Política

¿Qué pasó el 30 de abril en Venezuela?

Más de cien heridos heridos, un muerto y cuarenta detenidos dejó la jornada que terminó como empezó: con más dudas que certezas.

1 23  | 01.05.2019 - Actualızacıón : 02.05.2019
¿Qué pasó el 30 de abril en Venezuela? CARACAS, VENEZUELA - ABRIL 30, 2019: El ex líder de la oposición venezolana Leopoldo López (Centro) llega a la carretera de distribución de Altamira, en Caracas, Venezuela, 30 de abril de 2019. (Rafael Briceno - Agencia Anadolu).

CARACAS

Por: Andreína Itriago

Los venezolanos se levantaron de golpe este martes 30 de abril con una noticia inesperada: el líder opositor Juan Guaidó se encontraba en las inmediaciones de la base aérea militar de La Carlota, en el corazón de la ciudad de Caracas, acompañado por efectivos militares.

Antes de que terminara de salir el sol, Guaidó les habló a través de sus redes sociales: “El cese definitivo de la usurpación empezó hoy, contamos con el pueblo de Venezuela. Hoy las Fuerzas Armadas claramente están del lado de la Constitución (…) Hoy, como presidente encargado de Venezuela, convoco a todos los soldados, a toda la familia militar, a acompañarnos en esta gesta”.

Durante la transmisión en vivo, que duró poco más de tres minutos, Guaidó exhortó también a los funcionarios públicos e insistió en que su lucha estaba enmarcada en la Constitución.

Pero más que en sus palabras, los atónitos venezolanos se fijaron en un importante detalle: a la derecha de Guaidó, mientras hablaba, se podía ver al líder opositor Leopoldo López, dirigente del partido Voluntad Popular que había estado preso, entre la cárcel militar de Ramo Verde y su residencia, desde febrero de 2014.

“He sido liberado por militares a la orden de la Constitución y del Presidente Guaidó”, publicó López en su cuenta de Twitter, en un mensaje en el que además exhortó a los venezolanos a salir a las calles.

En algunas zonas de Caracas comenzaron a escucharse cornetazos, vuvuzelas, gritos de júbilo y golpes a cacerolas. “¡A la calle!”, gritaban algunos. Las actividades académicas no habían sido suspendidas oficialmente pero era evidente que no habría clases este día y, en algunos casos, tampoco actividad laboral.

Los entusiasmados simpatizantes de la oposición comenzaron a salir a cuentagotas de sus hogares, con sus franelas blancas y sus banderas. “¡Llegó el día!”, dijo a la Agencia Anadolu Marluí Fuenmayor, mientras descendía a la autopista Prados del Este, por la urbanización Santa Fe, al sureste de la capital.

Los más osados, sin embargo, se acercaron directamente hasta las inmediaciones de la base aérea, donde durante toda la jornada se registraron enfrentamientos entre manifestantes y funcionarios de las fuerzas de seguridad del Estado venezolano.

Las detonaciones y el humo se mantuvieron hasta entrada la noche, cuando ya se conocía con mayor precisión el saldo de la jornada: 109 heridos y un muerto, confirmados por el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social en todo el país; a los que se suman unos 40 detenidos.

Todo y nada

Durante las primeras horas nadie sabía nada de Nicolás Maduro, pero su equipo no demoró tanto en reaccionar.

“Estamos enfrentando y desactivando a un reducido grupo de efectivos militares traidores que se posicionaron en el distribuidor Altamira para promover un golpe de Estado (…) Llamamos al pueblo a mantenerse en alerta máxima para, junto a la gloriosa Fuerza Armada Nacional Bolivariana, derrotar el intento de golpe”, publicó el vicepresidente Sectorial de Comunicación, Turismo y Cultura y ministro para la Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, en Twitter.

Otros voceros del oficialismo, como el segundo al mando del chavismo, Diosdado Cabello hicieron contactos telefónicos con la televisora del Estado para desestimar lo que estaba sucediendo, y hacer un llamado a sus propios seguidores a congregarse en Miraflores, el palacio de gobierno, para resguardarlo.

No fue sino hasta cinco horas después de que iniciara todo cuando Nicolás Maduro se pronunció a través de Twitter: “¡Nervios de Acero! He conversado con los comandantes de todas las REDI y ZODI del país, quienes me han manifestado su total lealtad al pueblo, a la Constitución y a la patria”.

Sin embargo, según pudo conocer más temprano el diario español ABC, al menos siete destacamentos militares habían sido tomados por los aliados de Guaidó. Algo que, no obstante, el ministro para la Defensa, Vladimir Padrino López –quien luego recibiría un llamado a reflexión de su propia familia–, ya había rechazado al asegurar que todas las unidades militares desplegadas en las ocho Regiones de Defensa Integral (REDI) del país reportaban “normalidad en sus cuarteles y bases militares, bajo el mando de sus comandantes naturales”.

Mientras tanto, en la famosa cárcel militar de Ramo Verde, los presos políticos se mantenían a la expectativa. Uno de ellos informó a la Agencia Anadolu estar esperando uniformado el momento en el que los fueran a buscar. Muchos de ellos habían participado en operaciones previas para derrocar a Maduro, y no habían tenido éxito.

En las calles de Caracas no se veían militares, salvo los que acompañaban a Guaidó y López y llevaban una cinta azul en sus brazos. Algunos kioscos, supermercados, panaderías y otros comercios abrieron sus puertas a pocos metros de los sitios donde se desarrollaban las protestas.

“Es como si todo y nada estuviera sucediendo al mismo tiempo”, dijo a Anadolu un joven que se detuvo a comprar frutas en un camión mientras regresaba a clase de las protestas.

Desinformación

A mitad de la tarde muchos ya se habían refugiado en sus hogares o zonas de confort para saber más de lo que estaba sucediendo. Pero mientras en las concentraciones era difícil recibir información por la saturación de las redes y las consecuentes fallas de comunicación, en casa se encontraron con redes sociales bloqueadas, una importante emisora de radio fuera del aire por informar, y las conocidas cadenas CNN y BBC fuera del aire en las principales cableoperadoras.

Guaidó se desapareció del radar después de haber emprendido un recorrido por la avenida Francisco de Miranda. De López se supo que había entrado a la Embajada de Chile.

A las 8:00 pm, el distribuidor Santa Fe, en Caracas, estaba más lleno que durante el día. Los manifestantes habían recuperado fuerzas y lo habían vuelto a tomar a las 6:00 pm, algunos tenían la esperanza de que Guaidó, quien vive en la zona, pasara por allí.

No lo hizo. Habló a través de las redes sociales y refirió que lo de este martes era apenas el comienzo de la que aseguró era “la fase definitiva de la Operación Libertad para el cese de la usurpación”, y que continuaría este 1º de mayo, fecha para la que ya se habían convocado a protestas.

Poco después apareció Maduro en cadena nacional, acompañado de miembros del alto mando militar. "Nunca antes en la historia de Venezuela había sucedido un levantamiento por el empeño obsesivo, nefasto de un grupo de oposición de la ultraderecha venezolana, la oligarquía colombiana e imperialismo estadounidense”, dijo Maduro, quien insistió en que su gobierno saldría victorioso.

El día culminó así con más dudas que certezas, y con expectativas sobre lo que podría suceder -o no- este 1º de mayo.

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