una de las naciones con más desigualdades en el mundo.

De acuerdo con el presidente, a pesar de los avances que se han logrado para corregir el legado del apartheid, no ha sido lo suficientemente rápido. “Sabemos que para aquellos que aún están afectados por la pobreza, el legado de despojo y el subdesarrollo, nuestro progreso no ha sido lo suficientemente rápido”, declaró Ramaphosa

En caso de que se cumpla el escenario más posible, que sería la victoria del ANC, uno de los desafíos más grandes de Ramaphosa sería librarse de la sombra que dejó su predecesor, Jacob Zuma, quien fue obligado a renunciar a raíz de muchos escándalos de corrupción.

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