LONDRES

El ministro de Asuntos Exteriores de Reino Unido, David Lammy, anunció este jueves sus planes de introducir una legislación para un nuevo régimen de sanciones destinado a combatir la migración irregular y el crimen organizado relacionado con la inmigración, lo que posicionaría a Reino Unido como el primer país del mundo en implementar un marco de este tipo.

En un artículo para The Guardian, Lammy dijo que la iniciativa busca “prevenir, disuadir y desbaratar la migración irregular y el tráfico de migrantes hacia Reino Unido” y señaló que la política forma parte del “plan para el cambio” más amplio del gobierno a fin de asegurar las fronteras del país, apuntando a las redes de tráfico de personas y desmantelando las operaciones criminales que se benefician del tráfico de personas vulnerables.

Lammy enfatizó la creciente superposición entre las políticas exteriores e interiores, particularmente en el abordaje de la migración irregular, la seguridad nacional y el crecimiento económico. “Mantener a salvo al pueblo británico significa enfrentarse al Kremlin”, argumenta y vincula las vías migratorias a amenazas geopolíticas más amplias, incluido el dinero sucio blanqueado y las redes criminales internacionales.

El ministro destacó la importancia de una “diplomacia transaccional y realista” con los países a lo largo de las rutas migratorias para combatir eficazmente el tráfico de personas y apuntó a las asociaciones existentes entre Reino Unido y Vietnam e Irak como ejemplos de cómo abordar las causas profundas de la migración irregular mediante la colaboración internacional.

*Traducido por Daniel Gallego.