El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, descargó su ira contra el sistema judicial después de que un juez en San Francisco ordenara a la administración frenar la orden de acabar el programa que protege a los migrantes indocumentados jóvenes de ser deportados, conocido como Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA por sus siglas en inglés).

“Esto muestra a todo el mundo cuán dañado e injusto es el sistema de cortes, cuando el lado opuesto en un caso (como el de DACA) siempre llega al Noveno Circuito (de cortes) y casi siempre gana antes de ser revocado por cortes superiores”, afirmó Trump.

Trump puso fin al programa DACA, citando retos legales hechos por estados, pero le dio plazo al Congreso hasta marzo para negociar un trato que permitiría a los 'soñadores' (como se conoce a los jóvenes protegidos por DACA) permanecer de manera legal en EEUU.

El juez del distrito, William Alsup, otorgó un mandato temporal a los demandantes que retaban la decisión de Trump el martes, frenando los esfuerzos del presidente para acabar con DACA, mientras las demandas hechas por el estado de California y otros eran resueltas.

En su decisión, Alsup calificó la decisión de Trump como “arbitraria” y “caprichosa”, al igual que “un abuso de discreción” y dijo que el raciocinio del fiscal general, Jeff Sessions, para ponerle fin al programa “se basaba en una premisa legal defectuosa”.

Aproximadamente 780.000 personas son protegidas por el programa DACA.

Trump dijo que “quería ver que algo sucediera con DACA”, pero dijo que cualquier ley para extender la protección de los 'soñadores' “debe mejorar los trabajos, los salarios y la seguridad para los ciudadanos estadounidenses”.

El mandatario estadounidense afirmó el martes que su apoyo para cualquier trato sobre DACA es contingente en el proyecto de ley que incluye la financiación de su prometido muro en la frontera con México.

*Ahmed Fawzi Mostefai contribuyó con la redacción de esta nota.