Mundo

Supervivientes de masacre en Azerbaiyán siguen sin olvidar las atrocidades vividas en 1992

Está considerado como uno de los incidentes más sangrientos de la guerra entre Armenia y Azerbaiyán por el control de la región de Alto Karabaj o Nagorno Karabaj, ahora ocupada.

Ruslan Rehimov  | 26.02.2020 - Actualızacıón : 26.02.2020
Supervivientes de masacre en Azerbaiyán siguen sin olvidar las atrocidades vividas en 1992 BAKU, AZERBAIYÁN - 25 FEBRERO 2020: Los supervivientes azerbaiyanos de la masacre de Jóyali, Azerbaiyán, siguen sin olvidar las atrocidades vividas hace 28 años a manos de los armenios. Valeh Huseyno, de 52 años de edad, perdió a su mujer cuanto tenía 19 años y permaneció 27 días prisionero de las fuerzas armenias. (Ruslan Rehimov - Agencia Anadolu)

BAKÚ, Azerbaiyán

Los supervivientes azerbaiyanos de la masacre de Jóyali, Azerbaiyán, siguen sin olvidar las atrocidades vividas hace 28 años a manos de los armenios.

La masacre ocurrió entre el 25 y el 26 de febrero de 1992 y está considerada como uno de los incidentes más sangrientos de la guerra entre Armenia y Azerbaiyán por el control de la región de Alto Karabaj, o Nagorno Karabaj, ahora ocupada.

Inmediatamente después de la disolución de la Unión Soviética, las fuerzas armenias tomaron el pueblo de ‘Khojaly’ en Karabaj, el 26 de febrero de 1992. Las Fuerzas Armadas llegaron con artillería pesada y tanques, asistidos por un regimiento de infantería.

La ofensiva de dos horas mató a 613 ciudadanos azeríes, incluidas 116 mujeres y 63 niños, mientras que otros 487 resultaron heridos de gravedad, según cifras de Azerbaiyán.

Valeh Huseynov, de 52 años de edad, perdió a su mujer cuando tenía 19 años y permaneció 27 días prisionero de las fuerzas armenias.

En declaraciones al corresponsal de la Agencia Anadolu, Huseynov recuenta que la ciudad había sido asediada meses antes de la masacre y que la electricidad y el gas natural habían sido cortados.

Al principio el transporte se realizaba a través de helicópteros, explica Huseynov, pero tras el derribe de unos cuantos, la conexión de la ciudad con el exterior se cortó por completo.

“En la oscuridad de la noche cruzamos el río Gargar con un grupo de ancianos, mujeres y niños. Abrieron fuego contra nosotros y nos cortaron el paso. Muchos inocentes fueron asesinados por armenios. Mi mujer, con la que me había casado cinco meses antes, resultó herida y murió posteriormente. Algunos lograron escapar, pero yo no quise dejar allí el cuerpo de mi mujer. Caí prisionero en manos de los armenios”, lamenta Huseynov.

“Tocaba la guitarra. Cuando lo supieron primero me rompieron los dedos y luego me arrancaron las uñas. Luego me quemaron las manos en una estufa. Viví 27 días de infierno, pero no me morí”, relata Huseynov.

Unos de los comandantes azerbaiyanos del municipio de Agdam, Allahverdi Bagirov, intermedió en su rescate y fue intercambiado por tres prisioneros armenios. “Los armenios por los que me cambiaron estaban muy bien. En cambio, yo estaba herido y no podía aguantarme en pie”, cuenta Huseynov.

El superviviente azerí asegura que sus heridas físicas se curaron, aunque no del todo, pero afirma que sus sentimientos y heridas psicológicas no se curarán hasta la liberación de Karabaj de la ocupación armenia.

Karabaj, un territorio en disputa entre Azerbaiyán y Armenia, se separó de Azerbaiyán en 1991 con el apoyo militar de la vecina Armenia, y aún no se ha implementado un proceso de paz.

Tres resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y dos resoluciones de la Asamblea General de la ONU se refieren a Karabaj como parte de Azerbaiyán, mientras que la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa se refiere a la región como ocupada por las fuerzas armenias.

La ocupación armenia de Karabaj llevó al cierre de la frontera con Turquía, que se hizo aliada de Azerbaiyán en la disputa. 

*Traducido por Daniel Gallego.

El sitio web de la Agencia Anadolu contiene sólo una parte de las historias de noticias ofrecidas a los suscriptores en el Sistema de Difusión de AA News (HAS), y en forma resumida.